La inocencia de un chico [ Kookmin ]

13.

—Cuando nos dejen ir solos a la escuela ¿podemos ir juntos, Kookie?

—¿Por qué lo preguntas? —rio — Sabes perfectamente que sí, no dejaré que vayas tú solo, no más mírate a un espejo y verás que con tanta lindura que cargas corres el riesgo de que te secuestren por alguna razón. Mi deber es estar siempre contigo para que eso no pase. —exageró.

—¡No me van a secuestrar! —negó riendo.

—De acuerdo, eso no, pero igual, estaré como un chicle contigo.

—¿Lo prometes?

—¡Por supuesto!

🍪🍪🍪

Un joven de 17 años, de cabellera rubia y agitado, pasó corriendo por el pasillo hasta llegar a la puerta con su mochila colgando en su espalda.

—¡Jimin, debes desayunar primero! —llamó su madre.

—¡Ahora no, mamá! Si no salgo ahora, Jungkook me dejará como las veces anteriores ¡adiós, te amo!

—¡Yo igual, pero...! —no terminó debido a que la puerta había sido cerrada.

Corrió hasta la casa de los Jeon, esperando que esta vez sea el día donde por fin iría con Jungkook a la escuela, por alguna razón, su amigo de a poco había comenzado a dejarlo solo, algunas veces ni siquiera tenía la decencia de llamarlo a su teléfono para avisarle.

—Buenos días, Jimin. —la puerta fue abierta por la señora Jeon —Si vienes por Jungkook, me temo decirte que se fue hace quince minutos ya, talvez si te apresuras podrás alcanzarlo. —animó.

Asintió con la cabeza, se despidió de la mujer con una sonrisa y partió a su escuela. Estaba algo desanimado por el repentino habito del pelinegro, dejarlo no era algo que acostumbra y de la nada se estaba haciendo algo del día a día. Antes de llegar, se encontró con Taehyung y Hoseok, gracias a ellos terminó llegando acompañado, ambos hermanos notaron la actitud de Jimin y de inmediato supieron a qué se debía.

Más bien, a quién se debía su casi tristeza. Por suerte, lograron sacarle una linda sonrisa cuando pararon en los casilleros.

—¡Oh! Lo estaba olvidando, feliz cumpleaños Hobi. —felicitó Jimin, sacando una paletita de su casillero.

—Ya me estaba preocupando, pensé que lo habías olvidado. —puso una mano en su cabeza, actuando dramáticamente y luego rio recibiendo el dulce —Muchas gracias, Jiminie, esta noche habrá una pequeña fiesta para celebrarlo, espero verte ahí.

—Por supuesto, seré el primero en llegar.

—El segundo. —corrigió Taehyung —Yo seré el primero.

—¡Eso no vale! Eres su hermano.

—Y ustedes siguen comportándose como niños.

Los tres voltearon y alzaron un poco su cabeza para mirarlo a los ojos, encontrándose con Jungkook. Su cabello cubría su frente, sus ojos de Bambi eran los mismos, ropa negra, mochila gris y unos centímetros más alto que los demás.