18. Servida En Plato Frío

320 20 9
                                    

En la noche...

Nos sentamos en la mesa frente al proyector, donde en estos momentos se reproducían distintos videos con una fina música clásica. En una de las esquinas se encontraba Axl, disfrazado de hombre con clase, controlando que todo vaya bien.

Actué lo mejor que pude, lo miré con un amor más falso que los zapatos de marca que llevaba puestos, me dolían demasiado los putos pies. Me reí de sus chistes y tomé su mano, no sentía nada trataba de autoconvencerme de que aún lo quería para no hacerle pasar esa humillación, pero era imposible.

-La gira fué tan impresionante, hasta vomité varias veces antes de salir al escenario por los nervios que sentía- hizo una pausa mientras reía fuertemente- perdón fué muy poco fino de mi parte, es mejor decir, devolví lo poco que había cenado antes de salir a escena.

-No seas idiota, a nadie le importa si dices algo malo o desubicado, eres el puto Tommy Lee un rockstar... mi rockstar, fiel como un perro a su dueño y más hermoso que John Travolta- sonreí de manera irónica, era el momento de hacerlo.

Su cara reflejaba lo confundido que se sentía por mis últimas palabras.

-¡Ahora!- grité y una nueva imagen se proyectó frente a nosotros.

"Para Tommy Lee, mi novio infiel de mierda" decía en grande, bajo ese título se reproducía el audio de la llamada de esa noche, en la que exponía que me engañaba, con subtítulos y todo para que no se pierda nada de lo que decía.

-¡Escuchen con atención las palabras de este ser despreciable!- Axl se levanto de su asiento, quitandose el sombrero- ¡Pasen muchachos pasen, tienen la portada de esta semana!

Una marea de camarografos entró precipitadamente al lugar, acompañados por los Guns.

-¡¿Qué carajos es esto Emma?!- gritó el flaco hecho una fiera- yo, yo... jamás.

-Ya no hables, te descubrí y no sabes cuánto me duele, te odio- terminé la escena tirandole mi copa de vino encima de su smoking blanco, eso también le dolería bastante.

Entre vítores los muchachos cantaban mi nombre, se acercaron y me llevaron en brazos hasta la salida.

-Chicos, no saben cuánto los amo, gracias por estar en esto conmigo, les debo la vida.
Empecé a llorar, por el enojo y la tristeza que sentía.

-Hey no llores, está todo bien- Jeff me abrazó con fuerza poniendo mi cara en su pecho.

-No está bien, no entiendo porque me pasan estas cosas a mí ¿Qué hice para merecer esto?- no pude contener más las lágrimas, mi respiración se entrecortaba de a poco.

-Es un idiota que no te supo valorar, no valoró a la hermosa... inteligente... y dulce chica que tenía frente a él- levantó de a poco mi rostro para encontrar nuestras miradas- No merece ni una puta lágrima.

La puerta se abrió de par en par frente a nosotros, era el Lee más enojado que había visto en mi vida. Tomó a Izzy por los hombros y lo separó de mí.

-¿Así que este idiota te ayudó con todo esto no? Ya sabía que algo había entre ustedes, no disimulan un carajo, vayan a hacer teatro o algo a ver si actúan mejor- lo tomó por el cuello de la camisa- Yo te amo, Emma, demasiado.

-No se nota idiota- dijo Jeff con sarcasmo, por lo que se comió un buen puño.

Eso hizo que los chicos saltaran a defenderlo, tirando a Tom al piso.

-Dejenme que yo le digo algo- me agaché quedando a su altura- Escuchame bien pedazo de mierda, tú fuiste el que arruinaste todo ¿No te das cuenta? Y si, él me ayudo al igual que todos los demás porque me quieren de verdad. Así que ya vete, con la poca dignidad que te queda, no empeores la situación.

Me dedicó una mirada llena de resentimiento, la cual cambió rápidamente por una de tristeza

-Lo... lamento- diciendo eso se echó a correr en otra dirección.

-¡Pues nosotros no cara de pito, vete!- gritó Steven levantando los dedos del medio.

-Bueno, ahora que terminó el show ¡VAMOS A LO BUENO CARAJO!- Slash me tomó en brazos como si fuera un bebé y comenzó a correr, en dirección al club.

Creo que fué la primera vez que tomé tanto en una noche, mi vista estaba borrosa y me sentía bastante mareada.

Izzy estaba sentado al otro extremo de la mesa, mirando fijamente su vaso de tequila y me dieron ganas ir con él. Me senté en su regazo y besé toda su cara.

-No sabes cuánto te quiero Isbell, eres el hombre más... jodidamente hermoso que he visto- las palabras salían de mi boca sin pensarlo, me iba a arrepentir de esto mañana.

-Emma, estás borracha, no sabes lo que dices- corrigió el alejando mi boca de su frente- Cálmate.

-Para nada, ¿Qué te hace pensar que estoy borrac...- me vinieron unas horribles arcadas de golpe por lo que moví la cabeza a un costado con los pocos relfejos que tenía y vomité MUCHO.

No recuerdo nada más luego de eso, creo que caí desmayada por vomitar más que la niña del exorcista, que puto asco.

(*)

Abrí los ojos, mierda ya era de día el sol estaba fuertísimo. Quise moverme pero no podía tenía un peso sobre mí que me lo impedía.

Giré mi cabeza hacia la derecha de a poco, ya que el dolor de cabeza me estaba matando, y ahí estaba él mi lindo pelinegro.

Acaricié su rostro con la yema de mis dedos, apreciando cada poro de su suave piel, le dí un beso muy sutil en la frente. Creo que el contacto de mis labios con su piel hizo que abra los ojos.

-Aquí estas, mi White Boy preferido- dije con voz ronca, eran las primeras palabras que decía en el día.

-¿White Boy? Me gusta cómo suena cuando tú lo dices- sonrió de lado mientras se acomodaba- Lamento por acostarme así, fué sin querer mientras estaba dormido, perdón si te incomodé.

-Nada de eso, en vez de disculparte cuéntame ¿Qué carajos pasó anoche luego de que vomité? Creo que caí desmayada porque mi mente está en blanco.

-Mira, luego de que vomitaste todo el sillón te cargué en mis brazos, me asusté mucho porque devolviste hasta la comida de ayer prácticamente- soltó en tono de burla- Los chicos se encontraban bastante embriagados por lo que no pude pedirle ayuda a ninguno, tuve que pedir un taxi para llegar hasta aquí. Decidí quedarme contigo para asegurarme de que estes bien, te cambié la ropa y limpié los restos de vómito que tenías en el rostro- tomó un descanso mirándome- Lo que sí, te robé un poco de comida, no sabes el hambre que me dió en la madrugada.

Por dentro estallé de amor, que me haya cuidado de esa manera ayer y se siga preocupando por mí es algo que poca gente ha hecho.

-Lo de la comida no me importa en lo más mínimo... Gracias, enserio, nadie se había preocupado tanto por mí en mucho tiempo- tomé sus manos, las junté y les dí un beso, lleno de cariño y admiración hacia él, era lo mínimo que podía hacer en estos momentos para demostrarle mi cariño- Y tus palabras ayer..."Es un idiota que no te supo valorar, no valoró a la hermosa... inteligente... y dulce chica que tenía frente a él", al recordarlas me sonrojo, ya que nunca habría imaginado que alguien cómo tú, tan serio y frío, podría llegar a hacerme sentir tan bien conmigo misma con una frase.

-Me hace muy felíz escuchar eso, me cuesta mucho abrirme con la gente, pero contigo es diferente, las palabras salen de mi boca automáticamente, expresando todo lo que pasa por mi mente cuando estoy junto a tí- respiró hondo- En serio vas a arruinar mi fama de persona seria si me haces decir estas cursilerías, creo que mi yo de hace medio año vomitaría como tú anoche si me escucha.

Nos reímos juntos de los comentarios del pelinegro, este hombre era lo mejor.

White Boy// IZZY STRADLINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora