¡Maldito Viaje Del Tiempo! [ InoZen ]

VII

Su cuerpo se encontraba débil y no sabía dónde estaba ni cómo había llegado ahí. Sólo sentía el cálido ambiente que lo rodeaba junto al olor delicioso de la comida, su mente recién estaba procesando todo, y lo que también podía escuchar es la fuerte lluvia que había fuera.

«Zenitsu... Él debe estar esperandome, tengo que ir al lugar.»

Con algo de torpeza se destapó y levantó del futon dónde estaba para dirigirse a la puerta, esa finca era de un pilar que conocía bien, y ya que no lo había visto por ningún lado pensaba en escapar, pero no pudo hacer mucho al sentir un fuerte mareo que lo hizo caer arrodillado justo cuándo estaba apunto de salir.

—¡Joven Hashibira! — Gritó el pilar de la flama saliendo de la cocina y acercándose a él para ayudarlo —Hace algunas horas tambien se desmayó y por suerte pude evitar que se golpeara, pero si está mal debe estar en descanso o se puede hacer más daño —Habló con calma y tomó entre sus brazos al menor para ir camino al futon nuevamente. Inosuke no decía nada, sólo trataba de esconder su rostro en el pecho ajeno por lo vulnerable que se estaba mostrando ante él. —¿Qué hacia sólo en medio del bosque?

—Sólo estaba esperando a alguien.

—Pero estás mal, debes de abrigarte. —Le dijo y lo dejó en el futon con cuidado. —Mira, te daré esto —Rapidamente corrió hacia uno de los armarios y sacó un traje de cazador junto a un haori azul con tejidos en patrón que parecían ser circulos bordados —Lo hice para ti pensando dartelo en tu cumpleaños, pero cómo la situación lo amerita te lo doy ahora, ten —Dijo entregándole todo.

Inosuke lo observó por unos segundos y mostró una sonrisa por lo bonito que era, se lo puso para no sentir más frío y soltó un suspiro por ello. Kyojuro se arrodilló junto a él y lo observó sonriente.

—¿Te gusta?

—Sí, gracias....

—¡Bueno! —Acarició la cabeza contraria suavemente y lo observó —¿Qué te parece si comemos?

—¿Dónde está Zenitsu? — Preguntó ignorando lo otro.

—Mi chico está con él en la finca de descanso ¿Porqué?

—Hay algo muy importante que iba a decirme, debo ir con él.

—Pero está lloviendo y está oscuro.

—No se preocupe, puedo protegerme bien y ya me siento mejor —Agregó con una voz segura y se dirigió a la puerta nuevamente. —No volveré rápido, así que puede comer sólo.

Kyojuro sonrió tratando de mantenerse calmado y lo dejó irse, después de todo no podía hacer nada con él, pero ese chico realmente le preocupaba, y no por el simple hecho de que en su rostro y cuerpo se veía lo mal que se encontraba, si no por cómo actuaba Zenitsu. No era normal ver al rubio así, pero tampoco podía hacer nada, así que dejando de pensar en ello se dirigió a una de sus misiones dejando la comida para otro día.

«Tal vez no vino porque estaba lloviendo y yo debía ir con él»

Si Zenitsu iba a seguir así lo mejor era hablar para dejar las cosas en claro, decirle que todo era una broma, había quedado en eso ¿No? Si no llegó era por culpa de la lluvia.

«Sólo eso...»

Tras algunos minutos de recorrido llegó a la puerta de la finca de descanso y dio unos leves toques queriendo entrar de una vez. Nadie respondió.

Escuchaba voces dentro y sabiendo que una de ellas era la de Zenitsu se dirigió a una de las ventanas para poder entrar por ahí. El techo de la casa cubría que no se mojara, pero el viento le estaba jugando una mala pasada al enviarle toda la lluvia a su cuerpo. 

—¡Zenitsu! —Gritó tratando de ser escuchado pero el resto no lo hizo, y lo único que le quedó hacer es golpear la ventana con fuerza para romperla. —Ya está... —Esperaba no haber hecho tanta bulla, y luego trató de impulsarse para hacer llegar sus pies a la cima pero cuándo lo logró recibió un fuerte empujón que lo hizo caer de espaldas y golpear su cabeza. No entendía que había pasado, pero no dudó en levantarse para ver quién le había hecho eso.

—Inosuke es mejor que te vayas.

—Dijiste que Zenitsu quería hablar conmigo, tengo que-

—Pff... ¿En serio?

—Tanjiro por favor, ya no quiero pelear contigo, ya tuve suficiente.

—Pues aquí estoy y no me importa, ya te dije que Zenitsu no quiere verte.

—No me interesa, yo tengo que hablar con él, ¡no te metas tú! ¡Lo único que has hecho es joder toda nuestra maldita vida! —Gritó molesto por la situación recordada y sin darse cuenta dio un gran salto que lo hizo entrar a la finca. Apoyó sus manos en los hombros del burdeos haciendolo caer al suelo y lo retuvo ahí para tratar de hacer que se calmara o que lo impidiera pasar. Realmente le jodia todo, y le dio una mirada atemorizante logrando que Tanjiro empezara a temblar.

—¡Zenitsu ayúdame! ¡Inosuke se ha vuelto loco! —Dijo con fuerza dando gritos al final y el chico lo escuchó. Rápidamente unos pasos se acercaron al lugar y cuándo Inosuke alzó la vista vio a Zenitsu ahí.

—Ya llegast- —Fue interrumpido al sentir el fuerte empujón que recibió.

Tanjiro se levantó y se puso al lado de Zenitsu.

—¿¡Qué te pasa Inosuke?! ¡¿Qué se supone que haces con él?!

—Quiero hablar contigo...

—¡Pues yo no! ¡Ya te he dicho que no quiero verte.

—Zenitsu ¿No te das cuenta?, nosotros...

—¡Largate idiota, no te quiero, nunca lo hice, no sé porqué insistes, lo que pasó pasó, pero ahora quiero que desaparezcas de mi vida porque me importa una mierda lo que pase contigo! ¿Te quedó claro o quieres que lo repita? ¡Desaparece y muerete, yo voy a quedarme con Tanjiro!

Esa punzada de nuevo.

Un fuerte rayo alumbró todo el oscuro lugar y los ojos verdes de Hashibira se acumularon de lágrimas que de poco a poco empezaban a salir.

Otra vez.

Volvía a estar vulnerable...

—¡Vete ya idiota!

No pudo responder más y dando la vuelta empezó a correr. Saltó por la ventana dónde minutos antes entró y sus manos se cortaron levemente al no darse cuenta de los vidrios. Su cuerpo empezó a mojarse a cada paso que daba y trataba de mantener el equilibrio para no caer en medio de la oscuridad. No podía ver bien, el piso estaba resbaloso y estar en medio del bosque no lo ayudaba.

Ya no quería más.

No quería sentir ese dolor.

Nunca antes lo había sentido, su corazón... Apretarse.

—¡No quiero! —Encontró sus katanas allí, en el árbol dónde horas antes estuvo, y asustado tomó ambas para dirigirlas a su cuello mientras se arrodillaba y empezaba a gritar —¡Odio este dolor! ¡No lo puedo soportar! —La lluvia no dejó de caer y sólo el lugar pudo ser testigo del sufrimiento que estaba teniendo aquel chico. Un sufrimiento que estaba a punto de terminar, porque Inosuke estaba destinado a morir...

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WEYEEEES TENGO GANAS DE CAMBIAR TODO O SI NO VOY A SUFRIIIR AHHHAAHH.

09-05-22