Ellos fueron objetos sexuales toda su vida, solo conocían de abusos y maltratos.
Comprados por un desconocido, esperando la peor de las vidas.
Ella solo quería compañía.
Tal vez no fue la mejor manera, pero tenerlos evitaba que colapsara.
Y se i...
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Gianna...
Me removí un poco, sintiendo la calidez debajo de mi y al abrir los ojos estaba Dante abrazándome mientras seguía durmiendo. Decidí quedarme allí un momento mas, unos minutos en los que no me sintiera tan mal como solía pasar durante este mes y mas especifico. Ese 28 de agosto.
-¿Despertaste?- la ronquera en su voz casi me derrite.
-Hace un momento, ¿quieres que me mueva?- quise salirme pero él me encerró con su brazos.
-No, quedémonos un rato mas ¿estarás ocupada hoy?-
Negue evitando llorar y me levante, yendo directo al baño, cerré a mi espalda y caí al piso. Apoye la parte trasera de mi cabeza en la madera mientras veía al techo, esto cada vez se ponía peor.
-¿Estas bien?- Dante golpeó.
-Si-
-Abre y podré comprobar que no mientes-
Suspire -me voy a dar una ducha, ve a tu cuarto y luego baja, tienes clases con los tutores para prepararte en el ingreso-
-Gia-
-Estoy bien amor-
Abrí la regadera y me metí en ella con el pijama puesto, no tenia fuerza ni ganas de hacer nada, esperaba que el agua se llevara todo lo que sentía que la tristeza se acaba de repente y volviera a ser yo. Pero eso no iba a suceder porque hoy era el cumpleaños de mi pequeña, ella ya tendría 4 años y estaría comenzando el jardín de infantes.
Ni siquiera sabia cuanto tiempo llevaba bajo la lluvia artificial, pero alguien abrió la puerta y me gire a verlo por escasos segundos -Fosforito -Mike puso una mueca y se deslizo dentro del baño, detrás de él pude notar a los tres hermanos con preocupación en sus rostros -Vas a enfermarte-
Voltee la mirada.
-Gia, ven- me cargo mojada -vamos a que te cambies y comas algo-
Sin responder, no tenia ganas de hablar.
-Amor- Izan quiso tocarme y me aleje -perdón, mejor te dejamos sola-
Los tres me dejaron sola con Mike, quien me sentó en el borde de la cama, fue por un par de toallas cubriéndome la cabeza y el cuerpo, se arrodillo frente a mi y empezó a frotar sus manos haciendo que entrara en calor -Estas helada-
-No tengo frio-
-Vamos a cambiarte esa ropa ¿qué vas a hacer hoy? No tienes que ir a la empresa, ire yo o si quieres puedo quedarme contigo-
Negue- Ve, solo saldré a correr y luego volveré a dormir-
-¿Sola?-
Asentí.
-Fosforito, no quiero que te quedes sola hoy- acaricio mi mejilla -Me quedare y saldremos juntos-
-Necesito estar sola, lo necesito- le rogué y termino aceptando. Espero a que me cambiara y bajamos juntos, tenia la intención de despedirlo y de allí ir a correr.
Desde la sala apareció Víctor -¿Te vas?-
-No-
-¿Entonces? Amor ¿a donde vas?-
-A correr- me aferre al brazo del pelinegro.
-Mike ¿ira contigo?-
-Yo me voy a trabajar, se va a ir sola y regresara mas tarde-
Negó -no vas a ir sola Gianna-
-Tampoco te pregunte- lo deje y me fui sin decir mas.
Me coloque los audífonos, mientras la música sonaba me internaba mas en el bosque. Hacia frio y al parecer llovería pronto porque el clima se veía demasiado traicionero. Cuando el aire me falto, me detuve sosteniéndome de un árbol, las lagrimas no tardaron en aparecer, haciendo que cayera de rodillas en el medio de ese vasto lugar. Me rompí como solo yo sabia hacerlo.
Grite, como hace tanto lo hacia.
En silencio.
Alejada de todos.
En soledad.
Cuando la lluvia cayo y ya me sentía un poco mas aliviada decidí volver sobre mis pasos, esta vez caminando a un paso lento y hasta deprimente. Me detuve frente a las escaleras que llevaban al interior de la casa.
Mire todo alrededor, mis guardias estaban bajo el porche resguardándose de la tempestad, sus miradas solo expresaban tristeza, de verme asi. En uno de los ventanales apareció Víctor con una expresión de total preocupación, que cambio al verme.
Lo vi correr y salir de la mansión, al bajar y tenerlo frente a mi volví a caer en el lodo -Vamos dentro amor, vas a enfermarte-
-Quiero morir- susurre.
-¿Cómo?-
-Quiero morir- volví a decirlo -para ir con mi bebé, ella me necesita-
-No- determino -yo te necesito, Dante e Izan te necesitan. Gianna tienes que dejar que te curemos, o al menos déjanos intentarlo- me cargo -no voy a perderte-
-Estoy rota-
-Yo también- beso mi frente mientras ingresábamos dentro -pero duele menos cuando estas cerca-
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Okay... estamos bien? verdad?
Porque quiero seguir subiendo capítulos y quien sabe... hasta podría subir el final hoy.
