El verano anterior, Nyx había pasado las vacaciones con su familia en Grecia. Su piel había adquirido un tono ligeramente tostado bajo el sol, el pelo se le había aclarado por la exposición y se había pasado las noches en la terraza trasera, deleitándose con el canto nocturno de las cigarras. A pesar de que sus vacaciones habían terminado de la manera más extraña, con cantos a la naturaleza bajo la luna, Nyx recordaba aquel verano con una sonrisa cargada de melancolía. Ahora sabe que aquello había sido el claro ejemplo de la calma antes de la tormenta.
Grimmauld Place no tiene nada que ver con la casa de sus abuelos en Makrinitsa. Tienen completamente prohibido salir al exterior, así que, los días en los que hay un poco de sol, como mucho se asoman por la ventana trasera para intentar pillar algún rayo. No hay música griega, ni pastelillos de miel, ni familiares borrachos que animan la fiesta.
Hay cuadros que te juzgan con la mirada, elfos domésticos gruñones y racistas y un permanente olor a humedad y polvo que se te queda enterrado en las fosas nasales. Por alguna razón, además, siempre hace frío en la casa. Nyx tiene que calentar el baño antes de darse cada ducha, porque si no termina tiritando al salir enrollada en su toalla.
Lo que sí es similar a Grecia es el hecho de que siempre está rodeada de gente. Es imposible tener un solo minuto de soledad en aquella casa, y a todos les apetece conversar porque estar en silencio significa pensar, y pensar lleva a actitudes tristes y desanimadas. Lleva a pensamientos de guerra, desesperación y muerte.
A Neville en peligro.
A Harry atrapado en algún lugar. Si es que puede considerarse atrapado y no muerto.
Todo empeora cuando llega el número de El Profeta en el que el Ministerio asegura que la sociedad mágica debe seguir con sus vidas como siempre. Tras un mes de lo ocurrido en el torneo, no se ha encontrado ni un solo indicio de movimiento por parte de los seguidores de Lord Voldemort, ni ningún rumor de que haya regresado. El titular reza algo así como "Cedric Diggory es un maldito mentiroso".
En realidad no pone eso, pero al mencionado le parece leerlo con total claridad. Ni siquiera se concentra en las palabras sobre el papel porque no hace más que leer una desfachatez tras otra.
—Pero eso no tiene ningún sentido. ¡Snape lo vio! ¡Lo dijisteis! —se queja Cedric durante el desayuno, mirando el artículo del periódico con desagrado.
Cedric se está quedando con ellos porque es uno de los protegidos por la Orden. El otro es Neville, pero eso no lo saben todos, solo los que hace falta que lo sepan. Cuanta menos gente esté al tanto de que el chico podría ser una especie de elegido, menos probabilidades hay de que alguien intente atentar contra su vida.
Eso convierte a Cedric en el único enemigo público. Por eso le tiemblan tanto las manos mientras deshace su magdalena sobre el plato del desayuno. Por eso mira a Nyx de reojo, para que le secunde.
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· Díada · (Cedric Diggory)
FanfictionNyx se esconde en las sombras. Cedric resplandece como el sol. Nyx Longbottom trata de pasar desapercibida, aprender todo lo que pueda sobre defensa y ser una fuente de orgullo para su abuela y un motivo para sentirse seguro de su hermano Neville. T...