20.1

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Nunca habían tocado la puerta con tanta fuerza, eso pude escuchar desde mi recámara. Hasta que alguien abrió y pocos minutos después, Seokjin me dijo que la policía me buscaba, a lo que respondí con una cara de poker levantándome y caminando perezoso.

Al verlo quitarse el sombrero ante mi presencia frunci el ceño. Con un simple "Mis condolencias, señor Min" me extendió la carta junto con un sobre tamaño carta con el sello de la policía de Daegu y bajó las escaleras de la entrada de la casa, regresando a la patrulla.

Esa sensación de miedo en el estómago se apoderó de mi en los escasos dos segundos que camine al sofá de la sala, los chicos decidieron no molestarme, parecía algo importante.

Supe que realmente era importante, al ver la letra manuscrita en la carta, con la dirección de mi antiguo departamento, el que conseguí apenas llegue a Seúl, sabía de quien era la letra, pero ¿porque sabía ella donde vivía? .

¿Porque él policia me dio su pésame junto con una carta con la letra de Moon Jun?

Inmediatamente pensé lo peor, mis manos temblaron y el cosquilleo de miedo paso de mi estomago a todo mi torso, hasta ser doloroso.

-Mierda, no.

Solté el sobre dejándolo caer al suelo, mi labio inferior ya estaba temblando, y mis manos se pusieron heladas en un segundo. Me levante de inmediato del sofá dejando las cosas ahí, no quería ni saber que estaba ahí, porque si el estaba en lo correcto se le partiría el alma.

Pasaron dos días de tormenta mental en el que no pudo comer por esa horrible sensación en su estómago y a cada parpadear estaba ella hecha bolita con los ojos rojos mirándolo. Esa imagen que ni siquiera recordaba. Porque si, el se olvidó de su amada.

Se olvidó de su única amada.

Cuando por fin, se digno a abrir la carta, se encerró en su estudio, no quería hacer una tontería o algo así.

Mis manos son ásperas.

Mis piernas tienen estrías.

Al igual que mi trasero.

A ti te encantaba acariciar estos tres.

La miraba desnuda frente a la chimenea de nuestra casa, cubriendo su cuerpo, después de hacerlo por primera vez pude ver la pena en sus ojos, eres hermosa, le dije, pero ella negó. Bese cada parte de su cuerpo mencionandole miles y miles de cosas que me encantaba de ella. Todas acompañadas de un beso en cada cicatriz o estría.

Recuerdo la primera vez que te llamé, era de madrugada y tu me respondiste, pensé que me regañarias pero escuchaste mis lágrimas por el teléfono, sabías que algo estaba mal conmigo desde ahí.

El timbre de llamada de mi teléfono me despertó, pero al ver su nombre en la pantalla, inmediatamente conteste, me preocupe mas por la hora que porque me despertará, escuchaba agua y como sorbia su nariz, además de su temblorosa voz. Lo que me hizo irme en pijama a su casa cuanto antes, en ese momento éramos amigos, pero era una niña pequeña abandonada para mis ojos.

Y al llegar a su cuarto y ver la puerta de su baño emanando agua, me preocupé, al entrar la vi a ella en la tina , en un vestido blanco corto, con un poco de rojo, pero no recordaba que el rojo fuera parte de la tela. El agua desbordaba de la bañera, mientras me miraba con el maquillaje destruido, en sus muñecas no había sangre, pero si marcas de forcejeo. Solo recordé lo emocionada que estaba porque un chico la invitó a salir esa noche en un bar. Le hicieron algo que ella no quería.

Todo lo que me enseñaste a amar de mi, se fue contigo en esa maleta que hiciste aquella noche, creyendo que estaba dormida. Escapaste de mi.

Cada dos segundo miraba su silueta, asegurandome que estuviera dormida, mientras guardaba muchas de mis partituras en la maleta junto con un par de ropa, pero ninguna foto de ella. Que maldito soy. Tan maldito que me hacía sentir mal el empeño que le puse a no hacer ruido al marcharme de la casa.

Se que te obligaron a dejarme, y también se, que te iría mejor sin mi, te estaba arrastrando a mi abismo. Quería que pudieras volar lejos a un lugar mejor para ti, por tu salud mental.

La presión de mi empresa a concentrarme más en mi trabajo como idol, tras amenazas de despido si seguía con ella, después de que me hicieran a entender por las malas que la suicida negatividad de Moon Jun me estaba invadiendo, algo que no quize permitir, además que mi egoísta sueño era ser famoso y cantante, solo pensé en mi. Temía que ella me encontrara después de escaparme de sus brazos, ella lo hizo, me encontró, pero nunca me busco, supongo que no quizo molestarme, nunca fue una molestia.

Yo te hacía llorar cada vez que amenazaba en matarme con cada tropiezo que tenía. Por que si, también fingía dormir cuando te levantabas de madrugada a llorar en el baño.

Cada vez que un problema por más pequeño que fuera, quería arreglarlo de la misma manera, a veces bromeaba, pero ese humor negro no lo tenía ni yo, las discusiones me hacían llorar a mi primero, porque no quería imaginarme un mundo con ella muerta.

Yo nunca creí en nada más que no fuera tu mirada.

¿Cual es tu religión? Pregunté mirándola antes de dormir, mientras ella estaba sobre mi pecho, que cuando Solté la pregunta, me miró a los ojos y tocó mi nariz, "Tu mirada es mi cielo, y tus abrazos mi salvación, tus palabras son mi biblia, y yo... Soy tu fiel creyente"

Respire fuertemente, mis lágrimas salían con dolor, sintiendo las punzadas en mi cuello, queriendo gritar, o al menos estrellar mi cabeza contra ese piano que estaba en la habitación, recordando que lo compre con el dinero que tomé de su jarrón favorito el día que me fui.

Y creo que esta es la última carta que escribiré..

Estaba en lo cierto..

Te amo, gatito

Recordé la platica que tuvimos, después de decirme que ella escribió una canción por si llegábamos a terminar, nunca me la cantó, pero sabía que sería muy triste como su mirada al mencionar la palabra terminar.

También recuerdo a ella mencionandome las mil y una razones por las cuales soy un gatito, hasta en halloween me compro unas orejas de gato que me Negue a usar, la hice llorar con ese hecho.

Abrace la carta con todas mis fuerzas, mojandola y arrugandola mientras mi llanto se hacía aún más dramático, mis sollozos eran verdaderamente fuertes.

Mire el sobre y encontré esa foto, nos la tomamos un día antes que me fuera, a ella le encantaba tomar fotos con su cámara.

Tome el sobre de la policía encontrándome con imágenes fuertes, su pequeño cadáver destrozado en la escena de los hechos y la de su autopsia, estaba drogada cuando lo hizo, no recordaba que se drogara, quizás si lo hacía y no lo sabía ya que sólo pensaba en mí carrera.

No se si fue coincidencia que la ropa con la que murió fue la ropa con la que le pedí que fuera mi esposa de una forma no tan formal, con anillos de caramelo, ella si lo creyó, para ella yo era su prometido y decía que nos casaríamos en el parque, y cosas tiernas.







Deje la banda.

Deje la música.

Deje esa egoísta decisión que la orillo a esto, y regrese a mis orígenes, a la desarreglada casa en la que vivió mi pequeña por los 5 años en el que la abandone, encontré las partituras de aquella canción de la que me hablo, y todas esas fotos que atesoraba.

Al llegar al cuarto, me acosté en mi lado de la cama y tome su almohada y la abrace, cubrí mi cuerpo con la sábana.

-Ya estoy en casa, cariño...

Dije rompiendo en llanto abrazando su almohada con fuerza.

夢夢 𝘠𝘰𝘰𝘯𝘨𝘪 𝘙𝘦𝘢𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯'𝘴 (En edición)Where stories live. Discover now