Mi inusual Jefe. #Wattys2016

Ian en New York.

Narración de Elizabeth.

No puedo creer que ya estemos en New York.
Han pasado dos días desde la última vez que vi a Ian, hemos hablado por teléfono pero me negué a verlo, no puedo con el, no puedo. Donde se mete esa tía dura a la que le importa una mierda un tío? Con Ian no puedo tan solo el hecho de que me toque me vuelve loca, me hubiera lanzado a sus brazos si Dan no hubiera intervenido la otra vez lo cual le agradezco mucho.
Pero bueno estoy en New York, ciudad nueva, vida nueva.
El piso es un dúplex osea que es un piso con dos pisos, cosas de niños ricos. Tiene cuatro habitaciones, yo pongo mi ropa en el armario en poco tiempo porque tampoco tengo la gran cosa, cuando término voy a la sala y pongo música, tengo que arreglar esto mientras Lía todavía esta arreglando su habitación, la musica esta alta yo bailo y canto como una loca y cuando me doy la vuelta me quedo de piedra al ver a Ian apoyado en la puerta.
Me hace Hola con la mano y yo intento encontrar algún sentido a esto.

-Hermanito!- grita Lía y lo abraza.

-Al menos alguien me recibe bien- dice con una de sus sonrisas mientras yo voy apagar la musica.

-Hola.- le digo y me voy a la cocina.

-Te he echado de menos- dice y veo como Lía da la vuelta cuando escucha eso, creo que a preferido dejarnos solos.

-Yo también- no le miento, y veo como sus ojos se iluminan.- Es irónico pero aunque llevo durmiendo sola desde siempre, no me acostumbro a ello.

-No puedes hacerme esto.- Ian se acerca a mi y yo me ordeno ser fuerte o por lo menos parecerlo.

-El que?- no se a que se refiere.

-A venir a mi vida, a ponerla patas arriba primero haces que te despida porque no cumples con las normas, después desapareces y haces que cuide de ti, y cuando creo que puedo respirar mejor porque eres mía decides irte a otra ciudad y dejarme a mi con el mundo patas arriba.- intento asimilar toda la información.

-Ian no creo que debas decir esas cosas siendo amigos.

-Tu eres más que mi amiga- se acerca más a mi, no puedo no fijarme en sus labios...

Y no sirve de nada el haber pensado que podría ser fuerte, me besa y yo no me opongo a ello. Nuestros labios se conocen tan bien que da miedo, siento como nuestras lenguas chocan y vivo el momento, lo he echado mucho de menos.
Pero no puedo continuar cuando Layla aparece en mi mente.

-No... No puedo.- digo y me marcho.

Parezco una niña de doce años encerrada en mi habitación pero me da igual.

-Eli- Lía pasa con cuidado- estas bien? Siento mucho si....

-No pasa nada- no la dejo continuar.

-Ian... Estará una semana en New York y quiere saber si se puede quedar aquí?- me pregunta nerviosa.

-Claro, es tu casa.

-Nuestra casa.- corrige- la paganos a medias. Entonces te da igual?

-Claro.- miento, no puedo hacer que Lía no acoja a su hermano por el simple echo de que el y yo hayamos tenido una historia.

Tener a Ian bajo el mismo techo no me traerá cosas buenas...

"Que si, te veré uno de estos días...- pongo los ojos en blanco- no estoy poniendo los ojos en blanco- le digo y me rio, me doy la vuelta y me encuentro a Ian observándome con el ceño fruncido.-Acabo de llegar y tengo que trabajar no es que no te quiera ver tonto- le digo a mi hermano e intento ir a un lugar privado pero Ian me sujeta del codo y esta vez soy yo quien lo observa con el ceño fruncido.- Tal vez el viernes hermanito."