LOS CAÍDOS #7 - Descendiente

19. Nefilim vs Comunidad

Adam

Todos ellos estaban allí: elementales, banshees, brujos e incluso vampiros. Lo único que los detenía de entrar y destruir todo a su paso era la barrera mágica que protegía a las academias de otras criaturas. Los directores, excepto Cristal, ya estaban allí, intentando razonar con alguno de ellos, pero solo se escuchaban gritos y más gritos. Jas a mi lado solo miraba horrorizada lo que estaba pasando y no la culpaba porque habían pasado años desde que hubo conflicto entre los nefilim y las otras criaturas.

—¿Sabes qué pasa? —le pregunté a mi hermana.

—Alguien quemó el árbol y de seguro creen que alguno de nosotros lo hizo —respondió ella.

—Eso es terrible.

—Lo es.

Nadie en la academia estaba preparado para combatir a las criaturas de la comunidad sobrenatural. Éramos fuertes, claro que sí, pero muchos de ellos tenían poderes que iban más allá de nuestras capacidades. Además, era imposible que los directores dieran la orden de ir a combate porque era peligroso para todos.

—¿Sabes dónde están los chicos? —preguntó Jas.

—No —respondí—. Supongo que en sus academias.

—¿Supiste algo de la academia de Atalana?

—No creo que hayan ido a atacar allá, ¿verdad?

—No estaría tan segura, Adam.

—Sé que Davina protegerá bien el lugar.

Más gritos se escucharon, pero esta vez de parte de los nefilim, cuando dos mujeres de la comunidad sobrenatural se acercaron a las rejas. Ambas sujetaban de los brazos a una chica que ya estaba casi inconsciente y la tomaron del pelo para que pudiéramos ver su cara. Tenía moretones en las mejillas y manchas de sangre en la ropa.

Jasmine me sujetó de la mano cuando se dio cuenta de que iba a ir, pero la solté rápido. Aquella chica era Cristal y ninguno de los directores se inmutó cuando la vio. Ni siquiera tenían intenciones de abrir las rejas para rescatarla de los sobrenaturales, lo cual me molestó mucho.

—Es Cristal, Jasmine.

—Pero los directores...

—Los directores no harán nada, hermana. Eso ya deberías saberlo.

Cuando llegué a las rejas donde estaban los directores, me detuvieron de inmediato. Sofia Hunter me sostuvo del brazo y me miró seria como si intentará transmitirme algún tipo de mensaje que no podía descifrar. Eso no me importaba porque solo quería ir por Cristal.

—Es mi amiga y una de los directores. No pueden dejarla allí.

—Es nuestro juramento —dijo Sofia.

—¿De qué hablas?

—Los directores no pondrán en riesgo la vida de los demás miembros de la alianza. Es nuestro deber protegerlos.

—¡Entonces es tu deber protegerla a ella! —exclamé enojado—. ¿Acaso vas a dejarla morir ahí? ¿Sabes lo que pasaría si haces eso?

—¿Declan vendrá por nosotros?

—Sí y no solo él, Sofia, debes entenderlo. Recuerda que Cristal pertenece a los cazadores y ellos se toman muy en serio su lealtad con los suyos.

—No son solo los cazadores, Sofia—dijo el director Night acercándose a Sofia y a mí.

Ambos lo miramos confundidos sin entender a lo que se refería. No podía pensar en alguien más que quisiera vengarse si algo malo le pasaba a Cristal. No podía imaginarme a alguien acabando con todo a su paso, arriesgando la vida de todos, solo para vengar a nuestra amiga.