Las sirenitas

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Pov Percy

 Avanzábamos entre las olas a unos diez nudos, teníamos el viento a favor, las olas rompiendo contra la proa, todo era tan tranquilo, navegamos toda la noche, de ves en cuando Annabeth quería ayudarme en el puesto de mando, pero navegar no era lo suyo, al menos no en un principio, primero le curé toda nausea o malestar generada por el movimiento del barco, luego repasamos la teoría, que cabos tensar, que velas izar, como realizar la correcta navegación, luego la dejé navegar por un rato sola, bajo mi supervisión claramente, cuando se cansó se fué a recostar en una hamaca.  Yo observaba el horizonte, divisé monstruos más de una vez, vi un penacho de agua tan alto como un rascacielos elevándose a la luz de la luna, luego una hilera de púas verdes se deslizó entre las olas: un reptil, de unos treinta metros de largo; también llegué a ver nereidas, los brillantes espíritus femeninos del agua

Poco después de medianoche, Annabeth subió a cubierta, precisamente en aquel momento pasábamos junto a una isla con un volcán humeante, el agua en torno a la orilla burbujeaba y despedía vapor

Annabeth: Una de las fraguas de Hefesto, donde construye sus monstruos de metal

Percy: Autómatas, ese es su nombre

 Nos alejamos de la isla y muy pronto no fue más que un borrón de neblina roja a popa, fuimos a una hamaca grande, y nos acurrucamos, abrazándonos cariñosamente, mientras yo cepillaba su pelo con mis dedos ella se quedó dormida, con una sonrisa en su bello rostro, en un punto yo también me quedé dormido

Me encontré de nuevo en el camarote de Luke, a bordo del Princesa Andrómeda, las cortinas estaban abiertas, fuera era de noche, y el aire se fue llenando de sombras, de voces que susurraban a mi alrededor, eran los espíritus de los muertos

Espíritus: ¡Cuidado! -murmuraban -trampas, engaños

El sarcófago de oro de Kronos emitía un leve resplandor, era la única luz en todo el camarote, una fría risa chocó con migo, parecía proceder de un lugar situado muy por debajo del barco. 

Kronos: No tienes el valor suficiente, joven. No podrás detenerme

Los fantasmas se arremolinaron en torno a mi cuerpo como un tornado "¡Cuidado!" murmuraban

Thalía: ¿Y bien Percy? -me di la vuelta y ahí estaba una de las chicas más bellas que conozco, Thalía mi princesa -¿y bien? ¿vas a detenerlo, sí o no? -me voltee hacia el sarcófago, una sonrisa  burlesca se formó en mis labios

Percy: Buen plan querido abuelo, controlar a los espíritus del sueño, induciéndonos a este con el fin de liberarte.......¿acaso crees que no me daría cuenta que el hecho de abrir tu sarcófago simbolizaría tu liberación de tu prisión, o al menos apresurar tu regreso?

Thalía: ¿A que te refieres?

Percy: Todo esto es un plan orquestado por el abuelo, usando a los espíritus del sueño, el no tiene autoridad divina sobre ellos, por lo que solo queda la sospecha de que uno de los dioses del sueño lo está apoyando, el trata de convencerlos, tentándonos a abrir el sarcófago y liberar su alma, acelerando su regreso. Pero el no esperó que descubriera su plan ¿no es así abuelo? -una ráfaga de aire sacudió todo en el barco, el odio estaba en el, rápidamente nos protegí. Me voltee hacia Thalía y la abracé -No te preocupes mi princesa, me encargaré de aquí en adelante -le di un beso en la frente -descansa -con eso y una sonrisa final, Thalía se desvaneció, voltee hacia el sarcófago -y ahora, anciano, me encargaré de ti -alcé mi mano y un circulo mágico se formó, cadenas de magia se formaron alrededor de sarcófago, aprisionándolo

Kronos: ¡¡MALDITO SEAS PERSEO JACKSON!! ¡TE MALDIGO POR METERTE EN MI CAMINO! -con eso el sueño terminó y desperté

Annabeth: Percy, levántate

Percy Jackson Campeón de Caos (Reescribiendo)Where stories live. Discover now