Capítulo final. Parte 1.

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A su izquierda, las dos camionetas grises aparecieron por la entrada del segundo piso. En la gran camioneta negra de Hyungwon, se deslizó la puerta que estaba delante de ellos. Tres hombres salieron de allí. Llevaban rifles de asalto tan grandes que debían tomarlos con ambas manos. Los disparos no tardaron en aparecer. Le disparaban a la primer camioneta ya que la segunda estaba cubrida por esta. Cuando los hombres empezaron a cubrirlos, ellos bajaron de la camioneta uno por uno, pegando un pequeño salto. Con las armas cargadas y en cada mano, comenzaron a correr. Cien metros, quizás doscientos. No era mucha distancia. La gente en la segunda camioneta consiguió un pequeño espacio para dispararles. Kihyun corría echando cortos vistazos a las camionetas. Quería verla. Quería que Alexandra se animara a sacar la cabeza de la blindada camioneta. Los disparos lo estaban por dejar sordo, eran tan cercanos que oía un eco en su cabeza cada vez que se apretaba un gatillo. Las balas volaban sobre los autos estacionados e incluso algunas rompían las ventanas o se incrustaban en estos.

Delante suyo podía ver a Wonho y Changkyun. Hyunwoo estaba a su lado derecho. Detrás oía a Jooheon respirando agitadamente. Los hombres de Hyungwon se quedaron sin balas y comenzaron a recargar. Todavía les faltaba más de la mitad. Ahora les tocaba a ellos cubrirse. Kihyun frenó y comenzó a disparar a ambas camionetas, una con cada arma. Se inclinó un poco para que los autos frente suyo pudieran cubrir su cuerpo. Los otros cuatro se detuvieron y dispararon también. En menos de un minuto, los hombres cargaron sus armas otra vez. Kihyun y los demás bajaron sus armas al momento que los hombres volvieron a disparar. Siguieron corriendo. Esta vez la delantera la tenía Changkyun mientras que los últimos dos eran Jooheon y Hyunwoo. Un gemido de dolor se escuchó detrás suyo. Apenas pudo oírlo por el ensordecedor ruido de las balas, pero lo oyó. Volteó mientras reducía la velocidad. Jooheon presionaba una zona de su muslo mientras corría con dificultad. La sangre brotaba de su herida y su mano se tiñó de rojo.

Hyunwoo notó que Kihyun miraba hacia atrás y observó para la misma dirección. Se detuvo y se acercó a Jooheon. Tomó su brazo y lo pasó sobre su cuello para ayudarlo a correr mejor. Kihyun se sintió un poco más aliviado. Sin embargo, la preocupación volvió cuando una bala rozó su cuerpo, siguiendo de largo y, finalmente, se introdujo en el hombro de Changkyun. La sangre chorreaba de su herida mientras caía al suelo, llevando su mano a la zona lastimada. Wonho y Kihyun lo levantaron. El más grande puso uno de sus brazos debajo del cuello de Changkyun y el otro bajo sus rodillas. Lo cargó y corrió con él. Kihyun siguió corriendo, observando a ambos pares de personas. Temía ser herido y que ninguno de los cuatro pudiera ayudarlo.

Wonho y Changkyun fueron los primeros en entrar. Kihyun saltó dentro de la camioneta también. Se encontró con Hyungwon, llevaba el cabello rosado y algo desordenado. Estaba sentado en el único asiento que había en la zona trasera de la camioneta. Tenía las piernas cruzadas y los miraba con total tranquilidad. Cuatro hombres más se encontraban a su lado, cargando los rifles. Dos de ellos se acercaron a la puerta cuando Hyunwoo llegó con Jooheon. Los apuntaron a ambos con el arma, sin permitirles subir. Fuera, los otros tres seguían disparando contra las camionetas grises y viceversa. Kihyun se levantó y le habló a Hyungwon.

—¿Qué están haciendo? - Le gritó para que se oyera su voz sobre los ruidos.

—Dije que podían subir tres personas. No cuatro.

—Hay espacio suficiente - Exclamó Wonho, mientras observaba la escena preocupado.

Changkyun se presionaba la herida en silencio. Debía estar sintiendo muchísimo dolor, lo podía ver en su expresión. Hyunwoo intentó pasar por el medio de los dos hombres pero uno de estos le dió con la parte trasera del rifle en el rostro. No podían entrar a la fuerza. Ellos tres tampoco podían intentar nada desde adentro, aún habían dos hombres al lado del pelirrosa que los apuntaban.

Máxima Inseguridad // ShowkiOù les histoires vivent. Découvrez maintenant