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Victoria Masías

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Victoria Masías

Después de salir del baño y darme uno que otro retoque en el maquillaje, caminé hacia la piscina en busca de Jack. Me sorprendió que hubiera un círculo de personas soltando gritos de asombro. Sin ver a Jack y esperando encontrarlo pronto, me acerqué a ese círculo para ver cuál era el alboroto.

—No chingues... — susurré para mí. Jack estaba peleando con otro hombre de cabello rubio.

Mi compañero estaba arriba de él, pero el rubio logró tirarlo, ocasionando que Conway recibiera todos los golpes, su cara estaba roja y salía sangre de su nariz, boca y ceja.

Un dolor se originó en mi estómago por verlo así y, sin dudarlo, me puse detrás del rubio para quitárselo de encima.

—¿Qué coño está pasando? — escuché que decía Jacob, cerca nuestro.

Con muchísimo esfuerzo, logré quitarlo, pero este se hizo más para atrás, llevándome a la orilla de la alberca, me tambalee y sin poder mantener el equilibrio, caí al agua. Escuchando de nuevo unos gritos ahogados, pero siendo tapados por el agua.

Salí a flote y miré al rubio furiosa. Este ya estaba siendo agarrado por otros dos hombres, y Jack me estaba viendo con aires de preocupación. Empecé a nadar hacía las escaleras y Conway se acercó a la orilla, empecé a subirlas, me extendió la mano y yo la tomé.

Señalé al hombre que provocó esta ridícula caída. Estaba completamente mojada y el maquillaje lo más seguro es que estuviera corrido.

—¡Hey, tú! — le grité a quién que me tiró. Tenía sangre en la cara debido a unas heridas — ¡pinche güero desabrido! ¿Estás pendejo o te haces? — le grité irritada. Las copas que había tomado antes en la reunión de chicas se me bajaron de golpe.

—Fue solo un accidente, señora — se rió.

—¡Ah, y te sigues burlando, pendejo!

Después miré a Jack. Estaba menos lastimado que el rubio, pero de su ceja y labio seguía saliendo un hilo de sangre.

—¿Qué chingados pasó?

—¿Qué cojones os pasa? — me siguió Jacob, poniéndose detrás mía.

Jack, con rapidez, se quitó su saco y me lo puso en los hombros.

—Lo que pasa es que su guardaespaldas me ha metido una hostia — hizo un movimiento chistoso, imitando cómo es que le había pegado Conway.

The mission || Jack ConwayWhere stories live. Discover now