II: Resignación

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Durante toda la noche estuvo llorando, la tristeza y la rabia llenaban su corazón y su alma provocando en la miko una amargura que no creyó volver a sentir, de nuevo se le era arrebatado lo que amaba ¿A caso su destino era soledad?

Suspiró profundamente antes de limpiarse las lágrimas y levantarse, el sol ya había salido, y ella tenía obligaciones, no se iba a dejar morir por algo así. Salió de sus aposentos directamente a revisar las barreras de protección, la noche anterior no comió, está mañana no desayunaria y seguramente así seguiría hasta la noche, no tenía apetito, el dolor que sentía en su alma opacaba cualquier otra sensación.
Pero ella simplemente se dejaba llevar por la oscuridad, estaba resignada a lo que acontecía, no reclamaría, no lucharía, simplemente no tenía sentido. Al medio día luego de terminar el recorrido se sentó bajo la sombra de un árbol de cerezos a recuperar energías, aunque su agotamiento no era para nada físico, si no más bien espiritual.

-¿Te encuentras bien?- la voz de Erin la saco de las penumbras de su mente, notando la preocupación que está sentía.- te he estado buscando toda la mañana.- Regaño como solo una hermana lo haría.

-Perdón Erin, no ha sido un buen día, ni una buena noche.- Dijo con lágrimas que amenazaban nuevamente con salir, la Inu-Youkai al ver esto la abrazo sin pensarlo mucho, ella sentía un gran aprecio por la miko, y verla en este estado le dolía.

-¿Que es lo que a pasado?- La azabache dudo si debía contarle, no lo creía apropiado, pero esto se la estaba comiendo por dentro-

-Sesshomaru-Sama... El va a casarse... -No contuvo más las lágrimas, nuevamente se estaba quebrando, se acurrucó entre los brazos de Erin.-

-Nunca me dijiste que sintieras algo por el amo... Lo siento tanto... No puedo ni imaginar lo que estás sintiendo.

-No te lo dije porque pensé que era un imposible... Pero hace dos noches el y yo compartimos la cama y yo pensé... Pensé que el me correspondía... Y al día siguiente anuncia que se va a casar... ¿Como puede jugar conmigo de esta manera? -Erin no podía Creer lo que escuchaba, su señor jugando con los sentimientos de la miko, eso era un acto de lo más bajo, estaba furiosa, ver a su amiga sufriendo de esta manera, nunca se lo perdonaría.

La noche había caído nuevamente, Kagome se encontraba tirada boca abajo sobre el futón, no tenía ganas de nada, aún no había comido nada y empezaba a sentir la debilidad, tarde o temprano tendría que enfrentar a Sesshomaru, no podía evitarlo para siempre, pero aún no se sentía lista, esta noche si se presentaría a cenar, pero no la haría en el comedor, comería en la cocina junto con los sirvientes. Se encontraba parada frente a la puerta de su habitación, en realidad tenía miedo de toparse con Sesshomaru en los pasillos, no sabría cómo reaccionar, respiro profundo tomando valor y salió asomando su cabeza por el pasillo, estaba despejado, y casi corriendo llegó a la cocina agradecida de no toparse a Sesshomaru en el camino.

-¿Que haces aquí Kagome?

-Vine a cenar con ustedes Erin, estoy que muero de hambre.- y no mentía, la falta de alimento empezaba a hacer estragos en su cuerpo y sus piernas temblaban, a los demás sirvientes les pareció extraño, está siempre cenaba con su amo, pero aún así ella siempre era bien recibida en la cocina, después de todo era parte de la manada.
Su cuerpo agradecía que por fin estuviera ingiriendo algo, recuperando de a poco el tono rosa de su piel, y haciendo reír con sus ocurrencias a sus compañeros, al menos por un momento se pudo olvidar de su tristeza, ayudo a recoger la mesa y lavar los platos, cuando se dirigió a su habitación ya era bastante tarde y los pasillos del palacio se encontraban solos, iba en su propio mundo repasando mentalmente todo lo que tenía que hacer al día siguiente, tan distraída que cuando notó la presencia de Sesshomaru este se encontraba a solo un metro de ella. Inmediatamente que lo vio sus sentidos la traicionaron y su corazón empezó a latir salvajemente, hizo una reverencia saludándolo, cosa que fue extraño para el Youkai, ya que está nunca lo saludaba con tanta formalidad.

-Sesshomaru-Sama...

-Te estaba buscando miko, vengo de tu habitación.

-Estaba en la cocina ¿A ocurrido algo?- La miko mantenía su mirada fijamente en el suelo, si lo veía a los ojos, seguramente lloraría.

-No te has presentado en el comedor, se me informo que no habías comido nada.

-No se preocupe, cuando estuve en la cocina comí junto a los demás sirvientes.

-¿Y porque no en el comedor?

-No me apetecía, discúlpeme si eso le molestó.

-Kagome, mírame.

-Perdoneme... No puedo.- El albino se sentía frustrado, ella jamás se había comportado de esa manera con el, y lo que más le molestaba es que podía oler su miedo, ella le temía y eso no le agradaba, porque ella era la única persona con la que había lograda sentirse el mismo, sin que lo juzgara, solía mirarlo con una sonrisa y ahora ni siquiera lo mira.- Si no me necesita entonces me retiro.- Nuevamente hizo reverencia ante el y se marchó sin mirar atrás, las lágrimas amenazaban nuevamente con salir pero esta vez sería fuerte, no podía vivir toda llorando de ahora en adelante, tiene que ser fuerte.

Al día siguiente se encontraba como era habitual revisando las barreras de protección, al menos mientras hacía esto podía estar alejada del palacio y alejada de el. Dos presencias desconocidas llamaron su atención, no parecían tener intenciones hostiles, pero lo mejor era estar prevenidas, unos minutos después vio aparecer a dos Youkais, la mujer con la que se casaría Sesshomaru y otro Youkai muy parecido a ella, cabello negro hasta los hombros, ojos verdes y, piel blanca y una reluciente armadura dorada.

-Tu debes ser Kagome.- La miko asintió un poco desconfiada.- yo soy Akane, la princesa del este.- Hizo una reverencia al presentarse mientras sonreía tenía gentilmente, Kagome respondió de igual manera.- Y este.- Dijo mientras golpeaba con el codo al Youkai que solo veía a Kagome con fascinación.- Es mi hermano, Inosuke, Lord del Este.

-Un gusto conocerlos a ambos.

-El gusto es mío Señorita.- Dijo el Youkai acercándose y besando su mano.- No sabía que Sesshomaru tenía en su castillo a tan distinguida miko.

-Ya dejala no seas fastidioso.- Lo Reprendió su hermana.- Disculpa el siempre es así.- Kagome río nerviosa, no sabía qué hacer, se sentía realmente incómoda en esta situación.

-No se preocupe mi lady, estoy segura de que el solo quiere ser amable, pero dígame ¿Ocurre algo?

-No, estate tranquila, solo tenía curiosidad, me dijeron que con el Lord Sesshomaru vivía la miko de la Shikon y la verdad es que me emociona el conocerla.

-¿A mí? Por qué? Soy solo una humana.

-Pero usted derrotó al hanyou Naraku que casi destruye mis tierras y estoy muy agradecida.- La Youkais era sincera, Kagome lo sentía en su aura, ella es una persona amable, ni siquiera puede odiarla, después de todo los que le pasa no es culpa de ella.

-Mi lady yo solo hice mi trabajo, y me alegra haber ayudado a su gente.

-y me alegra que usted sea quien protege el que será mi hogar una vez que me casé con Sesshomaru.- Al decir esto la mujer se sonrojo, mientras sin saberlo clavaba un puñal en el corazón de la miko.

-Señorita Kagome, me han dicho que usted es una increíble guerrera, sería un honor que me concediera un combate algún día.- El Lord parecía emocionado con la idea ¿Como decirle que no?

-Para mí también será un honor Lord Inosuke.

-Por favor, solo dime Inosuke.- Esto hizo que Kagome se sonrojara, después de todo Inosuke es un Youkai muy apuesto.
Kagome se despidió pues debía seguir con sus labores, ellos son muy amables, al menos se puede sentir tranquila de que Sesshomaru escogió una buena esposa, aún así le dolía.

- Debes despertar- Esa voz resonó en lo más profundo de su cabeza haciendo que detuviera su caminata en seco ¿Que fue eso? Seguro su imaginación, pero a la vez despertó en ella un presentimiento, algo muy malo se avecinaba....

CONTINUARA...

El Pecado De tus besosWhere stories live. Discover now