14

802 53 2
                                    

Victoria Masías

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Victoria Masías

—No te muevas.

—¡Pues me duele!

—¡Quédate quita, coño!

—¡Ay! — me quejé al notar que hizo más presión — ¡eso lo hiciste a propósito, cabrón!

Me estaba limpiando la herida de bala que hace unas horas me hice. Yo estaba acostada encima de mi hombro izquierdo para que tuviera más accesibilidad a mi cintura. Me ardía cada que pasaba el algodón por la zona. Y él era más brusco porque le gustaba verme enojada.

—Ya casi termino — avisó.

Cerré los ojos, esperando de nuevo el ardor. Pero no sucedió. En cambio, sentí los cálidos dedos de Jack, recorriendo la curva de mi cintura.

—Dijiste que no tenías más heridas.

Levante mi cabeza y mire a mi costado. Habían unos pocos raspones por mi extraña forma de bajar la moto. Ya me sorprendía que no hubiera salido siquiera con una pequeña cortada.

—No sabía que había otras.

Ahora estaba callado y movía el algodón y sus manos con suavidad.
Me removí un poco por el ardor que todavía sentía, hasta que sentí como soplaba un poco alejado pero aún sentía el aire. Ya no dolía tanto.

—He terminado.

Me senté en la cama y Jack empezó a guardar las cosas en el pequeño botiquín. Me baje la camisa e inconsciente puse mis manos más abajo de la herida, donde las suyas estaban antes apoyadas. Me parecía que todavía las sentía.

—Pide un vino o no sé, algo con alcohol.

—¿Tomarás cualquier oportunidad para beber?

—¿Por qué no?

Rodeo los ojos y tomó el teléfono para pedir algo con el servicio a la habitación.
Al terminar, se dio la vuelta y tomó un cigarro de la cajetilla que estaba en la cama.

Noté que ahora estaba en camisa interior y seguía con su pantalón negro.

—Iré al balcón — avisó y salió por la puerta de cristal.

Sin saber qué hacer, me volví a acostar para ver la televisión. Intente concentrarme en el programa que pasaban pero me era imposible.

The mission || Jack ConwayWhere stories live. Discover now