Victoria Masías es una mujer que trabaja para el CNI con un muy buen puesto como espía para infiltraciones. Lo único malo que ve en esto es que cada día tiene que ver a Jack Conway, el hombre que la saca de sus casillas.
Por decisiones y casualidade...
La neta no sé cuándo volveré a tener chance para subir otro capítulo porque ya entro a la escuela. Ténganme paciencia y quiéranme mucho 😔
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Victoria Masías
Al día siguiente era el último baile y nuestra última oportunidad para poder atrapar al Calavera.
Jack ya estaba listo y dijo que iría a arreglar el coche. Yo seguía en la habitación, dándome los últimos retoques.
El vestido rojo que me había dado Conway me quedó a la perfección, ni muy apretado y ni muy flojo. Mi cabello castaño estaba peinado en unas ligeras ondas y con un maquillaje que combinaba bastante bien.
Salí de la habitación y fui directo a la salida del hotel.
Ahí estaba mi compañero, recargado en el carro con su pulcro traje negro y una corbata roja, que combinaba con mi vestido.
Ya me estaba haciendo a la idea de que probablemente nunca lo atrapemos. Michelle ya tenía la suficiente información para poder hacerlo en otro momento. Teníamos los lugares en donde él iría si es que todo su plan se sale de control, tenemos a sus socios, lo que hacen y como lo hacen. Todo gracias a los documentos que encontramos cuando fuimos a su mansión.
Jack no se había dado cuenta de mi presencia porque estaba acomodando su reloj con mucha atención.
—Estoy lista — le hablé agitando un poco mis manos.
Conway levantó su mirada y noté como sus ojos se abrieron un poco. Le sonreí burlona.
—¿Te comió la lengua el gato?
Ladeó su cabeza.
—Ahora mismo, desearía que me la comieras tú.
Entreabrí mi boca sorprendida por ese comentario inesperado y le di un golpe en el hombro, provocando que soltara una risa.
Después me abrió la puerta del coche y partimos al lugar del baile.
Cuando llegamos, no pude evitar preguntarme cómo es que consigue estos sitios.
Estaba muy a las afueras de la ciudad, empezaba a hacer frío y el aire se sentía húmedo. Parecía un gran castillo hecho de piedra. Al frente había un lindo jardín con estatuas y la puerta era enorme de madera oscura.
Ya no sabía que esperarme del interior.
Tomé el brazo de Jack y nos adentramos al bonito castillo.
