Epílogo

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Kihyun cerró los ojos al sentir la brisa chocando con su rostro. Era casi la misma que había sentido hace alrededor de tres años. Abrió los ojos solo para observar sus dedos del pie enterrados en la arena húmeda. Sí, era casi igual. Casi porque ahora no tenía a un gigante ex convicto a su lado. Ya no era Hyunwoo el que tomaba su mano mientras miraban el mar. Ahora era Jooheon. Y su mano estaba posada en su espalda.

—¿Aquí estuvieron luego de escaparse? - Preguntó este en un susurro, como si temiera interrumpir el sonido de las olas chocando frecuentemente.

—Queríamos pasar un tiempo en la playa antes de empezar nuestro negocio en Canadá.

—Es un hermoso lugar - Asintió el peliblanco.

—A Hyunwoo le encantaba - Una sonrisa se formó en su cara.

Aún lo recuerdo corriendo hacia las olas, con esa sonrisa estúpida en su cara. Parecía un niño de cinco años pero entendí que luego de pasar años en la cárcel, esto era lo mejor que le había pasado. Salía del mar totalmente cansado y se devoraba todo lo que estaba en su alcance. Lo que más increíble era que por más que me avergonzara su comportamiento, lo único que hice fue enamorarme aún más de él. En estas mismas playas, a la luz de la luna, me contó sus secretos más oscuros. Lo he visto llorar por primera vez en este lugar, exactamente sobre las piedras en esa colina de arena.

Su voz se quebró en la última oración, pero decidió seguir hablando. —Me enamoré de él y creí que ese amor iba a durar para siempre. Fuí un estúpido al pensar así. Me volví tan adicto al poder que lo dejé de lado, a pesar de amarlo. Lo amaba y lo amo, me voy a arrepentir toda la vida por no valorarlo.

A éstas alturas, el rostro del mayor estaba repleto de lágrimas. Se calló y tragó saliva, sintiendo un fuerte nudo en la garganta.

—No creo que seas el malo de la historia - Dijo Jooheon aprovechando el minuto de silencio del otro.

—Eres humano, Kihyun. Es totalmente normal cometer errores como esos. Quizás vayas a lastimar a decenas de personas más y también muchas te lastimen a ti. Nadie nació con conocimientos sobre el amor, los sentimientos y las relaciones.

—Por culpa de ese error, él está muerto.

—¿Crees que si tu relación era buena en ese momento, el FBI nunca te hubiera capturado?¿Crees que Wonho no hubiera caído en los pies de Hyungwon?¿Crees que Hyunwoo no se hubiera metido con Alexandra?¿Crees que ella le hubiera disparado a otra persona? Es muy poco probable que algo hubiera cambiado, Kihyun. Ella estaba totalmente obsesionada con Hyunwoo, al único que le dispararía era a ti, y Hyunwoo se habría metido en el medio solo para salvarte, sin dudarlo.

El nombrado lo pensó durante unos momentos. Jooheon sabía decir las palabras correctas en el momento correcto. Sintió como la mano de este rodeaba la suya. Cerró los ojos y sus lágrimas cayeron de nuevo. Su tacto era reconfortante pero no podía compararse con el de Hyunwoo. Se sentía terrible. Sabía de sobra lo mal que estaba comparar a Jooheon con su ex novio, pero era inevitable.

—Lamento que tengas que soportar todo esto.

Jooheon sintió que su corazón se partía en pedazos. Llevó una mano a su barbilla y lo obligó a mirarlo. Limpió sus lágrimas con sus dedos pulgares.

—Nunca jamás vuelvas a decir que yo tengo que soportarte. Estoy aquí a tu lado porque estás herido y necesitas a alguien. Y créeme que soy la persona más feliz del mundo por estar aquí sentado. No necesito nada más y tampoco voy a obligarte a ocultar lo que sientes.

Dichas palabras fueron suficientes para que Kihyun posara los labios sobre los de Jooheon. Fue un beso simple. Incluso dulce. Kihyun se separó y lo miró a los ojos. No fue tan mala persona si el universo lo había hecho coincidir con Jooheon, ¿verdad? Estaba agradecido de poder conocer su lado sensible y compañero, a pesar de que también le gustaba su lado lunático.

Máxima Inseguridad // ShowkiOù les histoires vivent. Découvrez maintenant