Capítulo 12.

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Kihyun esperó hasta que Jooheon le hiciera una señal. Poco después, este lo hizo. El pelinegro asintió y caminó hasta los baños. Llevaba su toalla y una pequeña bolsa con los productos que usaba. Estaba nervioso, pero haría lo que fuera necesario para ganar. Necesitaba una victoria después de tanto tiempo perdiendo. Entró a los baños en silencio. Estaba vacío. Excepto por un silbido que provenía casi desde lo último. Era el momento. Kihyun ignoró los primeros baños y caminó hasta los últimos. Allí estaba James. Por más que odiara admitirlo, el hombre no era tan horrible. Era europeo al igual que Aidan. Tenía unos ojos celestes como el cielo, su cabeza estaba rapada pero se notaba que su cabello era muy rubio, casi blanco. Tenía tatuajes en el rostro. Kihyun intentaba encontrar puntos atractivos en él para que su "tarea" fuera mucho más sencilla.

Se detuvo en la misma hilera de baños en el que se encontraba el hombre. Pudo notar que James lo observó unos segundos. Kihyun rodó los ojos, dándole a entender que le molestaba su presencia. Se posicionó frente a uno de los primeros espejos de la fila mientras que James estaba en el último. La distancia entre ellos no era mucha. Kihyun se mojó las manos con el agua del grifo y se mojó el cabello con ellas. Se lo peinó hacia atrás. Él sabía que era mucho más atractivo con el pelo así. Lo próximo que hizo fue quitarse la parte superior del uniforme. Su remera blanca desapareció también. Se miró en el espejo. Seguía repitiéndose a sí mismo que podría hacerlo. Miró hacia su costado y se encontró con el rubio, inspeccionando su cuerpo.

—¿Tienes algún problema? - Preguntó con desinterés. Siguió mirándose al espejo.

Oyó como James bufó, medio riéndose de él. Kihyun frunció el ceño y cuando estaba por preguntarle de que se reía, se encontró con el rubio desnudo. Ahora sí que Kihyun le había encontrado algo atractivo. Y grande. Desvió la mirada. Escuchó como este caminaba hasta la ducha y abría el paso del agua. James comenzó a ducharse pero en ningún momento cerró la cortina. Estaba permitiendo que él lo viera. Sintió como sus mejillas se sonrojaban. Ya no se trataba de distraer, si no que ahora de trataba sobre disfrutar. El pelinegro se quitó los pantalones y la ropa interior. Mediante el espejo podía ver como el rubio lo observaba de arriba a abajo. Kihyun no podía dejar de ver como el agua caía por su cuerpo. No pudo aguantarlo más, entró a la ducha con él.

De inmediato sintió una mano en su nuca y los labios del rubio sobre su cuello. Kihyun pasaba las manos por el abdomen y la espalda húmeda. Podía sentir lo muy excitado que James estaba, él estaba casi igual. Los besos en el cuello ahora se transformaron en suaves mordidas. La mano de Kihyun se transportó por todo el cuerpo de James hasta llegar a su miembro. Hizo movimientos que lograron que el hombre gimiera gravemente en su oído. Poco faltó para que el hombre lo volteara y recostara contra la pared. Sus movimientos de caderas eran increíbles. El pelinegro no podía callar sus gemidos. El rubio al parecer tampoco. En unos minutos, los dos habían llegado al orgasmo.

Kihyun salió de esa ducha y se metió a otra. Escuchaba como el rubio se seguía duchando. Terminó de ducharse casi al mismo tiempo que él. Abrió la cortina y pegó un salto al ver a Jooheon parado al lado del espejo en donde sus pertenencias se encontraban. Kihyun se cubrió con la cortina, viendo su toalla al lado del peliblanco. Lo último que quería era que Jooheon lo viera desnudo. Este lo observaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido. James salió de la ducha con la toalla enrollada en su cintura. Miró a Jooheon un segundo y siguió con lo suyo. Kihyun suspiró y caminó hasta los lavamanos para conseguir su toalla. Pudo notar la mirada de Jooheon bajando por todo su cuerpo. Se apresuró en taparse con la toalla. Este negó con la cabeza y salió del lugar. El pelinegro se terminó de secar y vestir. Salió del baño, encontrando a Jooheon parado en la puerta. Lo siguió en silencio hasta que se alejaron lo suficiente.

—Creo que no fue tan difícil distraerlo, ¿verdad?

Kihyun dejó de caminar en ese instante. Jooheon, quien soltó esas palabras de forma despectiva, frenó también. Volteó para observar al pelinegro.

Máxima Inseguridad // ShowkiWhere stories live. Discover now