Les invito a una pequeña laguna de mi mente, donde invento escenarios ficticios con este hombre que parece un malvabisco.
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Pedidos abiertos.
Si no te gusta algo de lo que escribo, puedes abandonar la lectura con toda confianza.
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No uso T/N.
El nom...
Esta mini-historia es un "experimento", usaré mi experiencia con los mommy y daddy issues, y necesito que mencionen el comentario donde sientan que se identifican, para ver si todxs los que tuvimos infancias así tenemos una forma parecida de socializar, les abro mi corazón y confianza u.u, porfa no me dejen en flop, no necesito que me pongan una biblia o algo, con que sea un puntito o un emoji o una reacción en el párrafo donde se identifiquen basta, esto mejora mi capacidad de escritora con emociones y reacciones más realista. Quienes me cooperen les doy un follow
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Aunque algo extrañada, Jun Mun salió de el salón con una sonrisita.
Le gustó que le dijera que estaba orgulloso de su trabajo, era la primera vez que alguien le felicitaba su esfuerzo por ser buena.
Y así llegó a casa de su papá y dejo sus cosas en el sótano, todo el piso era su cuarto así que espacio le sobraba, lo que si le faltaba era una limpieza minuciosa.
Y tomo la escoba, aspiradora, trapeador tina de agua y su mejor amigo, el bote de tres litros de cloro.
Adoraba el olor a cloro en su piso, y sobre su escritorio.
Para cuando acabo de limpiar y dejar su pequeño lugar tranquilo impecable se sentó en el escritorio y prendió su vela de vainilla para sacar sus libros y comenzar a hacer tareas.
Su papá llegaba en la noche, aunque seguro solo se asomaría por las escaleras con una bolsa de comida rápida, diría: "Hola hija, que gusto tenerte por acá, aquí te traje, buenas noches".
Y ya.
Suspiro escribiendo con la letra de molde perfecta, hasta que la pila de libros y libretas con post-it en cada una dónde decía la actividad correspondiente de cada materia, pasaron del lado izquierdo al derecho, dándolas por terminadas.
Guardo las libretas que usaría al día siguiente, escuchando la puerta, pronto su padre apareció como lo predijo y dejo la comida y se fue.
Tomó la bolsa y comió sus alimentos para limpiar y recoger todo.
Se hecho en la cama.
Hasta que como por costumbre pensó en todo lo que pasó en el día, hasta que recordó la mirada profunda de su maestro en ella. Se le erizo la piel y sonrió para si misma, juntando sus piecitos.
Recordar cómo tocó su mejilla le hizo avivar sus nervios en la zona, reviviendo las sensaciones.
Ella ya se iba a dormir pero se escabullo por su teléfono para entrar a Instagram y buscar a su maestro, era de los mas jóvenes que trabajaban en la preparatoria, vio las fotos que subía a su perfil, el con guitarra, vaya que era atractivo. Quizás la chica pasaba demasiado tiempo con la cabeza en el cuaderno que no se dio cuenta que su maestro era realmente muy guapo.
Miro a ambos lados para asegurarse de estar sola en la desértica habitación, antes de darle clic al botón de seguir, aumentando de 117 a 118 el numero de seguidores de el hombre.
Iba a dormir, con el dispositivo bajo su almohada pero una vibración le hizo volver a acomodarse viendo como le había seguido de vuelta, esa sonrisa se planto en su rostro de nuevo, reviso su propio perfil viendo como solo había fotos del cielo o de sus mascotas así que fue buscando una foto linda para subir, queriendo llamar su atención de una forma indirectamente directa, cualquier persona enviaría un mensaje, pero quería que el le hablara primero.
La encontró y la subió a su historia, tenia pocos seguidores, así que no se preocupaba, subiendo una foto de ella, con una bonita sonrisa y su cabello lindo, esa la había tomado en la fiesta de una prima. Tenia la esperanza que el la viera, sentía eso en la boca de su estomago, o eran nervios, o seguramente una gastritis, pero de que sentía algo en la barriga, lo sentía.
Jalaba su dedo de la parte de arriba de la pantalla hacia abajo, refrescando muchas veces, hasta que vio la foto de perfil en la parte inferior, siendo el primero en verla, pero no dijo nada, haciéndola aplastar su sonrisa.
"¿Que podría subir?", pensó. a) Otra foto, pero con una pregunta o algo. b)Una foto más... ¿Atrevida?, digo, para llamar la atención c)Nada, ya es casi medianoche y si no respondió simplemente le dio igual y ya, y las palabras que te dio en clase fueron de apoyo para que no me sintiera mal.
Sabía que se arrepentiría pero inciso B.
Se levantó a prender el foco y tomar una foto de sus muslos, se apuraba para que alcanzará a ver la foto, cubrió su entrepierna que se llego a marcar un poco con un emoji y la subió a su historia nuevamente, esta vez dejando solo a el para que viera.
Tardó menos de la mitad de tiempo que la ultima vez, recibiendo dos notificaciones: 1. a min_yoongi.93 le ha gustado tu historia 2. min_yoongi.93 envió un mensaje.
Las pataditas que dio en la cama al ver que su plan funciono le hizo tatuarse algo en la mente:
"A los hombres les gustan más las chicas atrevidas que las chicas lindas, debó ser atrevida si quiero su atención"
....
¿Pero porque necesitaba de su atención? La verdadera pregunta aquí era, ¿Si el no me la da, quien si lo hará? y para esa si tenia respuesta, NADIE.
Se dejó de tonterías y le respondió el mensaje e iniciaron una conversación corta que ella misma terminó.
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Ahora si, estaba mas dispuesta a dormir.
Al día siguiente se presento con una sonrisa a el instituto, con su uniforme bien arreglado, perfumada y maquillada, siendo la primera en llegar al aula después del receso, viendo al maestro entrar y sonreírle.
- Buenos días, señorita Jun...
Le saludo viendo las piernas rápidamente.
- Se ven mucho mejor en persona...
Tras esas palabras la chica junto sus piernas, dándose algo de fricción, el hombre se dió cuenta de eso.
Miro a todos lados asegurando que no haya nadie.
Se acercó a acariciar el muslo de la chica, bajando su media a mitad del pedazo de piel.
La chica de inmediato abrió las piernas, haciendo al hombre morder el labio, hasta que el timbre los hizo separarse y sonreír.
- Buena chica...
Fue lo último que dijo hasta que comenzará a llenarse el salón, haciendo a la chica dibujar corazones en su cuaderno, que mientras ella pensaba en mariposas, brillos y corazones, el hombre solo se imaginaba de maneras indecentes a la chica dónde la ropa no estaba incluida.
Ella amor y el sexo, vaya diferencias de pensamientos.
