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NARRADOR-
—No me llames así.
Le pidió cuando se adentro nuevamente a la sala de estar, tomando al contrario por sorpresa. Al pedirle eso, solo estaba intentando volver a marcar una linea entre ella y un cliente.
—¿Qué necesitas?
Él se giro, intentando buscar algo que estuviera mal con ella, pero no lograba encontrar ningún indicio de nada en la mirada de skye.
Tal vez, imaginó cosas..
Tal vez, solo era uno de sus clientes millonarios..
Tal vez, no debería estar ahí.
—Bueno, solo quería disculparme por la actitud que tuve hace un momento contigo. Me comporte como un niño que no sabe manejar sus emociones y eso estuvo mal, lo lamento.—Se disculpo sin poder mantenerle la mirada por mucho tiempo, realmente se sentía mal por su actitud con la joven.
—No te preocupes, finn.—Lo miro con una sonrisa ladeada. De alguna forma, no podía enfadarse con el contrario, porque todo lo que finn le decia, le sonaba sincero.
Y era algo que valoraba, porque no recordaba a nadie que le sonara tan sincero al hablarle.. Era algo importante para ella, sabiendo que todos solo la veían como una dama de compañía a la que usaban y luego la dejaban, sin decir nada.
—Bien, te dejare descansar.
El joven, le sonrió ligeramente antes de dar media vuelta sobre sus talones, listo para abandonar dicho apartamento. Pero, al dar el primer paso, sintió las manos de la pelinegra abrazarlo por la espalda impidiendo que siguiera caminando.
"Por favor, no me dejes"
Suplico contra la espalda del blinder, mientras sus pequeñas y suaves manos se aferraban a la cintura del mismo, como si su vida dependiera de aquello.
—Lu.. —Susurro girándose levemente para poder quedar frente a frente con ella. Se miraron, la pelinegra se encontraba llorando en silencio porque realmente anhelaba que él se quedara esa noche.
—Quedate, por favor.
Se encontraba asustada y su mirada lo reflejaba.
—Me quedare, no tienes que pedirlo más de una vez. Me quedare, todas las noches a tu lado si es necesario.—Le aseguro.
—No cambies nunca, finn.
[>>>]
Su dedo índice dibujaba lineas imaginarias sobre la espalda desnuda del contrario. Le gustaba estar junto a finn, poder sentir su calor y apreciar sus lunares durante toda la noche, era una sensación única que la llevaba a un mundo lleno de tranquilidad.. Eso solo lo lograba él.
Una sonrisa ladeada se dibujo en el rostro del contrario, ella lo miro extrañada y quito su mano con cuidado, dejando su mirada en el techo deseando que no se despertara en ese momento.
—Puedes seguir.. No me molesta que lo hagas.—Admitió hundiendo su rostro entre las almohadas con cierto cansancio.
No obtuvo una respuesta por parte de la contraria, ni tampoco volvió a sentir su tacto. Ella por su lado, cerro sus ojos intentando mantener la calma e ignorar, el sonrojo en sus mejillas por haber sido descubierta.
—Lu.. —Rompió el silencio.—¿Te puedo hacer una pregunta un poco más seria?—Murmuro acostándose boca arriba.
