¡Maldito Viaje Del Tiempo! [ InoZen ]

V

Todo volvía a ser incómodo.

Zenitsu e Inosuke se encontraban sentados a cada lado del futon dándose la espalda y en silencio. Ninguno quería hablar, Inosuke sentía que si lo hacía acabaría siendo reprendido y Zenitsu no pensaba dirigirse a alguien tan detestable cómo él.

Quizás se hubieran quedado así por horas, pero el sueño les ganaría y la única opción de estar en paz era hablando.

—¿Ya va acabar tu broma? ¿Zen?

—¿De qué maldita broma hablas?!

—Has estado actuando muy extraño hoy, tú-

—Esa es mi forma de ser idiota, tú eres el que está actuando diferente, ¿porqué no gritas? ¿Porqué no me golpeas? Detesto verte tan calmado, sólo haces que te odie más.

Esa punzada de nuevo.

—Yo... Dejé de hacerlo hace mucho Zenitsu, prometimos cambiar para llevarnos bien y lo habíamos logrado, no entiendo que te pasa...

—Yo no voy a cambiar idiota, sólo te hice una broma, así que no jodas. —Rápidamente se echó en el futon y cubrió su cuerpo con todas las mantas para no verlo más —. DUERME EN EL PISO, NO PIENSO COMPARTIR CAMA CONTIGO DESPUÉS DE LO QUE, QUIÉN SABE ME HICISTE AYER.

Era el fin de la discusión.

Nada iba a cambiar la idea de Zenitsu e Inosuke ya estaba muy cansado cómo para pelear, así que suavemente se acomodó en el suelo echándose de costado y abrazó su propio cuerpo por el frío que estaba sintiendo. Cerró sus ojos para tratar de dormir lo más rápido posible, pero su mente no lo dejó. Una pregunta empezó a rondar en su cabeza en busca de una respuesta, y por más de haber pasado horas pensando en ella no pudo responderla, y sólo cayó dormido con ese sentimiento de tristeza en sí.

«¿Qué es lo que pasa con Zenitsu?»

El fuerte portazo que se escuchó en toda la casa lo hizo abrir los ojos con rapidez.

Se asustó al pensar que algún demonio había entrado pero no era nada, así que se sentó en el suelo sobando sus ojos con pesadez. Todo su cuerpo le dolía y el frío que sentía era insoportable, apenas había podido dormir, pero trataba de no tomarle importancia para empezar a buscar a Zenitsu. No estaba en el futon ni cerca de la habitación, por lo que supuso debió haber sido el que salió hace unos momentos, así que se levantó rápidamente para cambiarse e ir ordenando algo.

Era domingo y habían quedado en que esos días Zenitsu saldría temprano a comprar algunas cosas para hacer el desayuno con Inosuke al volver. Se supone que también debían de estar en la misión la cuál habían sido asignados noches anteriores, pero con todo lo que estaba pasando no podían hacerlo. Inosuke se sentó en el futon tomando la pequeña bolsa donde se encontraba la comida favorita de su compañero que había traido el dia anterior y se puso a esperar.