Echo a perder un autobús

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Pov Percy

No tomó mucho tiempo el empacar, la tienda del campamento me prestó cien dólares en dinero mortal y veinte dracmas de oro....bueno serían diecinueve si contamos el que utilicé para el mensaje de Iris, de todas formas estas bellezas serían perfectas para transacciones no mortales. Quirón nos dio a Annabeth y a mí una cantimplora llena de néctar y una bolsa de plástico con cierre hermético llena de ambrosía, para ser utilizados sólo en casos de emergencia, por si resultáramos gravemente heridos, Quirón nos recordó que esto era comida de dioses, nos curaría de casi cualquier lesión, pero era letal para los mortales, demasiado pondría a un mestizo muy, muy caliente, una sobredosis los quemaría, si tan solo supiera que puedo curar cualquier herida. Annabeth traía su mágica gorra de los Yankees, llevaba un libro sobre la arquitectura clásica famosa, escrito en griego antiguo, de acuerdo a ella era para leer cuando se aburriera, y un largo cuchillo de bronce, escondido en la manga de su camisa. Grover usaba sus pies postizos y sus pantalones para pasar por humano. Llevaba una gorra verde con rastas, su mochila de color naranja brillante estaba llena de chucherías y manzanas para merendar, en su bolsillo había un conjunto de flautillas de caña que su padre cabrío había tallado para él, aun así sólo sabía dos canciones.  Dijimos adiós a los otros campistas, tomamos un último vistazo a los campos de fresas, al océano, y a la casa grande, luego subimos la colina mestiza hasta el alto pino donde estaba Thalía, la hija de Zeus. Quirón nos estaba esperando en su silla de ruedas, junto a él estaba Argos, el es el jefe de seguridad del campamento, se supone que tendría ojos en todo su cuerpo, así él nunca podría ser sorprendido, sin embargo vestía un uniforme de chófer, por lo que sólo podía ver ojos extra en sus manos, cara y cuello.

Quirón: Este es Argos, él los llevará a la ciudad, y...bueno... vigilará las cosas

Oí pasos detrás de nosotros, voltee y vi a Luke subía corriendo la colina, con un par de zapatillas de baloncesto

Luke: ¡Ey! me alegro de alcanzarlos

Annabeth se ruborizó, de la forma que siempre lo hacía cuando Luke estaba con nosotros, eso me entristeció en mis adentros, pero no dejaría que mis emociones se filtren, siempre estaba en guardia

Luke: Solo quería desearles suerte, y pensé que tal vez podrían utilizar estas -Me dió las zapatillas -¡Maia! -Alas blancas salieron de la parte de los talones, las puse en el suelo

Grover: ¡Genial!

Luke: Esos me sirvieron de mucho cuando yo estaba en mi búsqueda, me las regaló papá, por supuesto, yo no los uso mucho en estos días -Lo dijo con expresión triste, podrá engañar a los demás pero a mí no, sus emociones no eran sinceras, su aura estaba repleta de oscuridad y los zapatos de me dió tenían una maldición.

Percy: Gracias -dij on una falsa sonrisa

Luke: Escucha Percy....muchas esperanzas están puestas en tí.......así que mata unos cuantos monstruos por mí ¿de acuerdo?

Simplemente asentí y me alejé un poco, vi como se despedía de Grover y Annabeth, ella casi se desmaya cuando la abrazó, eso me hizo sentir un poco celoso pero nada que yo no pueda controlar. Recogí los zapatos, aunque podría utilizarlos y los ataques de Zeus no me harían nada, nuestro acuerdo solo me permitía surcar por lo aires cuando sea extremadamente necesario, por lo tanto lo mejor sería mantenerme en el ojo bueno de Zeus

Percy: Grover, te los estoy encargando, no puedo usarlos pero supongo que tu si -Le dí los zapatos, con entusiasmo se las amarró a los pies falsos

Grover: ¡Maia! - Él despego bien, pero luego cayó hacia un lado de forma que su mochila se arrastro por la hierba, los zapatos con alas se mantuvieron yendo arriba y abajo como pequeños potros.

Percy Jackson Campeón de Caos (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora