02

1K 65 10
                                    

Durante varios días seguidos, Michelle nos estuvo explicando más sobre el hombre al que llamaban El Calavera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Durante varios días seguidos, Michelle nos estuvo explicando más sobre el hombre al que llamaban El Calavera.

Nuestro trabajo era obvio, atraparlo. Pero no podía ser todo tan simple, se necesitaba un plan. Al ser un tipo importante, tendrá contactos en todos lados, y por lo tanto, también tendrá gente que lo proteja.

Para hacer una misión tan importante como lo es esta, se tienen que tener dos cosas: la primera, ser bueno en lo que haces. Se necesita un talento natural. Se necesita saber pelear y mentir con naturalidad, por suerte, ambas se me daban bastante bien. Y la segunda, una buena conexión con tu compañero. Para mí esta es la más importante. La misión no saldrá bien si tú y tu compañero no se llevan bien, necesitan entenderse, comunicarse. Jack y yo no tenemos está última. Ese hombre es capaz de dejarme tirada aunque necesite de su ayuda, y la verdad, yo también haría lo mismo con él.

Ahora los tres estábamos en la oficina de Michelle, escuchándola con atención. Nos entrego unos documentos personales.

—Os tengo sus cosas listas. Borraremos sus datos de toda red posible. Solo os cambiaremos los apellidos.

—Okey, pero ¿cómo nos presentaremos?

—Oh, eso ya lo tengo listo — dijo sonriendo con burla. Nos señaló las carpetas con un movimiento de cabeza. Las abrimos y empezamos a leer su contenido — Tú serás una empresaria importante que trabaja en Alemania y tú, su guardaespaldas.

Oprimí mis labios, aguantando una risa.

—Estás de coña ¿verdad?

—La otra opción era haceros esposos ¿te apetece esa?

Noté que Jack iba a hablar. Supuse que daría la misma respuesta que yo, así que me adelanté.

—No, así déjalo. Ya deja de estar de chillón.

—Ahora, descubrimos que hará una fiesta fuera de la ciudad, os enviaremos ahí, tendréis un hotel y os meteréis en su personaje.

—Ese ya no será problema para Masías, ella ya es una presumida.

Chasquee la lengua y lo miré con enojo.

Minutos después de aclarar algunas dudas, Conway se fue de la oficina dejándonos a mí y a mi amiga solas.

—¿Es enserio que no pudiste escoger a otro para que me acompañara? Hasta te acepto a Volkov.

—Eso lo sé, pero tenéis que aprender a llevaros bien, sois compañeros.

—Pues ya no tengo de otra.

Note como tomó algo de su escritorio, salió de su silla y caminó hacia mí.

—Los boletos de avión — me dijo, extendiéndomelos.

—Ay Dios, ya en tres días — leí en el papel.

The mission || Jack ConwayWhere stories live. Discover now