CAPITULO 25 SOSPECHAS

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En un restaurant, que daba al mar, la peliazul hablaba con su amiga, por celular.

-Si, Milk, hice lo que me dijiste... Hubieras visto la carita de Trunks, cuando me vió salir con Yamcha... Yo creo que Vegeta, ya debe saberlo.

-Muy bien, yo me mantengo en contacto, adiós! - y colgó.

Guardó su teléfono en su bolso y se miró en el espejo.

-Solo espero, que no le quiera hacer daño, a Yamcha... Creo que no debí, involucrarlo. - pensó la peliazul.

Salió del baño y cuando miró hacia la mesa, donde había dejado a su amigo, lo vió rodeado de mujeres y no pudo evitar sentir una sensación de alivio.

Se acercó a la mesa y dijo con sarcasmo -Veo que algunas cosas nunca cambiarán!

-Las veo después, muchachas! Gracias por sus buenos deseos! - despidió el beisbolista sonrojado, a las chicas.

-Llámanos, por favor... - dijeron a coro y aventaron un beso al beisbolista y se fueron.

-Bulma! Esto no es... Ellas solo, son fans del equipo jeje... - sonrió el beisbolista, nervioso.

-Ay! Yamcha! Cálmate! No me tienes que dar ninguna explicación... Tu y yo solo somos amigos... Y tú eres un chico soltero... Puedes salir, con la chica que tu quieras. - sonrió la peliazul.

-Pero Bulma... Ellas no... No son... - dijo el beisbolista, sin saber que decir, realmente no esperaba tanta frialdad por parte de la científica.

-Estoy casada, Yamcha! Tengo un hijo y estoy embarazada... Y amo a mi esposo... Ya tengo una familia y soy feliz!

El beisbolista, sintió una punzada muy fuerte en su corazón, al escuchar esas palabras.

-Es verdad... Lo lamento, Bulma! Creo que por un momento creí que estábamos en el pasado. - se disculpó el beisbolista.

-Mejor cambiemos de tema y sígueme contando, de los nuevos lugares que conociste... Durante tus viajes de la liga de béisbol. - sonrió la científica y le dió un sorbo a su bebida y continuaron la conversación.

Mientras tanto, el príncipe y su hijo, ya habían llegado a la Corporación.

-Ya estamos aquí, papá... - dijo el niño, cuando aterrizaron.

-TRUNKS... LO CONSEGUISTE! - dijo la niña, emocionada.

-Humph! - respondió el príncipe y avanzó hacia la entrada.

-Ahora regreso! Pueden jugar ustedes, mientras. - sonrió el niño.

-TRUNKS! - gritó el príncipe.

- Si, papá... Ya voy... - y se dirigió con su padre, a su habitación.

-Cierra la puerta! - ordenó el príncipe.

El príncipe, analizó cada rincón de la habitación de su hijo.

-Ocurre algo, papá? - preguntó el niño.

-Nada! Presta atención! Dejarás tu estúpida ventana abierta, todas las noches, para que yo pueda entrar... Estaré durmiendo aquí! - dijo el príncipe serio.

-Claro, Papá! - asintió el niño.

-Ya sabes que hacer, esperarás afuera del laboratorio y después te dejo lo demás a ti... Tienes que sonar muy convincente...

-Si, papá! - respondió el niño.

-Ahora iré a buscar a tu abuelo para ponerlo al tanto de la situación.

Y salió de la habitación, del niño.

Mientras tanto en el restaurant, ya habían pedido la cuenta.

-Bulma, no te gustaría ir a otro lugar? - preguntó el beisbolista.

Un Nuevo Miembro de la Familia DBSUPER Where stories live. Discover now