Primera impresión.

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Fui a la cocina a la hora que me habían dicho, y vi como todo era un caos.
Nadie se estaba quieto, para hacer que todo estuviera listo, todos estaban de un lado para otro y yo no se que hacer ni donde ir.
Así que me quedo quieta, pasando platos y vasos a mis compañeros intentando no ser torpe el primer día en que empiezo a trabajar.

-Bien, terminen de colocar los platos, y ya saben no miren al señor- advierte la señora Hands.

Veo como los demás salen con la cabeza mirando al suelo asi que decido hacer lo mismo. Todos estamos alrededor de él.

-Agua- dice el señor y mis compañeros me dan a mi el agua y me empujan para que sea yo quien le sirva. Estoy muy nerviosa e intento con todas mis fuerzas no temblar para hacer caer el agua- chica nueva- tiene una voz grave pero no es de un hombre tan mayor como me imaginaba

-si- digo muy bajo y él me mira enfadado, mierda no molestes al señor, cierro los ojos con fuerza y al abrirlos solo veo como esboza una sonrisa, no viendo más haya, se supone que no puedo hacerlo.

-Has dicho algo?- definitivamente de las treinta no pasa- eso me parecía- dice al ver que no contesto- te puedes retirar.

El resto de su comida paso normal.
Tonta, tonta y tonta... Repito en mi mente una y otra vez.
Tuve que ir a la cama sin pegar un bocado, ya que la señora Hands estuvo regañandome por haber hablado y no me dejo comer mientras lo hacia, además que me volvía a recordar que debía de ser como un fantasma, que no debía de notar mi presencia NUNCA, enfatizó mucho en esa palabra.

Ya que no comí nada, a eso de las tres me levante porque tenía mucha hambre.

Me haré un sándwich y listo.

Fui sigilosamente hasta la cocina, me senté en la isla y comencé a comer. Escucho unos pasos, me cago en.... Miro a todos lados, no se donde meterme. Tras inspeccionar otra vez la cocina me escondo detrás de un mesón.

-Quien esta hay?- mierda el señor, escucho los pasos que da- nueva no puedes estar aquí.

-No lo sabía me levantó de mi escondite y oh dios... Es... Es muy guapo.

-Ahora lo sabe- dice con el ceño fruncido y yo bajo la mirada, lo has visto directamente a los ojos, Elizabeth largate.

-Siento haberlo molestado- digo intentando irme.

-No lo sienta, no lo haga y punto- será cretino pienso y me controlo por no verlo, no quiero molestarlo más y que me eche.- Llevese esto.

Asiento y salgo corriendo a mi habitación con el sándwich. Por favor que no se lo diga a la señora Hands.
Mi alarma sonó a las 5:30 no había dormido nada.

-O'brian despierta de una vez- me dice la señora Hands.- lleva esto.

Salgo y coloco el desayuno, pan, mermelada, café, leche, fruta en trozos.

-Se te olvido el zumo de naranja- me avisa una de mis compañeras- apresurate antes de que llegue.

Voy corriendo para llegar antes que él, pero por desgracia no solo había llegado sino que se dirigía a mi dirección cuando yo corría, chocando con él.

-Lo siento mucho- digo intentando secarlo. Bien te esta notando Eli, deberías ser un fantasma.

-Pero que hace- me quita la servilleta.

-Perdone de verdad yo...

-Esta despedida.- sentencia

-Pero...

-Largo- dice y yo lo miró a los ojos un segundo antes de irme, con todo el odio que una mirada puede transmitir, odio y suplica a la vez.

Cojo mi maleta que aún estaba echa y me marcho.
No puedo creer que este despedida, no he durado ni una semana aquí y ya estoy en la calle otra vez.

A pasado ya días desde que me echaron del trabajo, y hace dos que no como nada.
He tenido que dormir en la calle porque obviamente no tengo dinero suficiente para alquilar ningún piso, y ya no se que más hacer, joder, que voy hacer parezco una vagabunda y asi aunque quiera dudo mucho que alguien me de un trabajo.
Como no pude durar en ese asqueroso trabajo, asquerosos ricos.
Puf, cretino engreído de... UF.

Narración de Ian.

Porque esta chica no va a su casa? Fue lo primero que me pregunte, cuando la seguía en mi coche tras haberla echado. ¿Tan difícil era seguir mis normas? Claro que no, todos mis empleados son capaces de cumplirlas. Porque ella no fue capaz de hacer algo tan fácil, es muy incompetente.
Pasaban las horas y ella seguía sentada en ese banco, acaso no tiene nada mejor que hacer? Vi como buscaba en sus bolsillos y se levantó a comprar un Hot dog. Bien compra eso y se ira a su casa.
Pero mi suposición no se cumplió esa chica volvió a el lugar de antes. Anochecio y ella no se movió. No tiene casa. Pensé. Y sí, al parecer no tiene casa.
La vi al día siguiente, y al siguiente... Y me sentía como un autentico cretino por no ayudarla.
Pero porque debe importarme, si ni siquiera la conozco, aunque esos ojos marrones me quemaron por dentro cuando la vi antes de que se vaya, o bueno antes de que la echara. Decidí dejar de ir a verla y sentí como la angustia creció en mi por no saber nada de ella. La nueva, ni siquiera sabría su nombre si no me lo hubiera dicho la señora Hands, maldita sea, fue su culpa ella hizo que yo la despidiera.
Ian concentrate, tu no te preocupas por nadie recuerdalo.

Narración Elizabeth.

Tenia que intentar hablar con Stefan, no había comido nada y apenas podía caminar. Aunque he querido evitar recurrir a mi hermano tengo que hacerlo, no tengo otra opción ahora mismo.
Me puse en pie sin saber a donde iba a ir. Cogo mi teléfono con esperanzas de tener crédito y que conteste mi hermano, estaba cruzando la calle es lo último que recuerdo.

Narración de Ian.

Debía ir a buscarla, no podía dejar que siga durmiendo en la calle. Iba ya de salida cuando la Señora Hands aparece.

-Señor, tiene una llamada del hospital.

-Que ha pasado?

-Una de las criadas, la que echo. Han llamado por ella- noto que esta preocupada.

-No es asunto mio- digo y ella un poco desepcionada se va. Cuando estoy solo, averiguo donde esta.

Después de oir al doctor, y saber que me han llamado a mi porque seguía constando como mi empleada me pongo de camino al hospital.
Cuando vi a esa chica en la cama con el brazo escayolado me sentí mal, la había dejado sola en la calle. Le ha pasado esto por mi culpa.
Por un momento mi corazón volvió a latir, ella me importa.

-Un loco la atropello y se fue.- me informo el doctor.

-Como esta?- pregunto interesado, porque me interesa esta chica?

-Se curara, pero eso no es lo grave, esta chica no a comido hace algunos días. Tiene las defensas muy bajas y necesita unos días de reposo.

-De acuerdo, donde firmó quiero llevarla a casa lo antes posible- le digo al doctor.

-Esta seguro que...

-Si- digo seguro-Este es mi teléfono, deselo al policía que este llevando el incidente. El loco que le hizo eso debe pagar por ello.

Verla tan tranquila me transmitía algo de paz, esta chica tiene algo. Verla en la cama del hospital tranquila, no podía dejar de observarla, cabello negro a más no poder y ojos marrones, cualquiera diría que no tiene nada en especial. Me hablo el primer día, y luego... Es como si hiciera todo lo que exigo que no hagan.
Y a una parte de mi no le importa.
Por eso la echaste- me recuerda mi cerebro.
Por fin llegue a casa.

-Señora Hands, preparen una nueva habitación para ella, que sea la que esta en frente de la mía.- digo en Elizabeth en mis brazos.

-Esta seguro señor?-

-Si.

Veía como mis demás empleados arreglaban la habitación, pasaban a mi lado, no me veían, no me tocaban. Como debe de ser, como se supone que debería de haber echo esta chica. Elizabeth, recuerdo, su nombre es Elizabeth.
Si lo hubiera echo, no hubiera pasado esto.
A mi me seguiría dando igual cualquiera que no sea yo.
Pero por su culpa, y sus ganas de no seguir las normas ni siquiera se que pasa conmigo.
La observo, esta muy tranquila en mis brazos.
Mi mano se mueve sola como si estuviera hechizada y le acaricio el rostro, con sumo cuidado como si fuera porcelana.
Y veo que cierra con más fuerza sus ojos.

Mi inusual Jefe. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora