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NARRADOR-
La observo. Estaba encantado de poder escucharla hablar, reír y chillar de la emoción mientras le contaba sobre la historia de aquel libro que estaba leyendo en esos momentos y él no podía sentirse más comodo con la compañia de ella.
—Lo siento, hablo demasiado.— Se disculpo al darse cuenta de que tal vez estaba hablando demasiado, eso le pasaba siempre cuando se dejaba llevar por la emoción.
—Tranquila, es adorable escucharte hablar con tanta emoción sobre un libro. —Admitió logrando que las mejillas de la joven se sonrojaran con facilidad.
—Entonces, no te dijeron nada de que hayas vuelto..—Pregunto levantándose del sofá para ir a prenderse un cigarrillo y así poder escaparse del sonrojo en sus mejillas.
—Ellos no lo saben..
—Oh, ya veo..— Murmuro acostándose en el sofá, usando las piernas del contrario como almohada.— ¿Y él te pregunto algo?—Hizo referencia a thomas.
—¿Por qué te importa?—Le consulto mientras le acariciaba el cabello con delicadeza.
—No se, curiosidad.—Suspiro dándole una nueva calada al cigarro pensando sus palabras.—Lizzie, intento interrogarme, sabes..
—¿Hablas enserio?—Estaba sorprendido ante dicha confesión.— ¿Por qué haría eso?
—No lo se.—Lo miro.— De todas formas no le dije absolutamente nada de nuestra conversación antes de ya sabes..
—Gracias por eso..
—No tienes que agradecerme nada, no tengo porque contarle nada de lo que sucedió entre nosotros.—Murmuro yendo a abrir la puerta, porque habían llamado a la misma hace un momento.
Al abrir la puerta, no había nadie y penso en sus vecinos era bastante molestos, pero bajo la mirada encontrandose con un sobre.
"Thomas shelby."
Era un sobre con dinero.
—¿Skye, todo en orden?—Pregunto desde el sofá, del cual podía ver perfectamente la entrada de la casa y allí no había nadie.
—Le dije a tu hermano que no quería su estúpido dinero.—Cerro la puerta con enojo arrojando el sobre, sobre la mesa del comedor.— Cuando te vayas, quiero que te lleves eso.—Volvió al sofá.
—¿Por qué no te lo quedas? Te vendría bien, eso parece mucho dinero.
—Porque no lo necesito, finn.
—Skye.. Solo es por tus servicios, no tiene nada de malo.—Él un poco en el fondo quería que se quedara con ese dinero para pagarle de alguna manera dichos servicios.
—Finn, simplemente llevate ese dinero y dejemos ese tema aquí.— Intento no formar una discusión, a pesar de que le molestara que ellos no respetaran su decisión.
Él asintió.—Bueno, es mejor que me vaya..
—Ten un lindo día, finn.—Le dio un corto abrazo, con una enorme sonrisa. Había sido una linda tarde.—Gracias por haber venido.
—Me la pase muy bien, fue una linda tarde.
—Que bueno..
—Cuidate, skye.
La joven, nunca se había sentido tan bien con la compañía del contrario y hacia mucho tiempo no se sentía tan en paz.
