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T e n

T r u s t

"OYE, SOY YO OTRA VEZ", Kate tocó el buzón de voz, siendo la voz de Stiles lo único que llenaba la casa de Hale

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"OYE, SOY YO OTRA VEZ", Kate tocó el buzón de voz, siendo la voz de Stiles lo único que llenaba la casa de Hale. "Mira, he encontrado algo y no sé qué hacer, ¿vale? Así que si tú o Scott pudieran contestar su teléfono ahora mismo, sería genial, o de lo contrario, te mataré. ¿Me entiendes, Amelia? Te mataré... pensando en ello dos veces, no tengo ninguna posibilidad de matarte, ya que probablemente me matarás primero, ¡pero entiendes mi punto! ¡Adiós!"

"Tu novio parece intenso", comentó Kate.

"Cállate..."

Amelia estaba en el suelo, de espaldas en uno de los muebles que tenía Derek. Estaba herida por tratar con Kate mano a mano, pero ella parecía perfectamente bien, electrocutando a Derek de vez en cuando.

"900.000 voltios", dijo, mirando el arma con luces azules que salían de ella.

No era justo, Amelia solo tenía como dos arcos y una daga.

Una daga...

"Nunca fuiste bueno con la electricidad, ¿verdad?" Estos pequeños y estúpidos juegos a los que estaba jugando se estaban volviendo un poco agotador. "O fuego", dijo antes de reírse. "Por eso te voy a contar un pequeño secreto. Y, bueno, tal vez podamos ayudarnos mutuamente".

La mujer se sentó frente a Derek mientras jadeaba. Amelia quería ayudarle, pero resultó herida. No podía ponerse de pie.

Solo tenía que alcanzar su daga.

"Sí, tu hermana fue cortada en pedazos y usada como cebo para tratar de atraparte". Hizo clic en la lengua. "Agradable y, francamente, un poco demasiado Masacre de motosierra de Texas para mi gusto, pero bastante cierto. Ahora, aquí está la parte que realmente podría darte una patada en tus bolas... no la matamos".

Amelia la miró confundida. Derek les había dicho que encontró a su hermana de esa manera, que fue secuestrada por los Argent. Si no lo hicieron, ¿quién lo hizo?

"¿Crees que estoy mintiendo?" Preguntó Kate.

"No sería la primera vez..."

Oh, ellos, tenían algo, dijo en su cabeza. Y ahí estaba, haciendo que Scott se sintiera mal por salir con una cazadora.

Tal vez esa fue la razón por la que lo estaba haciendo sentir mal e intentando que dejara de salir con Allison... una vez fue Scott.

Eso es demasiado Shakespeare para el gusto de Amelia.

"Cariño", dijo Kate, acercándose a él. "Bueno, ¿por qué no escuchas mi corazón y me dices si lo estoy?"

Amelia agarró lentamente la daga dentro de su bota y esperó su oportunidad de lanzarla a la cazadora.

THE HUNTER | STILES STILINSKI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora