Izan...
Llevábamos un mes en esa nueva casa, en la que todos nos trataban con amabilidad y respeto. Como si hubiéramos vuelto a ser personas y nuestras vidas valieran algo. Un medico y un psicólogo nos habían atendido pero aun seguíamos sin conocer a nuestro dueño.
Era de noche y me encontraba ya recostado en esa bonita cama mientras mi hermano menor Dante seguía viniendo a dormir conmigo, él aun temía despertar y regresar a ese prostíbulo.
Unos pasos diferentes se oyeron en la segunda planta, al igual que la voz de una mujer distinta a Eleonor, la cocinera.
-¿Se han adaptado bien?-
-Si jefe- jefe, quien nos había comprado era una mujer no un hombre como pensaba.
-¿Les gustan sus cuartos?- cada vez estaba mas cerca.
-Aun uno de ellos no se acostumbra a su cuarto pero supongo que pronto lo hará- se detuvieron frente a nuestra alcoba -¿quieres verlos?-
-Están dormidos seguro, no quisiera interrumpir su sueño- mi respiración se había vuelto errática de la nada, esperando que ella abriera la puerta y nos diera un castigo por no estar cada uno en su habitación. Pero no fue así.
La noche pasó rápidamente y no pegue un ojo debido a los nervios que sentía por conocer a nuestra dueña, y lo que nos depararía la vida desde ese momento. Cuando amaneció volví a sentir el mismo sonido, era de tacones, miré el reloj sobre la mesa de noche y vi que tan solo eran pasada las 7 de la mañana.
Me levanté junto con Dante cerca de las 8, nos vestimos con esa ropa que nos quedaba grande pero era cómoda y bajamos a desayunar.
Al entrar a la cocina solo estaba la señora mayor -buen día niños-
-Hola señora- asentí yendo a uno de los taburetes.
-Llámame Leonor o nana, señora me hace sentir vieja-
Esbocé una media sonrisa avergonzado -bueno nana- aclaré la garganta -¿sabes donde esta la persona que llego anoche?-
-¿Mi nena?-
Asentí.
-Salió temprano porque tenia una reunión importante en la empresa, dijo que ustedes hicieran su vida cotidiana sin esperarla, que quizás llegaba para la cena-
Víctor llego unos minutos después, y observo que sobre el desayunador ya había una taza vacía junto a los restos de comida -¿quien se fue?-
-Gianna ha regresado-
Él cruzo miradas de preocupación conmigo -¿ella es...-
-Nuestra dueña–
Dante dejo la taza de golpe contra el mármol y su cuerpo entero se tensó.
ESTÁS LEYENDO
Vendidos a la Killer Queen (✔✔)
Teen FictionEllos fueron objetos sexuales toda su vida, solo conocían de abusos y maltratos. Comprados por un desconocido, esperando la peor de las vidas. Ella solo quería compañía. Tal vez no fue la mejor manera, pero tenerlos evitaba que colapsara. Y se i...