#38

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Jungwon dejó caer su bolso en el sofá del departamento una vez que llegó a este. Caminó hasta la cocina arrastrando los pies, en busca de un vaso de agua para poder refrescar su garganta seca. 

Si bien, la preparatoria no quedaba muy lejos del hogar de Jay, el camino era bastante cansador ya que la dirección de su profesor quedaba justo en una de las estaciones del tren más concurridas. Por lo que podía decir que había viajado como una sardina entre las decenas de cuerpos. Al menos había llegado bien, y esta sería una de las pocas oportunidades en las que tendría que hacer ese viaje tan desagradable. 

Jay le había mandado un mensaje a Jungwon pidiéndole que solo por aquél día llegara a casa solo. Tenía una enorme montaña de exámenes que revisar en la escuela, por lo que tardaría un poco más en llegar a casa. Ante aquello no había mucho que hacer, Jungwon había tomado sus pertenencias y había caminado junto a su grupo de amigos hasta la estación donde ya se separaban para dirigirse cada uno a sus respectivos hogares. 

Al menos aquél día no había estado tan caluroso, por lo que no había sido un completo sufrimiento viajar en aquél tren atestado de gente. Aún así, el muchacho de lindos hoyuelos quería tomar un baño. 

El muchacho buscó en el armario de su profesor una toalla para poder secarse con esta, también busco algún pijama cómodo que le pudiera servir para esa noche. Probablemente el mayor llegaría al departamento agotado, al menos por aquél día su cuerpo estaría a salvo de ser manoseado por aquél hombre. Aunque luego de la noche anterior las cosas habían estado un poco incomodas, Jay parecía muy pensativo y Jungwon tan solo no sabía que hacer ni decir luego de conocer a la ex-novia del profesor con el que se estaba acostando... bueno, ya había pasado casi una semana sin haber llevado las cosas a otro nivel. 

El chico soltó un ligero suspiro y observó frente a él las camisas de Jay, ordenadas en los colgadores una tras otra. Jungwon alzó su mano y tocó la tela de estas con la punta de sus dedos. Recordó lo joven que se veía el mayor las últimas clases particulares que habían tenido juntos, al principio este había llegado con camisas. Muy formal... Para luego comenzar a asistir a las clases con prendas casuales, pero sin perder el estilo. 

Luego, cuando comenzó a asistir como profesor de reemplazo en la escuela, había regresado a los trajes y camisas formales. Como un adulto responsable. 

Aún así, a Jungwon también le gustaba mucho ese lado juvenil de Jay. 

Sacó una de las camisas del mayor y se la llevó al rostro para aspirar el aroma de estas. El aroma de Jay. Sin ni siquiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, se recostó en la cama apegando la tela a su rostro mientras pensaba en lo bien que olía el mayor. Lo bien que estaban antes de que llegara esa chica. 

¿Qué venía hacer nuevamente con Jay? ¿Acaso planeaba buscar otra oportunidad con él? 

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del muchacho ante aquella idea. Por ningún motivo permitiría que se lo arrebataran después de lo mucho que habían intentado estar juntos. Pero debía ser sincero consigo mismo, Jay era muy atractivo por lo tanto siempre existirían rivales para él. 

Pero había algo a su favor.

Su enorme y redondo... trasero. 

Sonrió victorioso y decidió emprender camino hacia el cuarto de baño. Meneando de vez en cuando su zona trasera, en un acto de recordarse a sí mismo el arma que tenía. ¿Quién podía ganarle a eso?  

(...)

Jungwon ya había salido de la ducha, se encontraba como nuevo y en aquél momento se estaba abotonando la camisa del pijama azul que había llevado en su estadía en el departamento de Jay. Cuando ya estuvo listo, se dedicó a secar su cabello con la toalla para que no siguieran cayendo pequeñas gotitas frías por su cuello hasta su espalda. 

"HEY TEACHER" ; jaywonWhere stories live. Discover now