Victoria Masías es una mujer que trabaja para el CNI con un muy buen puesto como espía para infiltraciones. Lo único malo que ve en esto es que cada día tiene que ver a Jack Conway, el hombre que la saca de sus casillas.
Por decisiones y casualidade...
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Victoria Masías
—¡Papá dijo que me lo dieras y que después él te pagaba!
—No te voy a dar ni madres, Ximena.
—Pero papá...
Solté un suspiro y me pase la mano por la cara hasta dejarla en la curva de mi nariz, tratando de no perder la paciencia.
—Mira, Ximena, ya estás muy grande como para conseguir dinero tú solita con tu trabajo ¿por qué yo tengo que darte?
—Porque eres mi hermana mayor, y eso hacen los hermanos.
—Creo que te perdiste un poco en el concepto de "hermanos".
—Masías, tenemos que irnos — me aviso Jack, en voz baja y haciéndome señas.
Yo hice un ademán con la mano para que me dejara terminar.
—¿Es por qué estás enojada con papá, Vicky? Siempre estás enojada con él.
—Es porque... — porque te prefiere a ti. Pero me interrumpí con un silencio corto— bueno, eso no te incumbe, metiche.
Me levante de la cama y tomé mi bolso. En dos días era sería el baile. Así que este eran nuestros últimos días de descanso, íbamos a aprovecharlo yendo a comer.
—Eres un poco...
—Cuidado con lo que vas a decir, Ximena — sentencie, ya irritada.
—Egoísta — terminó.
—¿Egoísta? — eleve la voz. Y camine hacia la puerta del cuarto para salir completamente.
Jack había notado mi enojo, pero seguía sin decir nada.
—Uy, perdón por preferir gastar mi dinero en mí. Papá te da dinero casi a diario ¿por qué no usas ese?
—Te lo estoy pidiendo a ti — me dijo, como si fuera demasiado obvio que tenía que hacer caso a sus peticiones.
—Pues no te voy a dar ni madres — repetí ya enojada ¿quién se creía para exigirme que le diera dinero?
—Ya sé porque papá no habla casi contigo. Nadie te aguanta — y hubo un silencio demasiado denso.
El pasillo en donde estaba con Jack estaba solo y callado, y el volumen de mi celular era lo suficientemente alto como para que Conway pudiera escucharlo.
