08

837 73 12
                                    

Era hora de irnos de este hotel para llegar a la otra localización que era cerca de una playa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era hora de irnos de este hotel para llegar a la otra localización que era cerca de una playa.
Ya estábamos con las maletas afuera, dejando las llaves en la recepción.
Jack cargó una maleta y se dio la vuelta, dándome la espalda. Le di un rápido recorrido a su cuerpo y no pude evitar recordarlo desnudo, eso hizo que me pusiera nerviosa y un poco sonrojada.

—¡Victoria! — Chillaron mi nombre. Era una voz irritante de una mujer. Mi vista se dirigió a ella, venía con el paso apresurado y agitando su mano con efusividad.

Jack se volteó nuevamente hacia mí y me miró sin entender. Yo no pude explicarle pues mi antigua amiga ya estaba con nosotros.

—¡Ay, amiga, cuánto tiempo! — me saludó dándome un abrazo que me tomó por sorpresa. Jack frunció el ceño y yo lo miré pidiendo ayuda.

—Hola, Pao — le respondí cuando se separó, dedicándole una sonrisa falsa.

Paola era mi compañera en preparatoria y universidad. Yo estaba harta de ella pues siempre quería llamar la atención de todos los que me rodeaban, lo que me molestaba más es que lo lograba. Después, gracias a Dios, nos separamos.

Le di un vistazo rápido a su ropa. Llevaba un vestido azul cielo que combinaba muy bien con su cabello café y sus zapatos blancos. Era muy bonita, lo que provocó que los hombres voltearan a verla, incluso Jack no se resistió y eso removió algo en mí. Me sentía insignificante a un lado suyo.

—¿Cómo te ha tratado la vida?

Iba a contestarle pero se apresuró a hablar.

—¡A mí de maravilla! Logre lo que quería y estoy donde quiero ¡Y los hombres, Dios mío! Me siguen mucho, no entiendo porque ¡mírame! Soy fea.

—Siempre tan modesta — le dije entre dientes.

—¿Y qué haces aquí? — iba responderle pero, como de costumbre, volvió a hablar, viendo a Conway — ¡Oh, Vicky, que grosera eres! No me has presentado a este hombre tan guapo ¿qué haces con él?

Vi a Jack y después a Paola. Noté que mi antigua compañera no tenía intenciones tan puras pues estaba inclinada hacia él mientras le sonreía coqueta. Conway no mostró signos de caer bajo su encanto, en cambio me volvió a mirar, esperando una respuesta hacia la pregunta de Paola.

—Es mi... — y me quedé en silencio por unos segundos — es mi prometido.

Paola dio unos pasos hacia atrás sin poder creerlo y Conway me miró sin entender, pero me siguió el juego. Se puso a un lado mío y me tomó de la mano, dándome una sonrisa tierna.

—Wow... pensé que yo me casaría primero — dijo un poco decepcionada.

—Es que, amiga mía, tú ves todo como competencia — le sonreí presumida.

Me sonrió con celos.

—¿Y cómo van las cosas con tu papá?

Me tensé cuando termino su pregunta. Ese había sido un buen golpe.

—Van bien — respondí seria.

—¿Segura? La última vez que te vi no parecía...

—Cariño, tenemos que irnos — me habló Jack con suavidad, interrumpiéndola. Me mordí los labios aguantando las ganas de decirle cosas en la cara de ella. No tenían ningún derecho de preguntar sobre la relación con mi padre.

—¡Pero daros un besito! — ánimo.

Nunca me había hartado tanto una persona.

—No, Paola — le dije empezando a caminar. No solté la mano de Conway para seguir con el cuento.

—¡Solo uno! Que no te de vergüenza. Siempre ha sido así, la conozco demasiado bien.

—No, de hecho no me conoces.

—¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!

Negué nuevamente. Mire a mi prometido falso, se estaba acercando hacia mí. Me vio como si estuviera pidiendo permiso, me tomó del cuello y me besó. No pude evitar sorprenderme pero intenté seguirlo. Nunca habría pensado que me besaría con él, y menos porque fingimos estar comprometidos. Tampoco pensé que besara tan bien.

Pero seguía sin aguantarlo. Era un insoportable y un simple beso no iba a hacerme cambiar de opinión.

Se separó de mí con una sonrisa orgullosa y ambos volteamos al frente. Paola tenía aires de enojo, pero intentó cubrirlo con una sonrisa y un par de aplausos.

—Me alegro que seas feliz, Vicky, de verdad — después miró a Jack — hacéis una bonita pareja. ¡Espero que nos veamos después!

Se despidió y nosotros caminamos hacia la puerta para ir al carro.

—Ella es muy...

—Castrosa, irritante, fastidiosa, latosa...

—Iba a decir loca, pero también sirven.

Solté una risa.

—Ya vámonos antes de que otra amiga rara aparezca.


—Ya vámonos antes de que otra amiga rara aparezca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ya mero salgo de vacaciones, síiii

The mission || Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora