Capítulo 8.

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Una mano sacudió todo su cuerpo. Abrió los ojos y se sentó en el colchón repentinamente. Jooheon retiró la mano de su brazo, y se volteó. "Sal al patio cuando estés preparado" fue lo único que dijo, sin explicación alguna. Lo observó salir con perplejidad. ¿Ya era la pelea?¿En qué momento habían abierto las celdas? Salió de la cama y se colocó sus zapatillas. Se subió las mangas del uniforme, doblándolas para asegurarse de que no se cayeran. Hizo un par de ejercicios de estiramientos. Se tocó la cara con las manos varias veces, intentando ahuyentar su somnolencia. Debía ser rápido, tenaz. Caminó por los pasillos oscuros hasta poder ver la luz de la luna. El patio estaba lleno, parecía como si toda la cárcel estuviera allí. Los prisioneros habían movido las gradas para poder pararse sobre ellas y ver la pelea. Sólo un pequeño centro estaba vacío. Pasó por el medio de la multitud hasta llegar a dicho lugar.

—Ha llegado - gritó un hombre desde algún lugar.

Jooheon lo miró y se acercó enseguida.

—Kihyun, no te ha tocado un oponente muy difícil, esto debe ser pan comido para ti.

Dejó de ver al peliblanco para observar a su oponente. Era alto. Demasiado. Sus ojos revoloteaban de un lado al otro. Bien, estaba inseguro, debía usar esa ventaja para ganarle. Asentía a todo lo que decía Jooheon, a pesar de no estarle prestando mucha atención. Sus ojos estaban clavados en el hombre alto. Kihyun sabía que iba a destrozarlo. Se veía totalmente capaz de hacerlo. Un minuto pasó y ambos se encontraron a solo unos metros del otro, preparados para empezar la pelea. El pelinegro estaba tan concentrado que apenas notó al hombre que se encontraba parado casi en el centro. Changkyun tenía las manos elevadas en señal de alto. Kihyun lo miró con interrogación.

—Jooheon, tengo un plan para ti - Exclamó alzando la voz para que todos pudieran oírlo.

El nombrado lo observó con la mano en la barbilla durante unos segundos hasta que asintió y se acercó.

Me ofrezco a ser el oponente de Kihyun.

Veía la satisfacción en su rostro, él realmente quería atacarlo. Jooheon volvió a pensarlo pero esta vez sus ojos estaban enfocados en Kihyun. Este evitó su mirada. No quería enfrentarse a él, pero no porque le tuviera cariño, si no porque temía perder. Changkyun era buenísimo peleando, demasiado ágil.

—¿Y qué se lleva el ganador? - Preguntó Kihyun, esperando a que Jooheon se negara.

—El que gana, entra en el grupo de Jooheon, el perdedor se queda afuera.

—Solo yo puedo decidir eso - Rechazó la oferta el líder del grupo

—Por favor, Jooheon, sabes que así es mucho más interesante esta pelea.

El peliblanco no tuvo tiempo de decidir ya que los prisioneros de alrededor empezaron a gritar para que la pelea comience. No le quedó otra opción que aceptar la oferta. Les pidió a ambos que se preparen y les aclaró que era una pelea libre, en donde todo valía. Kihyun elevó sus puños, preparado para pelear. Changkyun tenía las manos a sus costados pero lo miraba desafiante.

—Comiencen - Exclamó Jooheon y, seguido de él, los vitores de los prisioneros.

Al principio, ninguno se acercaba al otro. Changkyun fue el primero que intento atacar pero Kihyun lo esquivó y le metió un puñetazo primero. El golpeado se recuperó rápido y le devolvió el golpe en su rostro. Kihyun usó su pierna izquierda esta vez. Enganchó la pierna de Changkyun y, con un leve movimiento, lo hizo trastabillar. Sin embargo, el otro usó su pierna libre para propinarle un rodillazo en la nariz al pelinegro, que lo dejó mareado por unos segundos. Changkyun aprovechó ese tiempo y le dió otro golpe en el rostro. Kihyun no se iba a dejar ganar tan fácil. Con sus brazos, rodeó la cintura de Changkyun. Haciendo una fuerza increíble, logró derribarlo. Se posicionó arriba de él, sin parar de darle puñetazos. Uno tras otro. Changkyun intentaba liberarse pero le parecía imposible. Hasta que su mano alcanzó el cabello de Kihyun. Jaló su cabello y su cabeza se estiró hacia atrás. Sin pensarlo, lo tiró hacia un costado. Pronto, los dos estaban de pie otra vez. El menor empezó a darle patadas a Kihyun, quien a pesar de que esquivaba algunas, otras terminaban dándole. Este espero a que Changkyun se cansara y le dió un rodillazo en la entrepierna. El pelinegro cayó al suelo. Su rostro no dejaba de sangrar. Kihyun le dió otro rodillazo en el estómago, dejándolo sin aire. Volvió a darle puñetazos. Su mano dolía. No le importaba. Su sangre hervía de rabia. Su cabeza no pensaba. Kihyun no se daba cuenta de que lo estaba por matar a golpes. Cuando su mente por fin entendió lo que ocurría, frenó. Changkyun se veía muy mal. Kihyun se dió la vuelta, mirando a Jooheon. Había ganado. O eso creía. Un brazo le rodeó el cuello, sin darle tiempo a defenderse. Changkyun lo estaba ahorcando. Kihyun pataleaba y movía todo su cuerpo pero nada ocurría. El aire no pasaba por su garganta. Sentía su rostro muy caliente. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Su nariz ardía por la falta de oxígeno. Y, de pronto, todo se volvió negro.

Máxima Inseguridad // ShowkiWhere stories live. Discover now