xɪᴠ. ¿ᴅᴇ ǫᴜᴇ sᴇ ᴛʀᴀᴛᴀ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ?

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Perdón por la tardanza en actualizar🥺

"Uniendo las piezas, juntos, haciendo uno, haces que mi corazón se sienta como si fuera verano y cuando la lluvia cae, haces que todo mi mundo se sienta tan bien cuando está mal, así es como sé que eres el indicado, por eso sé que eres tú"

-The one, Kodaline


Muchas veces creemos que el mayor problema en el amor es que la persona que amas no corresponda tus sentimientos, que te digan que no, que te rechacen, tenemos miedo a salir lastimados, que nos explote el corazón de tristeza, da miedo el amor, da miedo el no, el rechazo, la soledad, la tristeza, pero en realidad no nos damos cuenta de que el verdadero miedo no es al no, es al sí, porque después del sí es cuando empiezan los problemas, porque cuando aceptamos que hay amor, aceptamos que cualquier cosa puede salir tan bien, como mal.

Y Serkan sabía que eso era lo que sentía Eda, miedo.

A lo largo de su relación habían pasado por altos y bajos, algunos que recordaba y otros que aún seguían perdidos en su memoria, pero lo sabía, tenía claro que no había sido fácil llegar hasta donde estaban antes de su accidente y las cosas habían cambiado.

El miedo que vio en los ojos de Eda esa noche en Antalya seguía dando vueltas en su cabeza como una película que se repetía una y otra vez.

Porque ella sabía que él amaba, pero tenía miedo de salir lastimada y Serkan quería demostrarle que eso no volvería a pasar.

Estaba pensando en invitarla a salir cuando unos extraños ruidos en el primer piso de su departamento llamaron su atención, eran pasada las ocho de la mañana y generalmente siempre era el primer en levantarse, por lo que se bajó de la cama preocupado de que algo anduviera mal, sorprendiéndose cuando la risa de Eda resonó en todo el lugar aumentando aún más su curiosidad y dejandolo totalmente embobado cuando vio la escena ante sus ojos, como se quedaba cada vez que los veía así, cada onza de amor que jamás pensó sentir, lo golpeó como un rayo  haciendolo sonreír, verlos juntos era la imagen que nunca se cansaria de ver.

Alp estaba sentado en su sillita de bebé, con Eda parada frente a él, riéndose carcajadas, ambos estaban cubiertos de harina en medio de una cocina que parecía haber sido atacada por un huracan.

—¿Qué están haciendo? —preguntó con curiosidad haciendo que la risa de Eda se detuviera cuando notó su presencia en la cocina.

—Eh.. yo.. nosotros —balbuceo con las mejillas totalmente sonrojadas, mirando a un Serkan en la entrada de la cocina que todavía estaba con el pantalón de pijama, la camiseta blanca que usaba para dormir y el pelo totalmente revuelto observándolos.

—Babababa —balbuceo Alp riendo golpeando la harina que habia sobre la mesa con sus pequeñas manos.

—Si, papá nos atrapó con las manos en la masa —se río Eda al verlo el polvo que se levantó a su alrededor —Atrapados bebé.

—¿Atrapados? —Serkan alzó un ceja divertido —¿Eso quiere decir que esta era una misión de dos en la que me estaban dejando fuera? —comentó fingiendo indignación.

—Estábamos haciendo un pastel para papá, ¿No es así, mi amor? —murmuró Eda sacando a Alp de su sillita —Pero creo que la pastelería no es nuestro fuerte —dijo mirando a su bebé sacudiendole un poco la harina del pelo y la ropa.

Serkan miró a su alrededor y vio un bizcocho quemado, otro a medio hacer, crema, decoraciones, frutas picadas y mucha harina por todos lados —No tenían que hacerlo —comentó  conmovido.

ʟᴏsᴛ ɪɴ ʏᴏᴜʀ ᴍᴇᴍᴏʀʏ [ᴇᴅsᴇʀ] Where stories live. Discover now