Capitulo 16. La Llegada De Los Caballeros

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El Festival de peleas había sido la gran atracción de varias personas de todo el reinó de Liones y de algunos más.

Pero sólo había algo que nadie se esperaba y era que más personas se acercaban a ese festival, con la intensión de capturar a cinco personas que se encontraban ahí.

Aunque uno de ellos solo caminaba de regreso a la taberna, donde dejó las tres armas que había comprado, aunque más bien no debía de haber pagado por dos de ellas.

Llegando a la taberna, sorprendido por no encontrar rastro de la gigante como de la humana.

– Diane, humana, donde se pudieron haber metido?.

Dijo, pero mientras más buscaba por el bosque, solo se preguntaba que había pasado, ya que en un punto encontró la ropa de la gigante en el suelo, algo que era obvio que debía de preocuparle, pero eso pasó a segundo grado al ver cómo un grupo de hongos pasaba por ahí y exactamente uno de ellos tenía la cabeza apachurrada.

Entendiendo lo que había pasado.

Pero eso no hizo que sintiera tranquilidad cuando comenzó a sentir una ridícula cantidad de poder mágico.

– Oye, también lo sientes no?, es pequeño, pero bastante poderoso.

Lex solo escucho como el decía eso, pero había algo raro, ya que el pequeño poder mágico que sentía, era similar a uno que ya había sentido hace veinte años.

– Dime, crees que logrará salir del sello o solo es una mala manera de hacer que me sienta como un estúpido, ya que con ambos me molesta la idea.

Lex comenzaba a molestarse, haciendo que las plantas a su alrededor comenzarán a marchitarse, algo que noto y enseguida paro.

– No creo que esté salió del sello, ya que sólo ahí una explicación.

Lex asintió y comenzó a caminar hacia la aldea, tomando su tesoro sagrado y comenzando a volar hacia donde se encontraban sus compañeros, solo esperando que esa sensación fuera algo más.

...

En la aldea, todos disfrutaban de los combates que se llevaban a cabo, siendo magnífico para todos el ver como los Combates se terminaban, llegando a él combate final, entre Melioda y Matrona.

Pero en un punto de la pelea se ellos dos, de un golpe de Matrona, los dedos se quedaron quietos, preocupando a los espectadores, pero nadie noto como otros dos también se quedaban quietos.

Y cuando todos estaban entrando en una discusión mental, otras dos personas habían subido a la arena de combate, mientras que el rubio hablaba, tratando de hacer que las personas se fueran, algo que no consiguieron, solo haciendo que varias bolas de fuego, comenzarán a impactar contra la aldea.

– Rápido, llevense a las personas a un lugar seguro.

Ordenó el rubio a sus compañeros, haciendo que estos comenzarán a moverse, llevándose a las personas de la aldea lejos, así evitando que resultarán heridas.

Mientras que ellos hacían eso, Lex sólo miraba como esos ataques caían en la aldea, sintiendo como sus ojos picaba por las lágrimas que trataban de caer.

– No es bueno que trates de luchar, era obvio que aruan algo así, pero debes de luchar si quieres volver.

Odiaba que fuera tan sincero, limpiandose los ojos, callen do y tocando el sueño, levantando su brazo derecho.

– Flalgrum de la guerra Leonel, quinta forma.

El arma comenzó a estirar sus puntas, clavandolas en el suelo, comenzando un temblor en la aldea, haciendo que varias raíces salieran de la tierra y golpearan las bolas de fuego.

– Raíz tierra.

...

Tanto los pecados capitales como los causantes de aquella acción se sorprendieron al ver cómo esas raíces detenían todos los ataques que habían sido lanzados por la cabellero Sacro.

– Valla, así que alguien logró detener mi saludo, que lastima.

Dijo, pero no parecía arrepentida por aquella acción, solo algo molesta por que alguien la detuvo.

Atacando al capitán de los pecados, haciendo que este recibiera un ataque directo.

– Lex, donde te metiste?.

Susurro el rubio, evitando que Guila se enterara de que el pecado de la Traición también se encontraba en la aldea.

Pero mientras evitaba que la aldea resultará más dañada, también recibía las explosiones de los ataques de Guila, siendo mandado a volar junto a Ban.

Quedando estos en el suelo, solo haciendo que las cabelleros sacros sintieran orgullo por su triunfo.

...

Lex solo ayudaba a las pocas personas que aún estaban en la aldea a evacuar, siendo algo que quería evitar, ya que existía la posibilidad de que la aldea quedara en ruinas o algo parecido.

– Bien, creo que son los últimos.

Dijo mientras veía a una familia correr lejos de la aldea, ahora sólo veía la piedra donde habían sido los Combates.

– Era bastante obvio que nos querían atraer con la presencia de guideon, así podrían planear un ataque y atacarnos cuando quedáramos débiles.

Era verdad, causando una sonrisa en su rostro.

– Hendrickson, Dreifus, si que quieren vernos muertos.

Dijo, solo para comenzar a caminar hacia la piedra, pero solo comenzó a escuchar pasos detrás de él.

Mirando como el cerdo de color verde corría con la ropa de Diane en la boca.

Siguiéndolo, pasando y evitando la pelea que se estaba llevando a cabo.

...

Cuando ambos llegaron a donde se encontraba la piedra, solo se quedó viendo como dos caballeros sacros discutían, pero reconoció a uno de ellos con mucha facilidad.

Pero sólo se quedaron en silencio al ver cómo el cerdo lanzaba la ropa al agujero que estaba en el suelo.

Haciendo que ambos caballeros se quedaran asombrados.

Lex noto como un señor de edad mayor estaba en los brazos de uno de ellos, acercándose a estos.

– O-oye, que haces, no deberías de acércate a atacar.

Dijo el de armadura completa, solo ignorandolo, revisando el estado del señor.

Howzer solo miraba a Lex, ya que este solo extendió su mano, dejando ver una marca que jamás se le olvidaría a Howzer.

– Parece que sólo está en un estado de shock, se recuperará con bastante descanso.

Dijo, pero antes de que el caballero de armadura roja se pudiera quejar de que estaba ahí, vieron como algo comenzaba a salir de la grieta.

Siendo esta la Gigante de nombre Diane, la cual tenía su tesoro sagrado.

– Oye Diane, crees que puedas ir con los demás, yo me are cargo de los caballeros sacros.

Lex le dijo, haciendo que la gigante asintiera.

– Si, solo no hagas algo malo, quieres.

Diane comenzó a alejarse, dejando a Lex con los otros caballeros, bueno siendo más especifico, con uno de ellos, ya que el otro estaba inconsciente.

– Tiempo sin verte, niño llorón.

Howzer solo se quedó impresionado al escuchar ese apodo, sintiendo algo en su interior.

Mirando bien al chico que tenía frente a él, pero aunque era distinto a él, era el.

– No, t-tu.

Howzer temblaba por la presencia del mayor, siendo algo raro en el, pero de algo estaba seguro.

– Si que creciste.

– Tío Lex.

Su tío estaba ahí y con vida.

Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)Where stories live. Discover now