14. Despedida

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Miércoles 21 de agosto

Al salir del trabajo me dirigí inmediantamente a casa, para poder prepararme para un día entero junto a Tommy antes de que se fuera de gira. La idea era ir a merendar a una linda cafetería, pasear en moto por la ciudad y pasar la noche en mi departamento, ya sé es muy obvio lo que teníamos pensado hacer esa noche.

Me bañé con agua fría, Tracy me comentó que te ayuda mucho a que la sangre circule bien. Luego me cambié con algo casual y me maquillé bastante natural.

Como es costumbre revisé que todo estara en orden frente al espejo, hoy mi pelo estaba bastante controlado

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Como es costumbre revisé que todo estara en orden frente al espejo, hoy mi pelo estaba bastante controlado. Me puse mis Converse botitas nuevas, eran combinables con todo literalmente.

Antes de salir tomé de la mesita del dormitorio mi cajetilla de Malboros y un par de condones, siempre hay que ser precavidas.

Al salir me econtré con el flaco parado junto a su moto conversando con Steven.

-Hey chicos ¿Cómo están?- saludé a Pop Corn con un beso en la mejilla y le dí un gran abrazo a mi chico.

-Mejor ahora que te veo niña, bueno Steve creo que hasta aquí llegamos, nos vemos hermano- se despidió Tom dandole la mano a Steven y así chocar sus hombros en forma de saludo.

-Nos vemos chicos, pasenla bien, pero ojo que todavía no quiero sobrinos ehh- bromeó cruzando la calle. En respuesta mientras reía levante ambos dedos medios, que hijo de puta que es, lo amo.

Nos dirigimos al parque que se encontraba cerca de la playa, era un día bastante fresco y soleado, ideal para este tipo de citas.

Tommy tomó mi mano mientras caminabamos hacia los columpios del arenero, había muy pocos niños jugando allí.

-¿Me ayudas a columpiarme?- consulté algo avergonzada, temía que le parezca una conducta muy infantil de mi parte.

-Claro, ven ven- tiró de mi brazo y comenzó a correr, me senté y de inmediato comenzó a empujarme- ¿Más alto, no?

-Creo que ya está bien, si no me voy a marear mucho- contesté a gritos para asegurarme de que me escuchara.

17:53 p.m

Luego de un rato nos aburrimos así que decidimos marcharnos hacia la cafeteria, esta se encontraba a unas cuadras de allí así que llegamos rápido. Estaba ambientado como si fuera una selva, Tommy había reservado una mesa hermosa; rodeada de pequeñas palmeras , para más privacidad creo yo, en las que había un pequeño mono de cera colgando. La mesa era redonda y para sentarse había un sillón completo rodeandola, era muy lindo.

-Y yo que tenía miedo de parecerte infantil si te pedía que me columpiaras, la puta madre, esto es muy tierno- acaricié la figura del mono, era demasiado linda.

Nos pedimos unas tostadas y un café cada uno, estabamos hambrientos, ninguno de los dos había almorzado.

-Asegurate que cada concierto que den lo estaré viendo por televisón, no me perderé nada-acaricié su mejilla con mi pulgar, su sonrisa era como la de un niño inocente cuando salía con su primer amor, se veía tan relajado y bonito que olvidabas todo lo que pasaba por tu vida en ese momento, lo único que quería era verlo sonreir así todos los días, esa era su escencia. Pero a la vez no podía olvidar a Jeff, ese hijo de puta se me viene a la cabeza cada vez que veo algo que me gusta o algo que me haga acordar a él.

-Eso espero- movió su cabeza para darme un beso en la mano y posarla en ella.

(*)

Llegamos a mi departamento a las 19:30 más o menos, la verdad no sé ni me importaba en ese momento. Tommy besaba mi cuello con desesperación mientras yo intentaba abrir la puerta, me encontraba bastante agitada como para atinarle a la cerradura a la primera. Al lograr abrirla Tom se posó detrás de mí y siguió besando mi cuello para luego darle una patada a la puerta para cerrarla.

Me dí vuelta para reencontrarme con sus labios hambrientos, abrí paso a su lengua la cuál comenzó rápidamente a entrelazarse con la mía creando una falta de oxígeno gigante.

Me separé para tomar aire pero él, como la última vez, me tomó del trasero para levantarme y sentarme sobre la mesa.

Comencé a desabrocharle la camisa blanca que traía puesta. Luego él se deshizo de mi top así quedando por primera vez en ropa interior ante él. Miró lujorioso mi busto por un rato para luego besar sobre este e ir subiendo de a poco, besando mis clavículas dejando chupetones.

Su abdomen me llamaba a gritos, entonces tomé el control y acaricié cada parte de este. Seguí subiendo hasta encontrarme con su cuello al que deboré a besos.

-A ver preciosa, esto estorba- dijo con la voz entrecortada y empezó a desabrochar mi pantalón.

-Creo que el tuyo también ¿No?- tomé el pantalón para desabrocharlo y él se tomo la tarea de sacarselos por completo, tirandolo al otro lado de la habitación.

Al juntar nuevamente nuestros cuerpos pude sentir su erección chocando contra mi vagina. En respuesta a eso él colocó sus dedos sobre mis bragas, su tacto me hizo soltar otro gemido esta vez algo más tranquilo.

-Ya estás mojadísima, buena chica.

Nos deshicimos de las pocas prendas que quedaban, bajó por mi abdomen dandole besos a cada parte y se encontró con mi feminidad. Introdujo lentamente su larga lengua haciendome explotar en éxtasis- Así por favor, sigue- gemí por lo bajo.

Al escuchar mis suplicas decidió empezar a frotar sus dedos sobre mi clítoris, estaba a 5 segundos de correrme- Me vengo... Tommy- de inmediato se apartó de mí.

-No, ahora no, espéra- al escuchar eso dí media vuelta para tomar mi chaqueta, la cual estaba tirada en una de las sillas cercanas a mi y saqué del bolsillo los condones- Exacto reina, pónmelo tú- no hacía falta que me lo diga dos veces.

Abrí con las manos el preservativo y comencé a deslizarlo por su miembro, acariciándolo de arriba hacia abajo para que se endurezca más, cosa que parecía imposible.

-Abre bien las piernas linda, esta noche serás mía ¿Lo sabes?

Introdujo su miembro de a poco, esas entradas comenzaron a convertirse en embestidas cada vez más fuertes. Terminó dentro mío, gracias a Dios tenía el condón puesto. Terminamos transpirados y su abdomen se había llenado de mis fluídos gracias al órgasmo que me había provocado.

-Buena despedida la que nos mandamos- bromeó retirando el condón para luego tirarlo.

White Boy// IZZY STRADLINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora