(𝟒𝟒) · 𝐍𝐨 𝐦𝐢𝐫𝐞𝐬 𝐚𝐭𝐫á𝐬 ·

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La situación se vuelve tan tensa en el colegio tras el ataque a Tamsin en el campo de Quidditch y el accidente de Montague que los profesores no pueden simplemente dejarlo estar

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La situación se vuelve tan tensa en el colegio tras el ataque a Tamsin en el campo de Quidditch y el accidente de Montague que los profesores no pueden simplemente dejarlo estar. Dumbledore convoca una reunión para todos los alumnos en la que expulsa públicamente a los causantes de lanzar la Marca Tenebrosa al cielo y hechizar a su compañera con magia oscura. Son Avery y Nott, que intentan hacerlo pasar por una broma pero nadie les cree. A los jugadores de Slytherin no pueden expulsarlos porque, más allá de los comentarios que hicieron, no hay pruebas como tal. De momento, el Quidditch queda cancelado hasta nuevo aviso.

Nyx se remueve en su asiento mientras escucha su discurso acerca del odio, el abuso y lo importante que es estar unidos. Cuando menciona la muerte de Harry, aquello calla los murmullos que se han alzado por toda la estancia. Ella no deja de pensar en el compañero que está en la Enfermería, aún sin recuperar la audición ni la visión tras el impacto del rayo.

A mí no me pueden expulsar, porque no hay prueba ninguna.

Al principio, Nyx no estaba nada convencida con aquello de contarle a Dumbledore acerca de sus poderes, pero Thea había insistido y, al final, había resultado provechoso. Tenía sus clases de griego y sus escapadas nocturnas al Bosque Prohibido a practicar, sin que ni siquiera Filch pudiera molestarlas. Lo que no esperaba ninguno era que Nyx fuera capaz de convocar un rayo y lanzarlo sobre un alumno.

Pensaba que todo quedaba en iluminar o apagar. No esperaba ser capaz de achicharrar a alguien.

Tampoco pueden expulsar a otros alumnos sospechosos de formar parte de la organización en apoyo de Voldemort, ya que carecen de verdaderas evidencias. Cedric, sin embargo, no duda en acusar a Todd en cuanto llegan a la habitación de los chicos.

—¿Se puede saber qué tengo que ver yo en todo eso, Ced? —espeta Todd a la defensiva.

Connor, Philip y Asher miran el intercambio de gritos. Asher intenta hacer como que arregla la ropa sobre la cama, pero es evidente que está interesado en escuchar toda la conversación. Philip está demasiado tenso para decir nada, así que se dedica a tirar de los cordones de su sudadera con indecisión. Connor está esperando el momento para lanzarse y entrar a la discusión.

—Son tus amigos. Tu primo —acusa Cedric, golpeando su pecho con el dedo cuando usa el posesivo—. Últimamente pasas mucho tiempo con ellos, Todd, ¿no me digas que no sabías que estaban detrás de los ataques?

—¡No, claro que no lo sabía!

Cedric bufa. Está en cólera, algo tan poco común en él que Todd lo mira como si fuera un completo desconocido.

—¡¿Cómo no vas a saberlo, Todd?! ¡¿Acaso dejan de hacer comentarios sobre Voldemort y sobre los sangre sucia cuando te juntas con ellos?!

Todd traga saliva. Con la cara completamente roja, mira de soslayo a Philip y a Connor, que aprietan los labios al escuchar la acusación. Cuando le devuelve la mirada a Cedric, él levanta una ceja.

· Díada · (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora