Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)

Capitulo 8. Caballero De Camelot

Drant estaba muy feliz, ya que el se encargaría de entrenar directamente a los nuevos reclutas, y entre ellos se encontraba cierta hada, la cual se sentía humillado por usar ropa humana y no ropa que el mismo creó.

– Bienvenidos al entrenamiento de caballeros sacros de Camelot, aquí aprenderán a ser bueno y nunca jugar, además de que les ayudaremos a explotar al máximo su poder mágico, así que muestren de lo que son capaces chicos.

Dijo un hombre de cabellos rojos el cual tenía una armadura dorada.

– Si gran maestro.

Dijeron todos mientras Lex se mantenía callado y con ganas de matar a Drant.

– Bien, a partir de hoy, todos vendrán a el castillo a entrenar, buscarán un arma en la cual especializarse y obtener experiencia en los Combates, además de que los mejores serán nombrados caballeros sacros oficiales, así que a esforzarse.

...

Durante el transcurso de algunas semanas, todos los chicos que aspiraban a Caballero sacro iban al castillo durante las mañanas y se dedicaban a entrenar, siendo vigilados por caballeros rango platino, los cuales ayudaban a que lograrán enfocarse en sus armas y poderes mágicos.

– Veo que no estas esforzándote, debo de decirle al gran maestro?.

– Callate Drant, solo acepte a ser caballero, mas nunca pense que se tratara de esta tontería.

Lex y Drant estaban sentados en uno de los sacos que usaban para los que tuvieran magia de contacto físico, algo que ninguno de ellos tenían.

– Vamos Lex, digiste qué querías intentar de nuevo, así que al menos trata de hacerlo, yo creo en tu poder, además de que Camelot esta mas que feliz de tenerte como aspirante, el rey lo sabe, el gran maestro lo sabe, y yo se que serás uno de los caballeros más increíbles de todo Camelot.

Dijo mientras se levantaba del saco y le daba palmadas en la espalda.

Lex soltó un suspiro y solo miró como los chicos se esforzaban.

– Los humanos se esfuerzan para cumplir sus metas, acaso también eso le pasó a Ban?.

Miró a su alrededor, notando la montaña de armas que había en uno de los lugares, solo se puso de pie y camino hacia ese lugar, notando que todos lo miraban, pero lo ignoro.

Vio cada una de las armas que había en ese lugar, desde dagas hasta hachas, espadas, martillos, arcos, lanzas, mazos, manguales y látigos.

Al final tomó el látigo que tenía cierto parecido al suyo, el cual perdió en una taberna por culpa de Drant al no tener con que pagar su cerveza.

– Valla chico, no sabia que te interesaba el Flagrum como arma, yo pensé que el mangual era mas practico.

Lex observó como un chico de cabellos verdes se había acercado a él, este tenía un mangual en su mano derecha, la cual era una bola de acero con pinchos, unidos a una vara de metal, pero noto que también tenía una cadena.

– Si, ya estoy acostumbrado a usar este tipo de látigo, pero no creo que pueda ser capaz de usar una arma con esa.

Dijo apuntando al mangual del chico.

– Si, bueno tengo mucho que aprender para poder dominar esta cosa, en fin, un gusto, soy Mark.

Dijo extendiendo su mano libre.

– Lex, encantado.

Aceptó el saludo, sin darse cuenta, tal vez las cosas comenzarían a mejorar.