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POV's Maddox
15 de febrero de 2019

Caminé lentamente hacia el asiento mientras sonreía, sabiendo el porqué de la visita de Richard. Y sonreí aún más cuando vi su cara.

—¿Cuánto tiempo más planea quedarse aquí, señor? —me preguntó sombrío—. Tiene muchas cosas que hacer allá afuera.

—Estoy de vacaciones.

—Esto no es un resort para que esté de vacaciones. —Se quitó las gafas—. Se supone que se quedaría un año y medio aquí, pero ya sé completaron 2 años y contando.

—Precisamente por eso, porque estoy de vacaciones —dije sonriendo, puse mis manos detrás de la cabeza.

—Señor, está en una prisión, no en un resort. —Me respondió exasperado.

—Pero igualmente estoy disfrutando de mis vacaciones.

—Creo que ya es tiempo de que vuelva. Ya pagó lo que tenía que pagar en el nombre de su abuelo, ya es más que suficiente que se ponga al tanto de los negocios. —Richard se acercó—. Hay muchas especulaciones del porqué no se ve en público.

Me acerqué más al cristal poniendo mi cara más sería.

—Me importa una mierda lo que digan de mí o especulen de mí. —Miré al guardia y después a Richard—. Sé que están haciendo un esfuerzo por seguir con la empresa y los hoteles, las instalaciones y los negocios sin mí, pero entiéndeme, son las primeras vacaciones y tiempo libre que tengo desde que mi memoria me deja recordar. Siempre estuve estudiando para algún día hacerme cargo de los negocios familiares, soy un adicto al trabaja y aunque me gusta, también sentí que debería descansar y tomé la oportunidad.

—Si está descansando, ¿por qué tiene esa herida en la ceja? —Se cruzó de brazos y me alzó una ceja.

—¿Estás preocupado por mí, cariño? —Hice un puchero—. Sé que me extrañas en la cama pero pronto pagaré mi condena y podremos estar en los brazos del otro. —Hablé lo más fuerte posible y le guiñé un ojo.

Su cara se puso roja cuando varias miradas cayeron sobre nosotros.

Me acerqué de nuevo al cristal.

—Me quedaré dos meses más aquí y luego saldré para volver a ser el tirano jefe mandón del que tanto te quejaste en el pasado.

Me paré del asiento: —Nos vemos luego, cariño, no me extrañes tanto. —le tiré un beso.

***

Mientras me dirigía a mi celda, BlackTiger, como se hacía llamar aquí, apareció delante de mí.

—Maddox Castile, cuídate la espalda, esta nueva cicatriz te va a salir caro. —Pasó a mi lado con sus secuaces.

Sonreí al ver la nueva gran cicatriz, los bastardos no contaban con que era cinta negra-roja en Jiujitsu y entrené por tres años Muay Thai, fue en lo único que coincidía con mi abuelo, en las artes marciales porque era un gran fanático de ellas. Se metieron con el hombre equivocado creyendo que dejaría que me dieran una paliza para convertirme en su perra pero no contaban en que podía derribar a los ocho en menos de tres minutos.

Sonreí ampliamente hasta que se perdieron de mi vista.

Todos se dirigían al evento del día, no me llamaba la atención así que planeaba quedarme en mi celda tratando de pasar lo mejor posible los dos últimos meses aquí. Tenía que estar muy mal de la cabeza para considerar que estar aquí eran unas vacaciones. Qué vida de mierda he llevado.

Destinos CruzadosWhere stories live. Discover now