Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)

Capitulo 27 - Ida A Liones

En un abrir y cerrar de ojos, aquella caballero había desaparecido junto a Hawk y la princesa, todos habían quedado en shock al ver como la escena se desarrollaba frente a ellos.

– Esa magia, será acaso...?

Lex dijo tan solo unos segundos después de haber desaparecido, siendo callado por un grito de Meliodas, el cual no era nada bueno.

Todos llevaron su vista a su capitán, el cual salió corriendo directo a la puerta, tomando aquella espada qué la princesa le había dado solo un día antes.

– Gowther, sabes exactamente que fue lo que acaba de suceder.

Lex dijo más como afirmación qué a una pregunta, este solo asintió mientras salía detrás de Ban, el cual corría hacia donde se encontraba el rubio.

Todos los demás pecados corrieron tras el rubio, al verlo, este tenía una expresión qué mezclaba su ira y preocupación.

– A la capital. Debo de ir solo para rescatar a Elizabeth.

Dijo con molestia, pegada a una orden muy poco efectiva.

– Qué?, capitán, ir ahi es prácticamente una mala idea, no podrás llegar a tiempo, la capital se encuentra a más de sesenta kilómetros.

Dijo King con calma, tratándose ayudar a calamar las emociones fuertes de Meliodas, el cual volteo a ver a la gigante antes de hablar.

– Diane...

La gigante lo miro unos segundos antes de asentir.

– Espera. Capitán, cambie de parecer, te acompaño.

Ban dijo con una sonrisa burlona en si rostro, causando algo de molestia en el rostro del hada menor.

– Ban, esto no es una broma o una de tus tontas ideas.

Lex dijo, pero Ban lo miro sobre su hombro antes de sonreír como si nada.

– No te preocupes demasiado por mi Lex, tengo una buena razón para ir, créanme.

Dijo solo para que Gowther apareciera y lo abrazara por la espalda, sorprendiendo al resto de pecados.

– Gowther, también tú?.

– El capitán y Ban siempre discuten, me da curiosidad y quiero aprender mediante la observación.

Dijo este antes de que Diane los tomará entre su mano y comenzará a levantarlos.

– Puede que me desvíe un poco a la hora de lanzarlos, pero espero que no pase nada más.

– Mientras sea la dirección correcta no hay problema Diane.

– Meliodas, más les vale tener cuidado, Liones es un reino grande y con muchos caballeros sacros, dudo que estos no estén preparados para ser emboscados justo después de lo que hizo esa caballero.

– Calma Lex, lo tendremos.

Un pequeño silencio se apoderó del lugar, la calma antes de la tempestad.

– Capitán, rescaten a Elizabeth.

Dijo Diane. Esta comenzó a correr, ganando fuerza en cada paso que daba hasta levantar el brazo y con el impulso obtenido soltarlos, directamente la capital del reino.

– Parece que nuestra llegada es inevitable.

Tanto King como Lex miraron como sus compañeros desaparecían mientras se alejaban gracias a la velocidad qué Diane había conseguido.

...

– Si la princesa es la clave para despertar a los demonios, por que Meliodas no quiso hacerlo cuando pudo?.

Lex miraba con la cabeza agachada a Diane y King, tratando de ignorar los comentarios tontos qué su cabeza recibía.

– La capital real esta más lejos de lo que pensé, además no creo que sea fácil el luchar contra todo un reino, no cuando todos esperan que este muerto.

Susurro Lex, pero el odio que Liones le tenía guardado, era mucho mayor a una admiracion, solo era patético esperar que nadie lo reconociera, pero lo harían una vez vieran el tatuaje del cisne en su mano.

– Si te sientes culpable dilo, es bueno sacar eso del cuerpo.

– Ja, no me conoces tan bien, prefiero morir antes que arrepentirme por lo que hice.

Dijo y levanto la vista, viendo a los dos pecados hablar, solo que King tenía el rostro levemente rojo, seguramente había dicho algo respecto a Diane o solo por estar tan cerca, generando un ligero dolor de cabeza.

B... u me .... as.

– Que extraño.

– Oye Lex, también te preocupa lo que pueda pasarle a la princesa.

Lex miro a la gigante, la cual tenía una cara de preocupación, mientras su hermano mayor estaba rojo por la vergüenza.

– No, solo me pregunto si llegaremos a tiempo a ayudar.

– Esperen, eso es.

Ambos miraron a King, quien se enderezó u uso sus dedos para llamar a alguien, alguien que Lex conocía bien.

Lex miro hacia arriba, viendo como un pequeño portal se abría y de este salía un pequeño animal parecido a un perro.

– Oslo.

Dijeron Lex y King al mismo tiempo, mientras el pequeño animal saltaba hacia Lex, quien lo recibió con los brazos abiertos.

– Oigan, que ese animal?.

– Diane, este es Oslo, es un viejo amigo de nosotros, Oslo es un sabueso negro el cual se caracteriza por ser un tipo de hada muy extraño, más por sus habilidades.

King dijo, mientras Oslo estaba sentado al lado de Lex.

– Valla, pero por que no lo habían presentado, digo siendo un perro no creo que importara mucho.

– Es por que Oslo adora comer cerdo.

– Por eso decía.

Los tres miraron al pequeño animal, el cual solo estaba sentado.

– Bien, Oslo crea un portal qué nos lleve a Liones.

King dijo, a lo que el pequeño animal gruñó en señal de afirmación, este dio un salto mientras su tamaño iba aumentando, hasta tener una altura similar a la de una casa.

Oslo gruñó y solo salto y metió a Diane en su boca, tragándo la mitad de su cuerpo.

– Oigan, esto es Liones?, se ve muy oscuro.

Se escucho, haciendo que ambos miraran al animal qué tenía en su boca a su compañera, pero la expresión de estos los hizo saber que el no estaba en las mejores condiciones.

– Osl...

– Oigan ayúdenme, me atore, pueden ayudarme, mi cadera se atoro y no puedo salir de aquí, nesecito su ayuda ya.

Se escucho Diane, quien sonaba más asustada qué enojada, Lex miro a su hermano, pero este solo se encontraba rojo por la situación.

– Q-quieres que yo te ayude?, d-dejame r-recapacitar esto.

– King no es hora de esto, Oslo aguanta un poco quieres.

Lex dijo, a lo que el animal como pudo asintió.

– Sin importar el lugar, ven aquí Flagrum de la guerra Leonel...