El club de los cupidos negros [✓] - Las flechas de Cupido #1

5. El Maravilloso Mago de Oz.

Han pasado varios días desde que Zack y yo discutimos en su casa y los cupidos negros volvimos a la "normalidad de nuestras vidas" si es que alguna vez se le puede llamar normal a todo lo que tenemos que hacer para pasar desapercibidos en los pasillos de Berkeley East High. Es agotador esconderse todo el tiempo, sin embargo, así como en la selva, debes seguir ciertas leyes que te permiten sobrevivir por lo menos de una manera menos agitada.

Aún siento vergüenza con la mamá de Zack, por haberla hecho pasar por tantas situaciones ese día, porque la discusión con Zack no fue el final de mi día y mucho menos haber salido de su habitación rápidamente me transportó a mi casa...ese tipo de cosas no pasan en la vida real...y si mi vida fuera un libro, sería bastante aburrido.

Flashback

"— Olivia ¿estás bien? — La señora Miller (supongo que así debo decirle por respeto, aunque no estoy segura de haber visto alguna vez al padre de Zack), pregunta.

— Claro que sí. — Sonrío de lado, pero no creo que la señora se lo crea. — Si me disculpa, creo que es momento de que me vaya.

Ella abre los ojos sorprendida. — ¿Zack no te va a llevar?

Sobre eso...

— Le dije que llamaría a mi madre para que me recogiera...— Necesito una mentira creíble...oh...ya sé. — ...porque recordé que vamos a cenar fuera de casa hoy.

— Está bien, querida, ¿entonces llamo a tu madre?

Se me ocurre decirle que no, pero no tengo mi celular a la mano, lo dejé en la mochila y la mochila...ya debe estar en las manos de cualquier persona que la haya encontrado junto a la rama donde me caí, es decir, que lo perdí.

— Sí por favor. — Bajo la mirada. — Lamento molestarla.

Me sonrojo un poco y espero que Zack no salga de su habitación hasta que me vaya.

— No es ninguna molestia. — Sonríe.

Cuando sonríe puedo ver a Zack y...no debería pensar en Zack, en este momento lo odio por hacerme caer y por perder mi celular.

LO ODIO.

— Muchas gracias. — También sonrío.

Luego de que la señora Miller llama a mi madre y se da cuenta de que ya la conocía, me habla sobre que ya nos habíamos visto cuando yo era más pequeña, pero no tengo idea de cuando fue eso, así que solo sonrío e intento ser cortés, mientras procuro no morirme del estrés porque Zack baje de su habitación.

Desde la ventana de la sala puedo ver el auto de mi madre y posteriormente un reencuentro de mejores amigas de la señora Miller y mi madre, nos vamos a casa sin decir una sola palabra, pero con la mirada preocupada de mamá sobre mí la mayor parte del tiempo.

— Estoy bien. — Musito.

— Quisiera que de verdad lo estuvieras. — Suspira.

— Es la verdad mamá, no te preocupes. — Finjo una sonrisa.

— Está bien.

Mamá se preocupa por mí, pero no debería hacerlo...ya no más."

— Señor Miller ¿podría decirnos cual es el error en la cadena de ADN que acabo de explicar? — La profesora Sherman le pregunta a Zack.

Volteo a verlo y sus ojos se encuentran con los míos.

Me estaba mirando...

— No lo sé. — Se limita a decir sin dejar de mirarme.