Capítulo 27

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No tardamos mucho en encontrar un sitio donde estacionarnos. Sonreímos los tres al bajarnos y empezamos a caminar hasta la entrada de aquel edificio con un pino enorme en la puerta.

—¿Están listos para hacerlos perder?

—Siempre. —Lily respondió con una sonrisa más malévola, guiñándole un ojo a Parker, quien le devolvía el gesto tomándola de la mano.

¡¿Estoy viendo bien?!

¿Qué?

Voy a fingir demencia en estos precisos instantes, saco mi celular del bolso, entrando al juego de sopa de letras sin dejar de mirar por dónde voy, parte de ignorar lo que veo.

Me emociono al llevar más palabras que mi contrincante en el juego y hago un baile de victoria escuchando una maldición quejumbrosa cuando ya estamos dentro del local.

—¡Te dije! —la ruidosa voz de Will se escucha y mientras él se carcajea con ganas, Félix sólo dedica a mirar el reloj que tiene en su muñeca con absoluto desinterés en su primo y amigo.

Al repasarlo con la mirada, se me cae la quijada casi, es imposible que alguien tan... así, se relacione con- Ahg.

Me fuerzo a no pensarlo y empezando a saludar a todos, grito de emoción saltando a abrazar a Wyatt que me halaga de inmediato por cómo estoy arreglada.

—¡Te ves más que increíble, mi actriz favorita!

—No se asemeja a ti, mi amor. —le devuelvo el cumplido con un guiño de ojo riéndome, Félix nos mira con interés, sonriendo ladinamente.

—Antes que tengamos una discusión de quién se ve mejor, estamos conquistando corazones. —me detiene abrazándome de nuevo, besando mi mejilla con una sonrisa.— oh, antes que se me olvide.

—Félix Gallagher. —se levanta el rubio mayor, acomodando su camisa grisácea de vestir, tomó su mano pero él es rápido en besar el dorso de esta como todo un caballero. — un verdadero placer conocerla, señorita.

Los colores suben a mi rostro por aquella intensa mirada que me dedica, me siento demasiado nerviosa y lo sé.

Él suelta mi mano despacio sonriéndome.

—Soy Agnes, mucho gusto.

Y si es labia o no, esté chamo está más que bien.

Pero como siempre, el teñido se hace sentir.

—Veo que tú elemento sorpresa es una gran pérdida para ti. —Sebastián me miró con desdén y burla como siempre, pero esta vez, se notaba enojado.— van a perder, Parkercito.

—Ya eso deseas tú, querido.  —le guiña un ojo Lily, saliendo en defensa. Nos miramos y sonreímos.

El momento rápido incómodo, pasa a un segundo plano.

—Lastimosamente mi primo suele ser muy descortés. —me dice Félix haciendo una pequeña mueca, permitiéndose ser más que una expresión dura.— pero es un buen chico, sólo... aplástalo ganando. —me dice mirándome con una amplia sonrisa.

Pero bueno, es que este chamo si no es un chancero... tiene que ser caraqueño o maracucho.

Sacudo mi cabeza recordando que esto no es Venezuela y sonrío al mirarlos a todos, menos al rubio teñido que es al primero que le dedico una mirada de ojos entrecerrados.

—Créeme que vas a perder como no tienes idea.

—Eso veremos, chamita.

Este hijo de la grandísima...

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