7. Descendiente de los ángeles

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Adam

-¿A qué te refieres con qué tú sí?

-Necesito pensar y procesar todo esto. Disculpa.

Suspiró profundamente y salió de la habitación, dejándome totalmente perplejo con su reacción. No la conocía en absoluto, pero me daba algo de tristeza notar que estaba sufriendo y lo peor es que no puedo hacer nada para ayudarla.

Miré a mi alrededor sin saber qué hacer realmente. No era el más indicado cuando se trataba de dar consejos a pesar de que mis amigos dicen que soy un sabelotodo. Quería ayudarla, pero no sabía cómo. Me acerqué a los estantes que habían en el lado derecho de la habitación con la esperanza de ver fotos y así saber algo más de ella, pero no había más que libros y figuras de cerámica.

Emily si era un misterio y creo que me costaría averiguar quiénes eran sus padres aunque no estaba seguro de si eso era lo más importante. En aquel momento deseé que Camille estuviera allí porque de seguro entendería cómo se siente la chica, pero lamentablemente estaba solo.

Solo pensaba en qué haría yo si Francis o alguno de mis amigos estuviera pasando por una situación similar. Qué harían mis padres, amigos o Will si yo fuera el que sufre de esa manera. Lo que yo más quisiera sería que me dejen tranquilo y en paz por un tiempo para pensar, pero creo que Emily ha pasado sola el tiempo suficiente para pensar.

Caminé por el pasillo, dudoso de si ir a verla o no. No sabía cómo iba a reaccionar, de seguro a la defensiva, pero debía intentar. Busqué en las distintas habitaciones del primer piso de la academia hasta que llegué a la última en la que imaginé que estaría: la habitación de armas. ¿Qué clase de persona encuentra reconfortante la habitación de armas? Ni yo sabría decirlo.

La puerta estaba abierta así que me quedé parado en el umbral mirando a Emily por un momento. Estaba sentada en la gran mesa donde se colocan las armas, mientras movía sus piernas de atrás hacía delante como un niño lo haría. Tenía las manos sobre su regazo y jugaba con sus dedos en intento por mantener la calma.

Toqué la puerta a mi costado para que se diera cuenta de que estaba allí y me miró de inmediato. Tenía los ojos brillantes y algo rojos, pero no había ningún rastro de sus lágrimas. Me acerqué hasta ella y me apoyé en la mesa.

-Sé que probablemente has estado sola por mucho tiempo, así que solo quiero decir que si necesitas hablar con alguien, puedes hacerlo conmigo -dije.

Asintió con la cabeza, pero no me miró en ningún momento, solo a sus manos. No quería forzarla a hablar, así que si tenía que quedarme a su lado tan solo haciéndole compañía, lo haría.

-Ha sido difícil -dijo de pronto.

-¿Vivir sola?

-No es solo vivir sola, Adam. Se trata de estar sola. No tengo familia, amigos o conocidos a los que acudir. Todos se fueron, desaparecieron o simplemente murieron -explicó-. He vivido y crecido aquí desde siempre. Ya ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que tuve una conversación larga con alguien que no fuera la señora de la tienda.

-¿Es simpática? -pregunté.

-Para nada -dijo esta vez riendo un poco.

-Dijiste que has viajado a otras dimensiones. ¿Jamás has pensado en quedarte en alguna de ellas?

-En cada una de ellas me miran como si fuera una extraña, alguien que no pertenece a su mundo, así que no. Prefiero estar aquí.

-¿Incluso tu madre? -pregunté-. Tu madre de las otras dimensiones.

-Evito acercarme a ella cuando la veo. No quiero imaginar el dolor de que me vea y no sepa quién soy porque como te dije yo solo existo en esta dimensión. Mi madre de las otras dimensiones tiene una hija, pero no soy yo. En realidad, aquella chica es muy diferente a mí.

-Entonces, estás literalmente sola en el mundo.

-Sí y soy mala haciendo amigos.

-Sé que apenas nos conocemos, pero podemos intentar ser amigos. Hasta puedes venir conmigo, de seguro los chicos te amarán.

-Para eso debemos hallar una forma de romper la barrera -explicó a la cual no entendí-. Lo que te conté antes. No puedo pisar tu dimensión, así como Camille no puede pisar esta.

-¿Qué has pensado?

-Cuando Camille abrió accidentalmente el portal que conecta a muchas dimensiones en el árbol sagrado, pensé que quizás era la única manera de que yo pudiera viajar a tu dimensión o Camille a esta. Sin embargo, antes de poder siquiera intentarlo, la cerraron.

-¿Por qué crees que era posible?

-Porque los poderes de Camille van más allá de algo angelical. Aunque Lucifer está conectado al infierno, su fuente de poder aún proviene del Reino Celestial. Camille es diferente. Su poder pudo ser para ese hechizo lo que llamamos el balance.

-¿Es posible que tú puedas abrir aquel portal?

-Jamás pensé en ello -dijo frunciendo el ceño.

-Tus poderes son... -Hice una pausa y luego suspiré-. Jamás había visto algo como tus poderes. Ciertamente no son para nada angelicales.

-Porque no lo son y tú como descendiente de los ángeles, puedes sentirlo. No es natural para ti.

-¿Cómo sabes que no lo son? ¿Tu madre te lo dijo?

-Puedo ver el patrón de mis poderes y no están conectados al Reino Celestial como mis poderes de nefilim.

-Entonces, ¿por qué no intentaste abrir el portal que Camille cerró con Aurora?

-Porque me da miedo. No sé cómo hacerlo o si mis poderes se descontrolarán en algún punto.

-¿Has alguna vez ocupado tu poder hasta su máximo potencial?

-No sé cuál es el máximo potencial de mis poderes, pero cuando luché contra Lucifer, quedé exhausta.

-¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo controlaste tus poderes?

-Concentración -dijo sin más.

-Entonces, podemos intentarlo. Tú puedes intentarlo, mientras yo te observo.

-Eso no es de mucha ayuda -dijo riendo.

-Apoyo moral es lo que mejor puedo darte -bromeé.

-Hay un solo problema en todo esto, Adam. -Hizo una mueca y se cruzó de brazos-. Es peligroso que el portal esté abierto por mucho tiempo y no sé si podré cerrarlo. Tengo la leve impresión de que a Aurora le tomó mucho esfuerzo hacerlo.

-Hablaré con Camille al respecto y volveré, ¿si?

Me miró dudosa de lo que le decía , pero era la única opción que teníamos. Quizás tenía miedo y era cautelosa, pero estaría con ella sin importar qué.


***

Queridos lectores, en estos momentos estoy trabajando para ustedes jajajaja.

ARRIBA LA ESPERANZA CON ESTA HISTORIA.

Gracias por leer <3.

LOS CAÍDOS #7 - DescendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora