CAPÍTULO 28 ULTIMÁTUM

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-Me estás pidiendo, algo imposible... - respondió el príncipe, sosteniendole la mirada, a su mujer.

-Disculpa? - respondió la peliazul y soltó su rostro.

-Sabes muy bien... Que no puedo expresar con palabras... Emociones humanas... Sería una debilidad como guerrero... Y atentaría contra mi orgullo... Y no estoy dispuesto a hacerlo! -respondió serio.

-Y que hay de nuestro hijo... Seguirás negando que es tuyo? - respondió la peliazul, molesta.

-Grrr... Otra vez con esa estúpidez! Ya me disculpé antes y no volveré a hacerlo! - dijo irritado.

-Entonces... Si quieres quedarte... Me ayudarás, con nuestro hijo... Y te quedarás conmigo... Hasta que haya nacido. - lo condicionó la peliazul, seria.

-Humph! Puedo vivir con eso... Cuánto tiempo será? - asintió el príncipe.

-Hasta que el bebé haya nacido... Ocho meses, aproximadamente. - respondió.

-QUÉ! ACASO TE VOLVISTE LOCA! SI ME QUEDO TANTO TIEMPO... EL IMBÉCIL DE KAKAROTTO, SE ADELANTARÁ! - dijo el príncipe exhaltado y soltó la mano, de su mujer.

-PUES ENTONCES... LÁRGATE, CON EL TARADO DE GOKU! PERO AQUÍ NO REGRESAS NUNCA MÁS! - advirtió la peliazul irritada y le dió la espalda.

-Grrr... - gruñó el príncipe y abrazó a su mujer.

-SUÉLTAME VEGETA! - gritó furiosa.

-MALDICIÓN, BULMA! ME QUEDARÉ!- gritó el príncipe, rindiéndose, ante, el ultimátum de su mujer.

Ella lo miró sorprendida. -De verdad?

-Grrr... - asintió el príncipe.

-Gracias,  Mi amor! - sonrió la mujer y le dió un beso en la mejilla, a su esposo.

-Humph! Sabes que no me conformaré con tan poco... - dijo el príncipe sonriendo y cargó a su mujer en sus brazos y besó sus labios y ella correspondió.

Sin dejar de besarse, avanzó hacia el interior de la habitación y la recostó con suavidad, en su cama.

-Estás seguro... Con tu... desición? - preguntó la peliazul, jadeando, mientras su esposo se despojaba, de su uniforme, de entrenamiento.

-Si! Qué tan difícil puede ser? Durante los ocho meses que falten, para que nazca el bebé... Entrenaré en mi cuarto de gravedad... Con las mejoras que le hiciste, podré superar mi nivel y me haré más fuerte... Y tú te harás cargo de todo, lo relacionado con el bebé... Después de todo... Hiciste un buen trabajo con Trunks... Estoy seguro que no tendrás ningún problema en hacerlo. - sonrió y se acostó en la cama, en ropa interior, y se acercó a su mujer.

Ella cerró los ojos y apretó los puños.

El la atrajo hacia el y besó sus labios con intensidad y colocó una de sus manos sobre su espalda y acarició uno de sus firmes pechos, por encima de su camisón.

Ella lo mordió en desaprobación y apartó su mano, mirándolo molesta.

-Grrr... Agresiva, como me gusta! -dijo el príncipe, con tono divertido. E intentó atrapar sus labios una vez más, pero ella metió sus manos, impidiéndole el acceso a sus labios.

-Espera, Vegeta!

El príncipe la miró, confundido. Y ella se sentó en la cama.

-Grrr... - gruñó el príncipe, en protesta, se acostó con la vista al frente y colocó sus brazos, detrás de su cabeza. Qué ocurre, Bulma? - preguntó irritado, con la vista fija, en el techo.

Un Nuevo Miembro de la Familia DBSUPER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora