Nyx se esconde en las sombras. Cedric resplandece como el sol.
Nyx Longbottom trata de pasar desapercibida, aprender todo lo que pueda sobre defensa y ser una fuente de orgullo para su abuela y un motivo para sentirse seguro de su hermano Neville. T...
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—Hola, Cedric. ¿Puedes ayudarme...?
Neville se queda parado en la puerta. Le ha costado lo suyo entrar en la sala común de Hufflepuff, porque hasta que Hina no se lo ha encontrado frente a los barriles esperando a que alguien le abriera no se ha atrevido a tocar la contraseña, por si acaso. Ya lleva su túnica formal y no quiere que se le manche toda de vinagre.
Ha hablado con Cedric en alguna ocasión desde que le ayudó el año anterior con su examen de Pociones. Siempre es para preguntarle alguna duda indiscreta o para desearle suerte en el Torneo. Esta vez es para pedirle ayuda con su pajarita.
Lo que no esperaba antes de tocar la puerta era encontrarse a su hermana tomada de la mano de Cedric y bailando de un lado a otro. Tiene que pestañear unas cuantas veces para asegurarse de que lo que está viendo es real.
—¡Nev! ¿Qué haces aquí?
Nyx se separa tan rápidamente que se tropieza ligeramente con uno de los tacones, que se queda atascado entre dos tablas de madera del suelo. Cedric se acerca a ayudarla, pero ella saca el tacón como puede y rechaza su ayuda con una mirada de insolencia.
—Es que... —Neville balbucea desde el vano de la puerta, con la pajarita en la mano. Mira a su hermana y a Cedric sin comprender lo que ocurre—. ¿Vais juntos al Baile?
—No se lo digas a nadie, ¿entendido?
—Pero el Baile es dentro de media hora.
—No se lo digas a nadie en esta media hora —especifica Cedric, con una sonrisa—. ¿Qué puedo hacer por ti?
—¿Desde cuándo hacéis cosas el uno para el otro? —pregunta Nyx, poniendo los brazos en jarras.
—Necesito ayuda con mi pajarita —explica Neville, extendiéndola para que la vean—. Seamus y Dean hace rato que están preparados, Harry y Ron tienen una crisis de vestuario y... He intentado buscar a Connor, pero no lo he encontrado.
—¿Y por qué has buscado a Cedric y no a mí? —espeta Nyx. Se acerca y le arrebata la pajarita para intentar atársela.
Aunque no tiene ni idea. Neville mira el estropicio que está haciendo su hermana sobre su cuello y hace una mueca.
—Por eso.
Nyx chasquea la lengua y vuelve a intentarlo, dándole una palmadita en la mano a su hermano cuando intenta frenarla. Neville no deja de mirar a su hermana con asombro. Se ha peinado, para variar. Se ha maquillado un poco. Lleva un vestido amarillo a media pierna y atado al cuello y aunque no es la prenda más elegante del mundo, le sienta my bien. Estaría completamente fuera de lugar para ella llevar un vestido de falda larga enorme y lleno de pedrería o el pelo recogido y lleno de tirabuzones. Sigue pareciendo ella, pero está radiante.
—Estás muy guapa, Nyx —dice Neville cuando su hermana se cansa y deja la pajarita antes de hacerle un gesto a Cedric para que lo intente él.
Cedric se apresura para ayudar a Neville antes de que Nyx se fije en lo nervioso que está. No sabe cómo ha conseguido dejar de temblar o cómo ella no se ha dado cuenta. Tiene las mejillas rojas y no deja de aducirlo al calor, cuando en realidad no puede dejar de mirar a Nyx.
