CAPITULO 8 INSTINTO DESATADO

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Se besaron con besos dulces y tiernos.

El se separó, para quitarse la camisa y ella tomó su mano para impedirlo.

-Humph! Qué ocurre, Bulma?  Creí que querías esto, tanto como yo.  - dijo el príncipe, mirándo a su mujer, desconcertado.

-Asi es! Solo que... Me gusta mucho, como te vez, con esa camisa puesta... No cabe duda, que el azul, es tu color, mi amor. - dijo la peliazul, sonrojada.

-Humph! Así que te gusta, como me veo, con el uniforme... Princesa! -  el miró a su mujer, con sonrisa de lado.

- Si! Me excita mucho! - respondió la peliazul, mordiéndose el labio inferior.

-Muy bien, princesa! Me dejaré la camisa puesta. - respondió el príncipe, con tono bajo y comenzó a quitarse el pantalón, mientras su esposa, lo miraba excitada.

El príncipe terminó de quitarse el pantalón y lo arrojó al piso.

-Satisfecha, princesa? - El la miró con sonrisa ladina, mientras se acercaba a ella, lentamente.

La peliazul, se encontraba más excitada, de lo normal, mirando a su esposo de arriba a abajo con con lujuria.

Ella tomó del mentón a su príncipe, con su mano y se lanzó a sus labios, de forma efusiva, dejando que su instinto, se apoderara, de ella. Y el correspondió con la misma efusividad.

Ella tomó una de las manos, de su esposo, junto con la suya y la llevó a su expuesta femineidad. Y acarició su intimidad, señalandole  lo que deseaba. Dejando salir un gemido, al sentir el contacto.

El la miró, sorprendido.

-Estoy mojada mi amor... Muy, muy mojada... - dijo la peliazul, devorando los labios de su amado.

-Grrr... Puedo sentirlo, princesa... - gruñó, el príncipe, correspondiendo los ardientes y fogosos besos de su excitada mujer, con la misma pasión y desenfreno, mientras jugaba con sus dedos, rozando su centro de placer.

-Tocame más... Mi amor, más... Acariciame más, mi amor... - demandó la peliazul y tomando la otra mano de su esposo y colocandola, sobre sus firmes glúteos y se dió una palmada.

-Grrr... Estás muy instintiva... Princesa... Me excita mucho que te comportes así. - el príncipe la miró complacido e introdujo sus dedos y comenzó a moverlos, brindandole placer a su mujer, mientras acariciaba y palmeaba, sus firmes glúteos, complaciendola.

Ambos estaban, dejándose consumir, por la pasión. Ella soltó la mano que sostenía la de su príncipe, permitiendole continuar, brindandole placer.

Deslizó su traviesa mano, por la entrepierna de su príncipe, y rozó su masculinidad, por encima de la ropa, provocando, que el lanzara, un gruñido.

Ella continúo subiendo su mano, hacia su espalda y la deslizó, con lentitud, hacia abajo, introduciendola debajo de sus boxer, rozando con sus dedos, la cicatriz que el tenía de su cola, para brindarle más placer.

-Grrr..... - el príncipe lanzó, un gruñido placentero.

Y ella se excitó, aún mas.

-Quiero tocarte... Quiero sentirte, mi amor... - ella comenzó a deslizar la mano que estaba sobre sus glúteos hacia el lastico de los boxer de su príncipe y comenzó a bajarlos con desesperación, tirando desde el lastico hacia abajo, sin interrumpir los candentes besos.

-Grrr... Espera... Bulma... Yo lo hago! - el principe habló, con agitación.

-Ya no puedo más, mi amor... - jadeó la peliazul y comenzó a contraerse, al alcanzar, su primer orgasmo.

Un Nuevo Miembro de la Familia DBSUPER Where stories live. Discover now