¡Maldito Viaje Del Tiempo! [ InoZen ]

IX

—¡Pide tu deseo! —Habló Tanjiro acercando la torta a su rostro y Zenitsu asintió.

Cerró sus ojos y pidió un deseo.

—¡Ahora la mordida! —Gritó fuertemente Inosuke, para posteriormente agarrar la torta y estamparla en la cara de éste. —¡Ahora sí, a comer! —agregó y salió corriendo.

Zenitsu quería matarlo.

—No te preocupes, sabes bien como es-

—¡Cuánto espero que mi deseo se cumpla! —Gritó saliendo de la habitación y Tanjiro se asustó.

«¿Habrá pedido que muera? Ay no...»

19 de Abril, cumpleaños de Zenitsu, día en el cuál pidió su deseo sin pensar que se haría realidad.

25 de Junio, casi dos meses después de eso. Rengoku e Inosuke van a la finca de descanso y tras acercarse a la ventana el peli negro vomita el pétalo de una rosa confirmando así, que tiene Hanahaki. Una enfermedad la cuál pocos conocían, cruel y despiadada; la enfermedad del amor.

Sólo pasaron dos meses y algunos días más después del cumpleaños de Zenitsu ¿Qué pasó? ¿Porqué está sucediendo eso? ¿Porqué Inosuke busca a Zenitsu con desesperación? ¿Porqué Tanjiro actúa así? ¿Porqué Rengoku está al tanto de Inosuke? ¿Porqué todo está tan diferente?

Es facil.

Y sólo debemos de volver en el tiempo para averiguarlo. 20 de Abril, justo un día después del cumpleaños de Zenitsu. Día en el cuál todo empezó a suceder, o quizá no...

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—¡Buenos días! —La voz de su compañero jabalí lo despertó de su sueño —¡Monitzu, es hora de entrenar! —agregó tirando de las mantas que cubrían al rubio haciendo que este gruñera de mala gana.

—Ayer acabo de celebrar, por primera vez en mi maldita vida mi cumpleaños y tienes que despertarme temprano. Jódete —Le respondió tratando de taparse nuevamente.

Ambos empezaron a pelearse por la manta y tras algunos segundos Tanjiro llegó a la habitación agitado, creía no poder nunca y cuándo vio a Inosuke allí suspiró. Lo había tratado de distraer desde la mañana para que no fastidiara a Zenitsu, pero en un pequeño descuido se le escapó.

—Siento mucho esto Zenitsu, ya me lo llevo —Dijo algo rápido y tomó a Inosuke de uno de sus brazos para salir de allí —Descansa.

Zenitsu suspiró.

Era por las puras, su sueño se había ido.

«¿Porqué no se cumplió me deseo?» Se preguntaba molesto, él quería levantarse y no estar con Inosuke, pero sabía que era estúpido pensarlo porque eso sólo existían en libros o cuentos.

Se levantó malhumorado y empezó a doblar sus sabanas escuchando afuera los gritos por parte de Inosuke y los regaños de Tanjiro. Quería que una roca le aplastara encima al peli negro para que apagara su irritante voz, pero nuevamente, sabía que eso no iba a suceder.