Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)

Capitulo 23. Detrás Del Demonio

Un fuerte ruido se podía escuchar, los aldeanos sólo veían como los pájaros de la montaña volaban, como si fuera una señal de que tenían que irse o almenos refugiarse de en sus casas, algo que hicieron muchos.

Menos por cierta persona que salió corriendo de la taberna, cargando algo entre las manos.

...

El rugido del ahora reconocido demonio pudo ser escuchado por almenos la mitad de la aldea, mientras que para los cinco pecados que estaban frente a él, solo evitaban ser golpeados por un ataque de este.

– Carajo, a este paso solo conseguirás que nos maten.

Ban no podía entender la desicion de su capitán, ya que este no quería que aquella criatura muriera.

– Ban, el...

– Callate y muévete.

Ban interrumpio la excusa de su capitán, aventandolo lejos, así el recibiendo el golpe que iba hacia el rubio, destruyendo la parte superior de su cuerpo una vez más en tan sólo el rato que llevaban evitando matar al demonio.

– Dejenmelo a mi.

King dijo, levantando su lanza, solo para ser detenido por un grito del rubio, logrando que este se detuviera, solo para recibir un ataque por parte del demonio.

– Dave, por favor reacciona, podremos ayudar, solo sal de ese trance.

Dijo Meliodas, pero eso no parecía funcionar muy bien, ya que prácticamente el demonio lanzó un golpe a Meliodas, el cual estaba bastante listo para recibirlo, pero en lugar de eso, el golpe nunca llegó, confundiendo al rubio.

– Segunda regla que nunca se deben de olvidar, nunca dejes que tu enemigo logre tocar tus sentimientos.

Lex había detenido el ataque mediante algunas raíces, pero eso solo durarían unos pocos segundos.

– Lanza sagrada Chastiford modo dos, guardián.

King dijo, haciendo que su lanza cambiará de forma a la de una especie de osos con cuatro brazos, pero en lugar de atacar, este solo tomó la parte baja del cuerpo de Ban y a Meliodas, llevándolos a donde Gowther se sencontraba.

– Lex, si estas de humor, crees que podemos acabar con todo este problema?.

King por fin se había armado de valor para decirle algunas palabras a su hermano, algo que no había hecho en más de setecientos años?

– De acuerdo, pero más te vale tener una excusa muy buena, cuando te quedes tirado en el suelo.

Dijo, sacando una pequeña sonrisa en King.

– Deténgase ahora ustedes dos.

Dijo Meliodas con seriedad y desesperación, pero en lugar de recibir la respuesta de su último grito, recibió un golpe por parte de Ban una vez este logró regenerar la parte superior de su cuerpo.

– Capitán, deja de decir estupideces y terminemos con el antes de que nos mate, esa cosa es un demonio y no podrás hacer que una criatura tan despreciable y asquerosa haga lo que quieras.

Ban no le preocupo en suavizar sus palabras, ya que en ese punto el también se había hartado de las estúpidas peticiones de su capitán.

– Ban, te digo que...

– Señor Meliodas.

Una nueva voz se había hecho presente, captando la atención de todos al ver cómo cierta persona había llegado al campo de batalla.

– Es la princesa.

King dijo al ver cómo la princesa trataba de recuperar la respiración.

– Así que vino a morir, que lastima, por que la gente de Liones no me deja matarlos yo mismo?.