Una pequeña historia

16.3K 1.5K 36
                                    

Gianna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gianna...

Lo tuve todo, jodidamente lo tuve todo en su momento. 

Mi vida era maravillosa, tenia un chico que me amaba, del cual me enamore en mi adolescencia y se convirtió en mi esposo. Era lo mas parecido a lo que todas soñábamos de pequeñas. 

*Flashback*

Lo conocí en una fiesta de la preparatoria, esa noche en la que el alcohol era demasiado en mi sangre y termine en un baño tendida sobre el inodoro vomitando. Una mano detrás de mi espalda me daba pequeñas caricias. 

-¿Que tan roto debe estar tu corazón para beber tanto?- 

Me levante un poco, sacando mi cabeza del escusado -Creo que lo suficiente- 

-Wow, no sabia que las diosas vomitaban así- sonrió y los hoyuelos se marcaron en sus mejillas. 

Sonreí como pude pero volví a tener nauseas y continúe perdiendo mi dignidad en ese baño, con un hermoso chico rubio detrás que me consolaba. Al terminar, quise pararme pero mis piernas me fallaron, él me sostuvo. 

-Creo que voy a ser tu príncipe valiente esta vez-

-Si llego a casa en este estado- me recosté en su hombro -mis padres van a matarme- 

-¿Alguna amiga?- 

-Esta es la casa de una de ellas- le indique donde estaba la habitación y me llevo a ella, me recostó y antes de irse, le alcance a tomar la mano. -Quédate- 

-¿No le tienes miedo a un extraño?- enarco su ceja. 

Me encogí de hombros -Al menos me matara un chico sexy- 

Su risa lleno la habitación -¿Te parezco sexy?- 

-Si- hice una pausa- aprovecha ahora que estoy ebria, mañana no lo diré- 

-¿Mañana no seré sexy?- 

No respondí, él se coloco de cuclillas a mi lado tomando mi mano. Se inclino un poco llegando a mi oído -Lastima, porque yo mañana, seguiré igual de enamorado que ahora, y que recién, en el baño- 

Desde ese momento, no nos separamos jamás. Tal vez por obra del destino o por capricho, pero a ambos se nos hizo imposible ver un futuro sin el otro. Lo había logrado. 

Un hombre bueno, honesto y trabajador que me amaba y me cuidaba como si fuera lo mejor que le hubiera pasado en la vida. Un día, decidimos que eso no era suficiente y pasamos al siguiente escalón. 

Nos casamos. La ceremonia fue pequeña pero con las personas que queríamos, mientras caminaba al altar, podía ver como él se limpiaba las lagrimas en el dorso de su saco. 

-Te amare por el resto de mi vida- le dije cuando nos besamos. 

-El resto de la vida, me parece poco si estoy contigo- susurro él. 

Vendidos a la Killer Queen  (✔✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora