•Capítulo 9•

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El sol aún no salía, pero unos toques en la puerta interrumpen el sueño de Sage, la cual al abrir los ojos se da cuenta que estaba frente a frente con Reyna, estaban abrazadas, lo que le hace un poco más difícil la salida de la cama, la morena seguía dormida luego de que Sage salió de entre sus brazos. La pelinegra se frota el rostro antes de abrir la puerta.

– Es su turno de la patrulla – Le dice a la monarca una de las empleadas del palacio.

Sage asiente , la chica se retira y Sage cierra la puerta, se acerca a la cama, observa a Reyna dormida y la mueve un poco, pero esta no reacciona, se frota el rostro con ambas manos antes de posicionarse sobre el cuerpo de la morena, haciendo que ésta se ponga boca arriba, la toma por los hombros y la comienza a mover.

– Se acabó la siesta, Reyna, es hora de despertar.

La morena reacciona ante el peso y los movimientos de la pelinegra.

– Mhh... ¿Qué pasa? – Se ofusca al ser despertada, pero en cuanto ve a la pelinegra sobre su cuerpo su ánimo cambia – ¿Cual es la urgencia, cariño?

– Nos llaman, es nuestro turno para la guardia – Sage se veía sería, lo que hace que Reyna también se ponga seria.

– Bueno, vamos entonces – Sage no se movía de encima de Reyna, ésta última ríe, supo de inmediato que la pelinegra seguía molesta pero disfrutaba estar ahí

– Si, vamos.

– Si te mueves, yo me puedo mover – Reyna lleva sus manos a la cadera de la pelinegra con una sonrisa coqueta.

– Tú me lo haces todo tan difícil.

– Y eso que no he hecho nada – la pelinegra se levanta aún ante el bufo de la morena – Iré a buscar mis cosas a mi habitación y nos vamos.

– Te espero.

Reyna sale de la habitación y al estar fuera de la vista de la contraria se palmea la frente, sabe que seguía dolida por lo que había dicho la noche anterior. En cuanto entra a la habitación, se lleva la sorpresa de que alguien estaba dormida en su cama.

– ¿Pero qué mierda? – La científica se sienta en la cama con sus ojos aún cerrados y los abre de a poco – ¿Qué haces tú aquí?

– Mi habitación fue invadida por robots, necesitaba un lugar donde descansar y supuse que dormirías con tu reina.

– ¿Robots?... Da igual, nos toca la guardia.

– No sabía que las paredes de este palacio fueran tan delgadas y que tu podías ser una completa idiota sin tacto.

– Espera... Tú... ¿Tú escuchaste todo?

– Sí y de verdad tienes muy poco tacto, a mi me dices algo así y te mando al carajo.

– ¿Sabías que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas? – Reyna se frota las sienes, había dormido poco y estaba de mal humor.

– No me importa, cariño, soy lista, no educada – Viper sale de la cama y se pone sus botas – Las esperaré allá – Viper sale de la habitación encontrándose de frente con Sage – Hola, cariño – Le pasa por el lado y Sage mira fijamente a Reyna, la cual cierra los ojos un momento, recoge sus cosas va con Sage.

– Va a ser un día larguísimo – Dice Reyna más para ella, aunque Sage igual alcanzó a escuchar.

– ¿Ahora van a ser super amiguis? – Sage se cruza de brazos esperando a Reyna, esta avanza hacía ella, le toma el rostro y le da un corto beso en los labios.

– Estoy de mal humor, tengo sueño, no me hagas enojar más, porfavor – Le da otro beso en la frente para luego tomarle la mano y caminar juntas, Sage yendo un paso más atrás.

Púrpura y calypso (Reyna x Sage) (ReyGe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora