Máxima Inseguridad // Showki

Capítulo 5.

Holii, se supone que no debo actualizar hasta el lunes pero estoy emocionada de que la lean y de ver sus reacciones jsjsj, disfruten, lxs tkm <333

Pd: recuerden que Kihyun estuvo en una cárcel en Corea del Norte pero esa información logró borrarla de sus antecedentes y pudo ser policía. El expediente que Hyunwoo es información que nadie más tiene, la encontró con ayuda de sus contactos, que en ese momento eran Minhyuk y la mafia china. Explico porque ví que varias personas no entendían como pudo Kihyun ser policía, lamento no explicarlo bien en la primer temporada <3
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La humillación no le permitía levantar la mirada del suelo. Sus pies chocaban contra éste, confirmando que lo que estaba viviendo era real. Estaba en la cárcel. Era la segunda vez que entraba en una de estas. Y fue recibido de la peor forma posible. Los prisioneros lo escupían mientras los policías lo arrastraban hacía su celda. Caminaban en forma recta por el pasillo. Carcajadas, insultos y gritos se oían a su alrededor. Fue empujado dentro de la minúscula habitación. Acomodó sus pocas cosas encima de la cama vacía. Las paredes eran de un color gris, había una ventana diminuta, con barras de hierro en ella. En una esquina habían dos paredes que casi llegaban a la pared. Una de ellas era un poco más angosta, dejando un lugar en dónde tendría que haber una puerta. Allí dentro es en donde se encontraba el inodoro. Detrás suyo, podía sentir los ojos de su compañero clavados en su espalda. No iba a voltearse.

—¿Fuiste uno de los policías o de los prisioneros?

Kihyun no descifraba si la pregunta formulada por su nuevo compañero era en burla o no.

—¿Te sorprendería si dijera que los dos?

La corta risa que este lanzó sí que fue en burla. Lo escuchó levantarse de la cama y dar dos pasos hacia él. Su mano se cerró en un puño, preparado para defenderse.

—No voy a atacarte, a no ser que me des razones para hacerlo.

Finalmente, decidió voltearse. La actitud de ese hombre era demasiado diferente a su rostro. Tenía unas mejillas grandes y unos ojos pequeños que lo observaban con dureza. Su cabello era de un color blanco.

—Soy Yoo Kihyun.

—Me llamo Lee Jooheon - Respondió en un milisegundo. Volvió a su colchón y apoyó la espalda en él.

Kihyun asintió, sin saber que responder. Quería seguir con lo suyo pero los ojos del hombre que tenía enfrente no se lo permitía. —¿Sucede algo?

—Eres demasiado bonito para estar en la cárcel.

—Bueno, ojalá el juez hubiera pensado lo mismo - Rodó los ojos y esta vez sí decidió voltearse a preparar su cama.

—No te conviene hablar conmigo de esa manera — Canturreó detrás suyo.

—Yo voy a hablar como se me dé la gana.

La respuesta salió automáticamente de sus labios. Sabía que había metido la pata cuando un silencio profundo se formó. De pronto, su cara chocó contra la pared. La mano del tal Jooheon hacía presión en su cabeza. Forcejeó para poder soltarse pero el cuerpo del otro aplastaba el suyo. El peliblanco no le ganaba mucho en altura o musculatura pero su fuerza era increíble.

—¿En serio te crees tan poderoso? Mírate, estás en una cárcel de mierda y ni siquiera puedes defenderte.

A Kihyun le dolía la nariz y el cuello, sus ojos ardían por las lágrimas. Pocos segundos después, Jooheon lo soltó. El pelinegro se arregló el uniforme y el cabello. Se sentía tan avergonzado que no volvió a mirarlo a los ojos en todo el día. El peliblanco tampoco tuvo la intención de decirle algunas palabras, solo quedó recostado en su colchón. Luego de un par de horas, una campana sonó. Kihyun vió como su compañero se levantaba y esperaba delante de la celda a que esta se abriera. Supuso que era la hora del almuerzo o la hora para salir al patio. Soltando chirridos ruidosos, la puerta de la celda quedó abierta. Jooheon soltó una carcajada espeluznante y dijo: —Buena suerte en tu primer día.