Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)

Capitulo 11. El Rencuentro Con Un Pecado.

Liones hace 16 años.

La llegada a Liones no fue la mejor para el, ya que había sido enjuiciado por Traición a sus compañeros y a sus aliados, incluso estuvo de acuerdo con su muerte, pero aquel chico rubio de ojos verdes lo salvo de morir.

Ambos se encontraban en ese carruaje, el cual solo iba a una dirección en particular.

– El castillo de la capital real de Liones.

Dijo al ver cómo el castillo se iba haciendo cada vez más grande, asumiendo que ese era el destino que le había dicho Meliodas.

– Así es, como dije, el rey Bartra pidió tu presencia, ya que eres el último en reunirse con todos los demás, por fin estamos los ocho reunidos.

Meliodas no aguantaba la felicidad en su cuerpo, pero el hada sólo sintió una rara sensación, y pudo sentir como si alguien pusiera su mano en su hombro.

– Confiar en él no es la mejor opción, pero si logras cumplir las otras dos tareas, lo entenderás mejor.

La voz sonaba algo familiar pero no supo exactamente el por qué.

El carruaje se detuvo frente al castillo, donde un hombre de cabellos grises estaba frente a la puerta de aquella construcción.

El primero en bajar fue Meliodas, seguido de Lex, el cual al bajar y ver a aquel hombre, se molesto de una manera bastante notoria por todos, dando media vuelta y regresando al carruaje, el cual solo avanzó a gran velocidad una vez la puerta fue cerrada.

Dejando confundidos a ambos hombres.

– Meliodas, acaso ese es el último miembro?.

Preguntó el hombre, solo para recibir una respuesta bastante seria.

– Así es Zaratras, el hombre cuyo dolor lo convierte en poder y cuyo miedo lo convierte el belleza ante la mas difícil situación, la belleza de alguien así es considerada un arma de doble filo, avisale a Bartra que el octavo pecador escapó y que iré por el, nos vemos Zaratras.

Dijo y salió corriendo tras el carruaje, el cual solo mantenía al hada bastante enojada.

– Maldito Zaratras, juro que te mataré aunque me tarde más de mil años, pero te mataré.

Susurro con enojo, desprendiendo un aura que no sabía que podía desprender, solo para caer dormido a los pocos segundos.

...

Los aldeanos comenzaron a defender su hogar con todo lo que tenían, sorprendiendo a los pecados, ya que esto sólo evitaban que aquel hombre de armadura azul se acercara a donde se encontraba la princesa Elizabeth.

– Ban, por que no luchas enserio yy evitas no estosbar aquí, eres inmortal, así que ve y lucha.

Diane propuso, solo para evitar un ataque de viento, mientras que el humano inmortal sólo se dedicaba a esquivar.

– Por qué no es tan fácil, aunque sea inmortal, mi cuerpo se casa y tardó en regenerar mis miembros perdidos, así que por eso estoy evitando que me dé un ataque directo, King tu puedes luchar desde lejos, así que has algo rápido.

Dijo haciendo que el hada se molestara.

– Si tuvieras tu tesoro sagrado podrías hacer algo, idiota, Chastifol modo cinco, aumento.