VIII

1.4K 130 128
                                    

Tan sólo un segundo bastó para que Inosuke sea detenido.

Alguien volvió a llegar a tiempo.

—¿¡Qué se supone qué está haciendo?! —Gritaba Rengoku abrazando al menor por detrás tratando de retener sus brazos después de haberle quitado sus katanas. —¡Joven reaccione!

—¡Suelteme, usted no sabe nada! —Empezó a responder el menor furioso sin dejar de moverse con fuerza para soltarse.

Los rayos seguían haciéndose presentes en el cielo alumbrando el lugar y el pilar no sabía que hacer con el menor para calmarlo, si seguía mucho tiempo ahí ambos enfermarian por el fuerte frío que hacía, e Inosuke ya estaba muy mal para que algo más le diera, ni siquiera sabía porqué lo dejó irse hace rato en primer lugar.

—Por favor tranquilicese... Todo se va a arreglar —Trataba de hablar sin ser escuchado y su fuerza empezó a acabarse al sentir el cuerpo contrario moverse con intensidad. Inosuke no había dejado de gritar mientras tiraba su cabeza para atras queriendo golpearlo, y lo único que le quedó hacer es golpear levemente su cuello con una de sus manos para hacerlo caer inconsciente. Luego de ello lo cargó en sus brazos, tomó sus katanas y corrió en dirección a su finca lo más rápido posible.

Aún le sorprendía demasiado haber encontrado al menor en ese estado, y se preguntaba; ¿Qué hubiera pasado si no hubiera llegado?

¿Él realmente se habría cortado?

No quería respuestas, no quería pensar, lo único que quería es llegar a su finca sano y salvo, así que agitó su cabeza en negación quitando las ideas absurdas de su cabeza, porqué sabía que Inosuke no era así, y debía haber un gran problema para eso.

No quería respuestas, no quería pensar, lo único que quería es llegar a su finca sano y salvo, así que agitó su cabeza en negación quitando las ideas absurdas de su cabeza, porqué sabía que Inosuke no era así, y debía haber un gran problema para eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En unos cuantos minutos más llegaron a la finca y aprovechó en sacarle el haori al menor para recostarlo en el futon y dejarlo descansar. Ya era demasiado tarde cómo para querer arreglar las cosas, así que lo único que hizo es arrodillarse a su lado para cuidar de él.

Era capaz de amanecerse ahí si era necesario, no pensaba dejarlo sólo, cuándo entonces escuchó a Inosuke jadear levemente haciendo expresiones de dolor —No te vayas Zen... —Kyojuro abrió los ojos sorprendido otra vez, seguía sin creer nada de lo que veía, pero ahora estaba seguro de algo, y es que Zenitsu era importante en lo que estaba pasando.

—No se preocupe joven Hashibira, yo estaré aquí para apoyarlo —Susurró acariciando sus cabellos y se acomodó a un lado suyo para atraer al menor entre sus brazos y hacer que se calmara —Los ayudaré.

...

La noche pasó y el sol se hizo presente de nuevo.

Inosuke se removió en el futon tratando de estirar su cuerpo y sé levantó observando el lugar.

—¡Buenos días joven Hashibira! —Escuchó la fuerte voz del mayor acercarse a él con una bandeja en manos y bajó la mirada arrepentido —Traje su desayuno, por favor terminelo todo. —Le ordenó dejando la bandeja en su manos y le sonrió.

¡Maldito Viaje Del Tiempo! [ InoZen ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora